El Museo Carmelo Fernández presenta la exposición Testigos etéreos. Obras de David Cedeño, la cual fue organizada por el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu (Macma), a mediados de 2009, para el espacio alternativo con sede en la fundación para el Desarrollo de la Gerencia Pública del Estado Aragua (FUNDACEAR). La mencionada muestra mantuvo durante el 2010, un recorrido expositivo por distintos museos e instituciones culturales del territorio venezolano, entre los que se mencionan: Museo Alejandro Alvarado de Barquisimeto, Ateneo de Churuguara, Museo de Arte de Coro. Testigos etéreos reúne el conjunto de obras pictóricas del reconocido escultor, ensamblador y pintor venezolano David Cedeño, quien es procedente de la parroquia Altagracia, en la ciudad de Caracas, es egresado del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón. Entre sus propuestas artísticas destacan: Virgine nigra (1999-2000), Vox angélica (1998), Ángelus (1997) y Magnificat (2003). Dichos trabajos han revelado la devoción de Cedeño por la iconografía religiosa, la interpretación del arte renacentista y barroco, así como también, su afinidad con algunos de los maestros de la pintura universal. Antonio Cabezas Presidente Museo Arte Contemporáneo de Maracay Mario Abreu Testigos Etéreos. Obras de David Cedeño Ciertamente, cuando leemos el planteamiento que hiciera el critico suizo Bodmer, en 1741, lo asociamos a la propuesta pictórica que presenta David Cedeño, quien mas allá de crear imágenes en el lienzo, concibe una suerte de universo onírico integrado por personajes atípicos que habitan en una dimensión zúrrela, etérea, un tanto recreada y reinterpretada, dialogando en un mismo plano cromático conjugaciones que, según el propio autor, derivan de dualidades humanas y, en ese sentido, las escena representadas pudieran resultar un tanto ilógicas e inverosímiles e impresionantes y poéticas. Dualidades que para Cedeño representan posibles respuestas a interrogantes existenciales tales como: la vida y la muerte, la alegría y la tristeza, la credibilidad y la incredibilidad, la compañía y la soledad, la bondad y la malignidad, lo finito y lo infinito, lo celestial y lo terrenal, lo saturado y lo vacío, entre otros aspectos que develan el sutil discurso irónico visual de Cedeño, ante lo absurdo. El grupo de obras en su totalidad ejemplariza el mencionado planteamiento. Valiéndose de un lenguaje visual neofigurativo, de corte ingenuo y de contenido expresionista-simbólico, el mencionado artista conjuga en su obra estereotipos, iconos y mitos que en algunas ocasiones evocan discursos formales de maestros de la historia del arte universal, tales como: Jean Antoine Watteau (1673-1721), Marc Chagall (1887-1985), James Ensor (1860-1949), entre otros artistas. En ese sentido, en las obras que conforman la muestra Testigos Etéreos. Obras de David Cedeño, se parecía la combinación de distintas corrientes artísticas, materiales y técnicas en un mismo plano compositivo, conservando su propia naturaleza expresiva. Merece destacar las imágenes recurrentes en el conjunto de la muestra, como son figuras humanas y animales de forma esquematizadas, aladas y suspendidas, criaturas espectrales y mitológicas, especimenes extraños, distorsionadas e indefinidas, de apariencia mortuoria, resultado del discurso formal de contrates y conjugaciones de elementos visuales, expresados mediante gestuales pinceladas, gruesos trazos, intensas manchas con óleo, guesso, pasta acrílica , acuarela, marcador, creyón y grafito, confiriéndole a la superficie de las obras suaves, pastosas y rugosas texturas interesantes relieves. La obra Autorretrato con mi dama ausente, 2008, ejemplariza lo comentado. La incorporación en la superficie pictórica de figuras dibujadas y de frases escritas alude lo caligráfico y evocan la intención caricaturesca del discurso formal propuesto por Cedeño, así como también son evidentes las onduladas líneas, las insinuadas transparencias y las sugerentes veladuras en las obras Dormir el sueños de la manzanas, 2008 y la boda, 2008. Salta a la vista la yuxtaposición de tonalidades claras y oscuras en la superficie de las obras, sugiriendo espacios cálidos y fríos. Igualmente, es merecido resaltar el tratamiento paisajístico y los espacios constelados en los fondos de la superficie de las obras tales como La Catedral sumergida, 2008; Asimismo, se distingue el tratamiento simultaneo de imágenes en el fondo de la superficie pictórica, sugiriendo distorsión y duplicidad en las figuras representadas, como una suerte de reflejo o posible paridad existencial, lo cual se hace evidente en Mi extraño pasado, 2008; Los Corazones de los niños, 2008, y El arlequín y su dama, 2008. En sus representaciones prevalecen escenas de parejas de enamorados, doncellas y bailarinas, personajes enigmáticos, misteriosos, recubiertos de una atmosfera teatral como en Los versos, las épocas lejanas, 2008; Personaje con mascara y su niña loca, 2008; la boda, 2008, y Sin titulo, 2008. Esta muestra, en su conjunto, invita a descifrar la particular iconografía de Cedeño, con la que este construye su discurso visual, quien, además, en su carácter de Arlequín, comparte escenas con personajes que fungen como testigos de su onírico universo. Rosa Lira
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Museo Carmelo FernándezEl Museo “Carmelo Fernández”, es una institución museística de carácter multidisciplinario, orientada a la investigación, recolección, fomento y difusión de las artes plásticas regionales, dentro del contexto de ARTE VENEZOLANO. Exposiciones MCF
Noviembre 2011
Categorías |