Una Mirada al Sur
11/02/22
Figuraciones y abstracciones, paisajes reales e imaginarios, flora y fauna, climas y ambientes, temperaturas y añadiduras, simulaciones, concreciones y negaciones, historias pasadas e historias presentes, ideas conceptualizadas en dibujos, pinturas, grabados, instalaciones, ensamblajes. Tintes y esmaltes, luces y sombras, colores y valores, instrumentos y materiales; maestros y aprendices, oficios y profesiones; norte, centro y sur; continente y mares, orillas y tangentes turgentes, bordes y fronteras, perfiles y delimitaciones, construcciones y ruinas, afecciones y síntomas, hipótesis y diagnósticos, resultados y soluciones, texturas y sugestiones, planos y volúmenes, realidades y artificialidades, analógico y digital, supuestos y propuestos, mares y calles, caminos y nubes, manchas y planos, superficies y soportes, devaneos y aportes, ires y venires, pretéritos y devenires, llenos y vacíos, soportes y superficies; héroes y disfraces, personalidades y desconocidos, sonidos y silencios, ritmos y quietudes, alegrías y lloriqueos, cosas flotantes y cosas hundidas, religiones y sectas, sincretismos y revoltijos, continuidades y alternabilidades, pesos y evaporaciones, alegrías y temores, dudas y seguridades, libertades y confinamientos, crisis y abundancias, transparencias y manchones, veladuras y acumulaciones; liviandad y pesadez, sueños y esperanzas, viajes y paseos, vuelos y rastreos, fluidez y viscosidad, vidas y muertes, palpitaciones y detenciones, montañas y ventanas, estrellas y cosas bellas, humores y desamores, caricias y asfixias, sudores y desiertos, dulzores y estiércol, píxeles y pernos, tuercas y flores, telas y metales, apellidos y nombres, apodos y firmas, números y letras, redondeces y cuadraturas, verticales y horizontales, lo que es arriba a veces no es abajo, propios y extraños, nativos y foráneos, originarios o nacionalizados, rallados o pintados, andinos o costeños, indígenas o criollos, salsa y tango, joropo y vallenato, merengue y trova, boleros y Bossa Nova, llenos y vacíos, abundancia y escasez, idos y venidos, ranchos y mansiones, cerros y colinas, muchos y pocos…
Muchos de estos términos y otros más nos son comunes a la hora de describir o analizar una obra artística que van dentro del rango de lo universal, pero otras son propias o diferentes según el continente al que pertenezcan. ¿Cuáles nos son cercanas y cotidianas? Unas cuantas palabras aquí anotadas las reconocemos de inmediato y las asociamos con nuestro continente, es por esto que hablar de Arte Latinoamericano tiene características propias e inigualables, son autóctonas, idiosincráticas, que nos hacen sentirnos identificados con signos, símbolos y fonemas con los que nos reconocemos latinoamericanos a pesar de las diferencias geográficas y culturales, principalmente. También hay diferencias culinarias y musicales, lenguas y dialectos, modos de vestir y de ser, entre tantos elementos más con los que los creadores visuales pueden plantearse problemas artísticos creativos en la realización de una obra personal con visos a ser únicas, propias en su modo, técnicas y estilo, auténticas en su justificación creativa. Cada artista, sea pintor, dibujante, grabador, escultor, ceramista, fotógrafo, es un dechado de facultades creativas y resolutivas a la hora de la concreción de una propuesta visual en cuanto al uso - hasta con abuso - de temas, conceptualizaciones, criterios, géneros, técnicas, instrumentos, materiales y herramientas a emplear a la hora de imaginar, diseñar, bocetar la idea a ejecutar en el laboratorio, estudio o taller cuando lo imperativo es convertir todo eso en una obra que impacte, exprese, grite y nos comunique algo sobre lo que somos, hemos sido y queremos ser en el devenir de la historia o de nuestra propia vida, le interese o no al espectador en el espacio o lugar donde expongamos nuestro sentir, nuestro palpitar creativo, sea local, regional, nacional, continental o universal. Esto último lo dirá el tiempo y la importancia que posea la obra ejecutada por el artista.
La exposición Una Mirada al Sur. Arte Latinoamericano en la Colección del Museo Carmelo Fernández en su conjunto, es una amalgama artística y cultural del ser, de este lado del continente, donde cada obra presente es contentiva de la esencia creativa de Maestros de la plástica de la talla del ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, del mexicano Rufino Tamayo, los venezolanos Alejandro Otero, Jesús Soto, Carlos Cruz Diez, Gertrude Goldsmith, seguidos de otra pléyade de creadores como la también venezolana Clemencia Labín, los colombianos Claudia Hakim y Antonio Caro, el dominicano Cándido Bido, la argentina Norma Bessouet, los peruanos Hernán Braun y Humberto Aquino, el chileno Miguel Herrera, los cubanos Liliam Cuenca y José Ángel Vincench, la brasileña Ruth Bess, la boliviana Carmen Baptista y, la norteamericana Catherine Redmond, quienes gracias a la importancia de su obra y la constancia de su quehacer artístico forman parte de las colecciones de arte en diferentes museos y galerías de la que nuestro Museo Carmelo Fernández en San Felipe, estado Yaracuy, se da el lujo de poseer en su bóveda, obras de tan alta factura estética y de la que los yaracuyanos debemos sentirnos orgullosos de tener una colección amplia y variada para vanagloriarnos y pavonearnos, usando un término esnobista y coloquial, a las que al mostrarlas los visitantes coterráneos, pero sobre todo los foráneos y los extranjeros, noten esa importancia y calidad que un museo geográficamente pequeño pero grande en interés e historia, tenga en su haber para legarla desde hace casi 40 años a las generaciones presentes y futuras.
En fín, y tomando esta aseveración de Gladys Yunes, “los artistas muestran una actitud crítica en torno a aspectos referidos al orden cultural, social o ambiental, lo cual consolida las posturas revisionistas que plantean una análisis de la realidad desde múltiples puntos de vista.”
Esto es latinoamérica y así somos los latinoamericanos.
Lcdo. Alexander O. Brandt A.
Muchos de estos términos y otros más nos son comunes a la hora de describir o analizar una obra artística que van dentro del rango de lo universal, pero otras son propias o diferentes según el continente al que pertenezcan. ¿Cuáles nos son cercanas y cotidianas? Unas cuantas palabras aquí anotadas las reconocemos de inmediato y las asociamos con nuestro continente, es por esto que hablar de Arte Latinoamericano tiene características propias e inigualables, son autóctonas, idiosincráticas, que nos hacen sentirnos identificados con signos, símbolos y fonemas con los que nos reconocemos latinoamericanos a pesar de las diferencias geográficas y culturales, principalmente. También hay diferencias culinarias y musicales, lenguas y dialectos, modos de vestir y de ser, entre tantos elementos más con los que los creadores visuales pueden plantearse problemas artísticos creativos en la realización de una obra personal con visos a ser únicas, propias en su modo, técnicas y estilo, auténticas en su justificación creativa. Cada artista, sea pintor, dibujante, grabador, escultor, ceramista, fotógrafo, es un dechado de facultades creativas y resolutivas a la hora de la concreción de una propuesta visual en cuanto al uso - hasta con abuso - de temas, conceptualizaciones, criterios, géneros, técnicas, instrumentos, materiales y herramientas a emplear a la hora de imaginar, diseñar, bocetar la idea a ejecutar en el laboratorio, estudio o taller cuando lo imperativo es convertir todo eso en una obra que impacte, exprese, grite y nos comunique algo sobre lo que somos, hemos sido y queremos ser en el devenir de la historia o de nuestra propia vida, le interese o no al espectador en el espacio o lugar donde expongamos nuestro sentir, nuestro palpitar creativo, sea local, regional, nacional, continental o universal. Esto último lo dirá el tiempo y la importancia que posea la obra ejecutada por el artista.
La exposición Una Mirada al Sur. Arte Latinoamericano en la Colección del Museo Carmelo Fernández en su conjunto, es una amalgama artística y cultural del ser, de este lado del continente, donde cada obra presente es contentiva de la esencia creativa de Maestros de la plástica de la talla del ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, del mexicano Rufino Tamayo, los venezolanos Alejandro Otero, Jesús Soto, Carlos Cruz Diez, Gertrude Goldsmith, seguidos de otra pléyade de creadores como la también venezolana Clemencia Labín, los colombianos Claudia Hakim y Antonio Caro, el dominicano Cándido Bido, la argentina Norma Bessouet, los peruanos Hernán Braun y Humberto Aquino, el chileno Miguel Herrera, los cubanos Liliam Cuenca y José Ángel Vincench, la brasileña Ruth Bess, la boliviana Carmen Baptista y, la norteamericana Catherine Redmond, quienes gracias a la importancia de su obra y la constancia de su quehacer artístico forman parte de las colecciones de arte en diferentes museos y galerías de la que nuestro Museo Carmelo Fernández en San Felipe, estado Yaracuy, se da el lujo de poseer en su bóveda, obras de tan alta factura estética y de la que los yaracuyanos debemos sentirnos orgullosos de tener una colección amplia y variada para vanagloriarnos y pavonearnos, usando un término esnobista y coloquial, a las que al mostrarlas los visitantes coterráneos, pero sobre todo los foráneos y los extranjeros, noten esa importancia y calidad que un museo geográficamente pequeño pero grande en interés e historia, tenga en su haber para legarla desde hace casi 40 años a las generaciones presentes y futuras.
En fín, y tomando esta aseveración de Gladys Yunes, “los artistas muestran una actitud crítica en torno a aspectos referidos al orden cultural, social o ambiental, lo cual consolida las posturas revisionistas que plantean una análisis de la realidad desde múltiples puntos de vista.”
Esto es latinoamérica y así somos los latinoamericanos.
Lcdo. Alexander O. Brandt A.
Criaturas Femeninas Onza
18/03/22
El mapa del alimento nos invita a dar un viaje por la orilla de los ríos, entre los humedales que drenan y se conjugan al desembocar al mar. Navegar por las corrientes del río profundo de las emociones de las aguas subterráneas del pasado familiar, local, regional y nacional, superando los límites de las fronteras mentales y territoriales.
Siendo la energía femenina la portadora de la fuerza matriz, que teje, danza para morir y renacer en la materia orgánica, manifestada a través de la percepción del cuerpo; en la mujer es muy difícil definir su percepción ya que sus configuraciones orgánicas y químicas son invisibles, no sabemos donde se alojan, quizás provienen del estrato del útero del gran océano.
Este instinto se nutre del fuego, del agua, del viento y de la tierra. Etimológicamente La palabra <<instinto>> deriva del verbo latino instinguere, que significa <<instigar>>, estimular y también del vocablo instintus, que significa <<impulso>>, instigación. Podemos valorar el instinto como un todo positivo que nace en la mujer de forma intacta.
La otra cara del instinto de la mujer dependerá del ánimo y animus femenino. Tendríamos como tarea des-cubrir el modelo de mujer creado para un sistema económico que habita desde la biosfera hasta las cuevas profundas de calcio y de oro, conducido por la compulsión de la reproducción de cientos de “yoes” que asfixian la naturaleza salvaje femenina.
El paisaje nutricional de la mujer que vive y existe en una ciudad, nos acerca a la lesión del instinto materno, ya que la misma resguarda los recuerdos de todos los momentos, si nos referimos a los tiempos.
Por este camino del alimento, estaríamos observándonos desde la emoción de La Mujer ciudadana para una ciudad capital, y una mujer de tierra que cultiva y vive de su paisaje. Entre estos dos modelos surge el espíritu que nos invita a habitar todas estas formas en nuestro cuerpo, integrando los mundos del inconsciente para favorecer la rotación de la humanidad.
Cuando estas memorias musculares se encuentran en la superficie, compiten entre sí, se anudan, se unen y se separan una de la otra, discutiendo en una lengua ajena que rinde culto a la dualidad, haciendo de ellas un nuevo arquetipo que venerar o ignorar en un altar.
Nuestra misión de vida es recordar quien llevo el primer bocado a nuestros labios, Quien fue esa ave que voló sobre su paisaje para llevar el alimento a sus polluelos, volver la ancestral maternidad que regurgitó la leche de semilla, mazamorra de maíz , cacao y plátano dulce por nuestras suaves encías.
Esa caricare o madre Águila, padre Cóndor, tía paraulata o abuela Quetzal, sin olvidar la vecina Quisirita, fueron lo que nos trasmitieron la primera forma de asimilar los nutrientes que hoy son la interpretación más antigua que tenemos de la vida, muerte y resurrección del alimento a través de la mordida.
Somos una sociedad pluricultural y pluricelular con la responsabilidad de madurar para ser la maternidad con fuerza uterina que volara sobre la cartografía femenina ancestral que nos invita a traer de vuelta a la madre agricultora del alma que sonríe en el caldero ahumado, feliz de amamantar a todos y todas las que fue y será en el tren del árbol eterno.
“El culto a la tierra es quien hace recordar la Siembra de la mujer alquimista del fruto
del gran árbol familiar”.
Recuerdos de una Abuela serpiente emplumada.
Estudio de la biología de las creencias del Estado Yaracuy
Victoria Proaño
Siendo la energía femenina la portadora de la fuerza matriz, que teje, danza para morir y renacer en la materia orgánica, manifestada a través de la percepción del cuerpo; en la mujer es muy difícil definir su percepción ya que sus configuraciones orgánicas y químicas son invisibles, no sabemos donde se alojan, quizás provienen del estrato del útero del gran océano.
Este instinto se nutre del fuego, del agua, del viento y de la tierra. Etimológicamente La palabra <<instinto>> deriva del verbo latino instinguere, que significa <<instigar>>, estimular y también del vocablo instintus, que significa <<impulso>>, instigación. Podemos valorar el instinto como un todo positivo que nace en la mujer de forma intacta.
La otra cara del instinto de la mujer dependerá del ánimo y animus femenino. Tendríamos como tarea des-cubrir el modelo de mujer creado para un sistema económico que habita desde la biosfera hasta las cuevas profundas de calcio y de oro, conducido por la compulsión de la reproducción de cientos de “yoes” que asfixian la naturaleza salvaje femenina.
El paisaje nutricional de la mujer que vive y existe en una ciudad, nos acerca a la lesión del instinto materno, ya que la misma resguarda los recuerdos de todos los momentos, si nos referimos a los tiempos.
Por este camino del alimento, estaríamos observándonos desde la emoción de La Mujer ciudadana para una ciudad capital, y una mujer de tierra que cultiva y vive de su paisaje. Entre estos dos modelos surge el espíritu que nos invita a habitar todas estas formas en nuestro cuerpo, integrando los mundos del inconsciente para favorecer la rotación de la humanidad.
Cuando estas memorias musculares se encuentran en la superficie, compiten entre sí, se anudan, se unen y se separan una de la otra, discutiendo en una lengua ajena que rinde culto a la dualidad, haciendo de ellas un nuevo arquetipo que venerar o ignorar en un altar.
Nuestra misión de vida es recordar quien llevo el primer bocado a nuestros labios, Quien fue esa ave que voló sobre su paisaje para llevar el alimento a sus polluelos, volver la ancestral maternidad que regurgitó la leche de semilla, mazamorra de maíz , cacao y plátano dulce por nuestras suaves encías.
Esa caricare o madre Águila, padre Cóndor, tía paraulata o abuela Quetzal, sin olvidar la vecina Quisirita, fueron lo que nos trasmitieron la primera forma de asimilar los nutrientes que hoy son la interpretación más antigua que tenemos de la vida, muerte y resurrección del alimento a través de la mordida.
Somos una sociedad pluricultural y pluricelular con la responsabilidad de madurar para ser la maternidad con fuerza uterina que volara sobre la cartografía femenina ancestral que nos invita a traer de vuelta a la madre agricultora del alma que sonríe en el caldero ahumado, feliz de amamantar a todos y todas las que fue y será en el tren del árbol eterno.
“El culto a la tierra es quien hace recordar la Siembra de la mujer alquimista del fruto
del gran árbol familiar”.
Recuerdos de una Abuela serpiente emplumada.
Estudio de la biología de las creencias del Estado Yaracuy
Victoria Proaño
8vo Salón Regional de Artes Visuales Día del Yaracuy
24/03/22
El Museo Carmelo Fernández tiene el placentero orgullo de recibir nuevamente en sus espacios, la Octava Edición del Salón Regional de Artes Visuales “Día del Yaracuy”, gracias al apoyo del Gobierno Regional a través del Instituto de Cultura del estado Yaracuy, juntos a las alcaldías bolivarianas de Bruzual y Cocorote, que con esfuerzo han aportado un premio metálico en esta nueva confrontación plástica.
El salón muestra una participación importante de jóvenes, además de los artistas de trayectoria, invita descubrir la calidad estética y creativa de nuestros creadores visuales. Para el jurado no fue tarea fácil evaluar las 45 obras enviadas, cuando la mayoría de las piezas recibidas son de jóvenes y artistas populares. En este sentido, las piezas admitidas muestra la diversidad de pensamientos estéticos que en esta edición podemos disfrutar desde la figuración, el paisaje y la abstracción como elementos estructurales de las obras.
En esta edición el jurado conformado por los artistas y docentes Alexander Brandt, Francisco Villoria y Ramón Caracas seleccionaron los siguientes participantes: Toribio Navarro, Daniel Labrador, German Ramos, Rafael Rijo, Gilberto Ponce, Elia Sánchez, Domingo Escalona, Sarahi Quero, Adrián Campos, Scarlet Capdevielle, Vicente Ramírez, Adonis González, Julio Arenas, Hugo Álvarez, Roberto James, Héctor Sánchez, Jairo Domínguez, Rene Yovera, Eliot Dorante, María Clisanchez, Sergio Rivero, Leonardo Tezara, Solangel Torrealba, Francisco Suarez y Euclides Bouquette.
El conjunto de expresiones plásticas se encuentra integrado por dibujos, pinturas, esculturas, cerámicas y fotografías. Con la intención de establecer un discurso visual coherente se diseñó museográficamente el espacio por temas: Naturaleza, Cuerpos y Rostros, Sagrado y Festivo, Animales y Trazos. Esta edición tiene como invitados especiales a los artistas Francisco Villoria por haber obtenido el gran premio edición pasada del salón, al fotógrafo Alexander Brandt artista - docente de la Escuela Técnica de Artes Visuales “Carmelo Fernández”.
En cuanto a los premios este Salón de Arte Visuales Día del Yaracuy otorgo cuatros menciones de honor a los participantes: Adonis González, por su obra Corazón de Yaracuy, en esta obra este joven artista estudiante de la Escuela Técnica de Artes Visuales “Carmelo Fernández”, nos muestra una pieza con sentido lúdico y la proyecta como una obra interactiva, participativa y manipulable, invitando al espectador a recrear su propia imagen. La segunda mención es para el artista Euclides Bouquette, Ciudad Concreto 3 que parte de un buen uso de la complementariedad de los colores para recrear volúmenes que extrae del plano pictórico, expresando sensación de movimiento sin dejar a un lado el aspecto de dureza de los materiales usados para estos fines. La tercera mención al artista Vicente Ramírez, con su obra San Juan, que partiendo de un único elemento, la madera, este artista costumbrista recrea figuras humanas talladas, inmersas en una policromía donde deja ver que nuestra idiosincrasia es algo más grande que nosotros mismos. Y la cuarta mención es para el artista Eliot Dorante por su obra Hallazgo, quien hace remembranza a través de un paisaje idealizado usando de pretexto las maravillas venezolanas para demostrar su buen dominio de la composición y la técnica pictórica que usa para imbuir dicho paisaje en una atmósfera tenebrosa.
El premio Alcaldía del Municipio Cocorote se concede a la artista Solangel Torrealba por su pieza Bondad, Alegría y Belleza, las tres gracias, también joven artista que se posesiona de la fotografía como lenguaje y asumiendo el tema de lo mitológico, imbuida en una remembranza y estudio a la conocida iconografía de las cárites y las trae a la contemporaneidad, a la mujer actual, a los arquetipos de la femineidad, la hija, la madre y mujer. El Premio Alcaldía del Municipio Bruzual al artista Hugo Álvarez por su obra titulada Carnaval Mágico, en esta obra el artista fragmenta la misma en tres planos superpuestos verticalmente donde hace alegoría usando un lenguaje plástico esotérico con buen manejo del dibujo, la línea y el color, ambientados en una atmósfera críptica para darnos a entender el origen de estas festividades paganas. Gran Premio Instituto de Cultura “Día del Yaracuy” al artista Francisco Suárez por la obra Patrocinando el turismo a través del arte de Yaracuy. Esta acertada obra de este creador en el que magistralmente logra introducir diversas manifestaciones de la idiosincrasia yaracuyana en un solo formato, donde muy hábilmente superpone variadas escenas costumbristas y finalizando en el plano superior con una gran siembra en el Valle de las Damas, lugar emblemático de nuestro estado.
Juan Carlos Martínez
Director del Museo Carmelo Fernández
El salón muestra una participación importante de jóvenes, además de los artistas de trayectoria, invita descubrir la calidad estética y creativa de nuestros creadores visuales. Para el jurado no fue tarea fácil evaluar las 45 obras enviadas, cuando la mayoría de las piezas recibidas son de jóvenes y artistas populares. En este sentido, las piezas admitidas muestra la diversidad de pensamientos estéticos que en esta edición podemos disfrutar desde la figuración, el paisaje y la abstracción como elementos estructurales de las obras.
En esta edición el jurado conformado por los artistas y docentes Alexander Brandt, Francisco Villoria y Ramón Caracas seleccionaron los siguientes participantes: Toribio Navarro, Daniel Labrador, German Ramos, Rafael Rijo, Gilberto Ponce, Elia Sánchez, Domingo Escalona, Sarahi Quero, Adrián Campos, Scarlet Capdevielle, Vicente Ramírez, Adonis González, Julio Arenas, Hugo Álvarez, Roberto James, Héctor Sánchez, Jairo Domínguez, Rene Yovera, Eliot Dorante, María Clisanchez, Sergio Rivero, Leonardo Tezara, Solangel Torrealba, Francisco Suarez y Euclides Bouquette.
El conjunto de expresiones plásticas se encuentra integrado por dibujos, pinturas, esculturas, cerámicas y fotografías. Con la intención de establecer un discurso visual coherente se diseñó museográficamente el espacio por temas: Naturaleza, Cuerpos y Rostros, Sagrado y Festivo, Animales y Trazos. Esta edición tiene como invitados especiales a los artistas Francisco Villoria por haber obtenido el gran premio edición pasada del salón, al fotógrafo Alexander Brandt artista - docente de la Escuela Técnica de Artes Visuales “Carmelo Fernández”.
En cuanto a los premios este Salón de Arte Visuales Día del Yaracuy otorgo cuatros menciones de honor a los participantes: Adonis González, por su obra Corazón de Yaracuy, en esta obra este joven artista estudiante de la Escuela Técnica de Artes Visuales “Carmelo Fernández”, nos muestra una pieza con sentido lúdico y la proyecta como una obra interactiva, participativa y manipulable, invitando al espectador a recrear su propia imagen. La segunda mención es para el artista Euclides Bouquette, Ciudad Concreto 3 que parte de un buen uso de la complementariedad de los colores para recrear volúmenes que extrae del plano pictórico, expresando sensación de movimiento sin dejar a un lado el aspecto de dureza de los materiales usados para estos fines. La tercera mención al artista Vicente Ramírez, con su obra San Juan, que partiendo de un único elemento, la madera, este artista costumbrista recrea figuras humanas talladas, inmersas en una policromía donde deja ver que nuestra idiosincrasia es algo más grande que nosotros mismos. Y la cuarta mención es para el artista Eliot Dorante por su obra Hallazgo, quien hace remembranza a través de un paisaje idealizado usando de pretexto las maravillas venezolanas para demostrar su buen dominio de la composición y la técnica pictórica que usa para imbuir dicho paisaje en una atmósfera tenebrosa.
El premio Alcaldía del Municipio Cocorote se concede a la artista Solangel Torrealba por su pieza Bondad, Alegría y Belleza, las tres gracias, también joven artista que se posesiona de la fotografía como lenguaje y asumiendo el tema de lo mitológico, imbuida en una remembranza y estudio a la conocida iconografía de las cárites y las trae a la contemporaneidad, a la mujer actual, a los arquetipos de la femineidad, la hija, la madre y mujer. El Premio Alcaldía del Municipio Bruzual al artista Hugo Álvarez por su obra titulada Carnaval Mágico, en esta obra el artista fragmenta la misma en tres planos superpuestos verticalmente donde hace alegoría usando un lenguaje plástico esotérico con buen manejo del dibujo, la línea y el color, ambientados en una atmósfera críptica para darnos a entender el origen de estas festividades paganas. Gran Premio Instituto de Cultura “Día del Yaracuy” al artista Francisco Suárez por la obra Patrocinando el turismo a través del arte de Yaracuy. Esta acertada obra de este creador en el que magistralmente logra introducir diversas manifestaciones de la idiosincrasia yaracuyana en un solo formato, donde muy hábilmente superpone variadas escenas costumbristas y finalizando en el plano superior con una gran siembra en el Valle de las Damas, lugar emblemático de nuestro estado.
Juan Carlos Martínez
Director del Museo Carmelo Fernández
Relaciones Imaginarias
15-05-2022
- Es de suma importancia para el Museo “Carmelo Fernández” exhibir la creación plástica de los artistas del estado Lara por su calidad expresiva, pero además, porque desde los inicio del museo siempre han creído y apoyado este proyecto museológico y cultural.
- Desde la creación de los cuatros Anuarios del Arte Larense, realizados por el fallecido pintor José Boraure, pasando por el Museo de Barquisimeto, podemos ver la profundidad y la calidad estética de los artistas plásticos larenses.
- El curador Al Vanegas estructuró la exposición en cuatros expresiones visuales: pintura, escultura, cerámica y fotografía para dialogar entre ellas, recreando la poética de la imagen, más la versatilidad del oficio a través de las ideas.
- Ahora bien, debemos pensar que este colectivo se vincula entre sí, desde el lenguaje estético como recurso para indagar la imagen, lo imaginario desde la identidad del color, del trazo, de la madera, del metal, como herramienta discursiva para hablar de las inquietudes que lo rodean. Además, el concepto del paisaje tradicional que caracteriza la creación larense, se diluye ante las propuestas modernas en esta exhibición.
- Desde el punto de vista de las obras presentadas, podemos hacer lectura de una reinvención de los artistas en sus procesos de investigación plástica, aquí la creación transita por la expresión, la figuración, el cromatismo de las formas, hasta llegar a la abstracción.
- Los creadores Antonio Vargas, Doris Morillo, Luis Rodríguez, Andreina Orellana, Tanya Trujillo, Néstor Betancourt, Manuel Rivero, Carly García, Manuel Brito, Rosa Canelón, Sandra García, Luis Romano y Al Vanegas nos presentan sus investigaciones pictóricas más recientes, aquí conseguimos planteamientos que evidencian la fuerza en sus trabajos, en la indagación de la técnica, además de la permanencia de sus conceptos. Los artistas más jóvenes, son un poco más atrevidos en contraste con los de trayectoria, que muestran una madurez impecable. En este grupo de piezas se evidencia la visión impresionista, surrealista, geométrica y del arte pop. Asimismo, los artistas revelan su intimidad sobre el plano que van desde la materia o temas oníricos como los viajes, la naturaleza y los objetos. Aquí las emociones se transforman en líneas, formas, texturas, colores y manchas, con el objetivo de anunciar una naturalidad ante la humanidad.
- Los artistas Antonio Montes de Oca, Pedro Chacón, José Ignacio Alvarado y Samir Rod, se encuentran con el plano tridimensional para expresar el lenguaje de la materia desde el hierro, la cerámica y el ensamblaje como mecanismo de integración plástica. En estas piezas, podemos observar elementos orgánicos e industriales que se vuelven surrealistas, al punto que nos remiten a imágenes híbridas de la modernidad para aludir al paisaje y los mitos urbanos. En el caso de la cerámica escultórica, podemos ver lo orgánico mezclado con lo antropomórfico como referencia mágica de la materia. También, podemos ver siluetas de sagaces forjados en aluminio desde una línea contínua que edifica un ritmo de vacíos en el espacio a través del color.
- Los fotógrafos Lisbeth Porras y Rodolfo Pimentel se atreven a captar parte del universo en una imagen, reflejan un juego de altos contrastes entre sombras y luces, que se enlazan para mostrar un instante de la vida. Estos creadores se proponen declarar los vestigios de una ciudad que corretea entre el pasado y la modernidad; allí recrean la composición desde la naturaleza poética de la historia larense en el espacio simbólico.
- En este conjunto de obras exhibidas, el arte se presenta como una manifestación de la vida, del quehacer del hombre, de las huellas que deja por este mundo tan diverso, pero con la convicción de mostrar sus ideas y reflexiones de lo que observa y padece en el plano, en el volumen y lo espiritual.
- Juan Carlos Martinez
- Director del Museo Carmelo Fernández
Tierra, Magia y Color de Roseliano García.
17/06/22
El Museo “Carmelo Fernández”, se viste de gala al presentar la obra del artista plástico larense Roseliano García Soto, quien se inicia en el mundo de las artes a muy temprana edad, de la mano del profesor Pastor García. Entrar a esta sala, es como viajar a través de su paleta cromática a un estallido de colores, que se consigue en los paisajes silvestres, rurales y caribeños, donde se puede observar el azul como color predominante, logrando una conjugación entre el cielo y la tierra. Sin limitar la imaginación del espectador, transformándose así en una experiencia individual, compleja, intelectual y emocional, independientemente del proceso creativo del artista.
El Maestro Roseliano, basa su obra en el paisaje como su punto de apoyo, donde él puede expresarse libremente, sin prejuicios, sin detenerse, ni limitación cualquiera, que pudiera quitarle lo que él ha llamado en ellos, su armonía con la “Creación y el Universo”; aprendió el lenguaje del color logrando así la perfecta comunión con él; toma en cuenta los códigos plásticos que se conjugan con su parte espiritual, logrando la expresividad de la obra.
Sus obras son de un absoluto realismo mágico; una lucha de formas y colores, expresando todo ello en su propuesta artística, en la cual intuye tonos, valores, intensidad, saturación; creando infinidad de espacios cargados de expresión directa, donde se genera una eclosión creativa de formas, de trazos y de armonía, percibiéndose un libre albedrío que disfruta emocionalmente.
Roseliano incorpora nuevos elementos a su propuesta, como son los pigmentos naturales, según un trabajo investigativo que viene realizando, es un gran observador y amante de la naturaleza, de la que extrae el gran colorido que se visualiza en su obra pictórica.
Su trabajo tiene que ver con el arte prehispánico y la cultura popular, considerándolo como los elementos más cercanos al Arte Contemporáneo. Utiliza elementos ancestrales y telúricos, que vienen de sus raíces caribeñas, afrodescendientes y de los indígenas Gayones, además, de la influencia de la agricultura presente en la Fiesta de las Turas, ritual de la cultura Ayamán, donde se agradece a la Madre Tierra por su sustento. Mucho de esas culturas siguen presente en su día a día. Eso lo ha motivado a investigar sobre el sincretismo cultural que lo rodea.
Roseliano, esboza en imágenes, la manifestación de sus propias vivencias cotidianas, tal como su mente las percibe, expresando todo ello en sus obras. Se describe como un artista polifacético, no solo se quedó con la pintura, si no que su obra se extendió al arte objetual, el performance y las instalaciones que se pueden admirar en un mismo salón.
Lcda. Scarlet Capdevielle
El Maestro Roseliano, basa su obra en el paisaje como su punto de apoyo, donde él puede expresarse libremente, sin prejuicios, sin detenerse, ni limitación cualquiera, que pudiera quitarle lo que él ha llamado en ellos, su armonía con la “Creación y el Universo”; aprendió el lenguaje del color logrando así la perfecta comunión con él; toma en cuenta los códigos plásticos que se conjugan con su parte espiritual, logrando la expresividad de la obra.
Sus obras son de un absoluto realismo mágico; una lucha de formas y colores, expresando todo ello en su propuesta artística, en la cual intuye tonos, valores, intensidad, saturación; creando infinidad de espacios cargados de expresión directa, donde se genera una eclosión creativa de formas, de trazos y de armonía, percibiéndose un libre albedrío que disfruta emocionalmente.
Roseliano incorpora nuevos elementos a su propuesta, como son los pigmentos naturales, según un trabajo investigativo que viene realizando, es un gran observador y amante de la naturaleza, de la que extrae el gran colorido que se visualiza en su obra pictórica.
Su trabajo tiene que ver con el arte prehispánico y la cultura popular, considerándolo como los elementos más cercanos al Arte Contemporáneo. Utiliza elementos ancestrales y telúricos, que vienen de sus raíces caribeñas, afrodescendientes y de los indígenas Gayones, además, de la influencia de la agricultura presente en la Fiesta de las Turas, ritual de la cultura Ayamán, donde se agradece a la Madre Tierra por su sustento. Mucho de esas culturas siguen presente en su día a día. Eso lo ha motivado a investigar sobre el sincretismo cultural que lo rodea.
Roseliano, esboza en imágenes, la manifestación de sus propias vivencias cotidianas, tal como su mente las percibe, expresando todo ello en sus obras. Se describe como un artista polifacético, no solo se quedó con la pintura, si no que su obra se extendió al arte objetual, el performance y las instalaciones que se pueden admirar en un mismo salón.
Lcda. Scarlet Capdevielle
MODERNOS Un acercamiento a las Artes Plásticas Yaracuyanas
13/07/22
El panorama actual de las artes plásticas yaracuyanas se fundamenta en la obra y el trabajo de creadores surgidos a partir de los años 60. Pareciera entonces que anterior a estas fechas no hubiese referencia alguna al respeto; no obstante, existen evidencias concretas de la presencia de estas manifestaciones, desde los tiempos de los grupos aborígenes asentados ubicados en las márgenes de nuestros ríos y en los valles aledaños; hasta una referencia modesta de tallistas y pintores populares con temática religiosa, en la época de la colonia. Más recientemente, desde las primeras décadas del siglo XX, se ha detectado la presencia de pintores “viajeros”, muralistas, que decoraron las paredes de mansiones y casas sanfelipeñas con paisajes bucólicos, escenas populares, bodegones, motivos religiosos y alegorías florales; así como en iglesias y algunos edificios públicos.
La sistematización de los estudios artísticos a partir del año 1959, cuando se creó la Escuela de Artes Plásticas Carmelo Fernández, facilito la presencia de notables maestros y artistas plásticos venidos de otras regiones que, con su experiencia y vocación, contribuyeron a formar una exitosa generación de creadores. Este flujo permanente en San Felipe, genero un enriquecimiento de la formación, un intercambio de experiencias y un crecimiento de la actividad expositiva.
Lamentablemente, a partir de la década de los 80, este rol preponderante de la Escuela de Artes, se diluyo como consecuencia de la diáspora de talentosos y generosos creadores que habían enriquecido al sector. Sin embargo, es importante resaltar el rol significativo que en este mismo periodo, cumplió el Centro Experimental de Talleres Artísticos, como un laboratorio vanguardista de experimentación cultural, con convergencia y comunión de las expresiones plásticas, literarias y teatrales más contemporáneas.
La presencia determinante del Museo Carmelo Fernández, desde el año 1982, con una propuesta de profundización del trabajo de documentación, investigación y documentación no solo de los creadores yaracuyanos, sino también de importantes artistas nacionales y aun internacionales que, con su obra han contribuido a fortalecer y dinamizar el panorama artístico local.
En este sentido, el MUCAF cuenta actualmente con un incremento importante en su colección (un total de 983 obras diversas), logrado a través de donaciones, custodias, adquisiciones y concursos. El MUCAF decidió adquirir obras de artistas nacionales y extranjeros pero realmente su estructura fundamental son los artistas yaracuyano la cual forman parte de la colección en un 70 por cierto. La búsqueda y adquisición de obras de arte y otros objetivos fundamentales para la comprensión de la cultura regional; así como desarrollar programas que estimulen la donación o legado de los mismos, estableciendo un sistema de inventario y registro de los bienes culturales a nivel estadal también a sido parte del trabajo del museo.
Todas estas experiencias confluyen en un espectro exitoso, alentado por un variado, colorido y rico paisajismo, una herencia mítico-religiosa y popular que hace presencia y se asoma en la obra de muchos creadores; una exploración sistemática de los alcances expresivos de la figura humana, ya sea desde los cánones clásicos hasta la recurrencia expresionista y trágica; y así como en la lucida critica del universo pop de los años 60. Lo que sí es innegable y lamentable a la vez, es la poca tendencia al estudio, cultivo y desarrollo de la cerámica y escultura; en favor de una exitosa escuela pictórica fundamentada en el naturalismo, y con poca experimentación en los terrenos de la abstracción.
La presencia rotunda de un contingente de jóvenes artistas, que experimentan con nuevas tendencias, propuestas y medios, nos llevan a pensar en un futuro promisorio. Todo lo anterior nos permite reconocer, entonces, que con altibajos, la propuesta plástica en Yaracuy ha sido exitosa y promete elevados niveles de calidad, con el esfuerzo de jóvenes creadores, el estímulo de los maestros y la presencia en el estado de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores, y teóricos del arte, quienes participan en el desarrollo y crecimiento de la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy. Además del apoyo sistemático y definido del Museo Carmelo Fernández en un proceso constante de estímulo al creador y apoyo a la formación y sistematización del trabajo de documentación, investigación y difusión de los procesos artístico-plásticos locales.
Rafael Principal Torres / mayo 2014
La sistematización de los estudios artísticos a partir del año 1959, cuando se creó la Escuela de Artes Plásticas Carmelo Fernández, facilito la presencia de notables maestros y artistas plásticos venidos de otras regiones que, con su experiencia y vocación, contribuyeron a formar una exitosa generación de creadores. Este flujo permanente en San Felipe, genero un enriquecimiento de la formación, un intercambio de experiencias y un crecimiento de la actividad expositiva.
Lamentablemente, a partir de la década de los 80, este rol preponderante de la Escuela de Artes, se diluyo como consecuencia de la diáspora de talentosos y generosos creadores que habían enriquecido al sector. Sin embargo, es importante resaltar el rol significativo que en este mismo periodo, cumplió el Centro Experimental de Talleres Artísticos, como un laboratorio vanguardista de experimentación cultural, con convergencia y comunión de las expresiones plásticas, literarias y teatrales más contemporáneas.
La presencia determinante del Museo Carmelo Fernández, desde el año 1982, con una propuesta de profundización del trabajo de documentación, investigación y documentación no solo de los creadores yaracuyanos, sino también de importantes artistas nacionales y aun internacionales que, con su obra han contribuido a fortalecer y dinamizar el panorama artístico local.
En este sentido, el MUCAF cuenta actualmente con un incremento importante en su colección (un total de 983 obras diversas), logrado a través de donaciones, custodias, adquisiciones y concursos. El MUCAF decidió adquirir obras de artistas nacionales y extranjeros pero realmente su estructura fundamental son los artistas yaracuyano la cual forman parte de la colección en un 70 por cierto. La búsqueda y adquisición de obras de arte y otros objetivos fundamentales para la comprensión de la cultura regional; así como desarrollar programas que estimulen la donación o legado de los mismos, estableciendo un sistema de inventario y registro de los bienes culturales a nivel estadal también a sido parte del trabajo del museo.
Todas estas experiencias confluyen en un espectro exitoso, alentado por un variado, colorido y rico paisajismo, una herencia mítico-religiosa y popular que hace presencia y se asoma en la obra de muchos creadores; una exploración sistemática de los alcances expresivos de la figura humana, ya sea desde los cánones clásicos hasta la recurrencia expresionista y trágica; y así como en la lucida critica del universo pop de los años 60. Lo que sí es innegable y lamentable a la vez, es la poca tendencia al estudio, cultivo y desarrollo de la cerámica y escultura; en favor de una exitosa escuela pictórica fundamentada en el naturalismo, y con poca experimentación en los terrenos de la abstracción.
La presencia rotunda de un contingente de jóvenes artistas, que experimentan con nuevas tendencias, propuestas y medios, nos llevan a pensar en un futuro promisorio. Todo lo anterior nos permite reconocer, entonces, que con altibajos, la propuesta plástica en Yaracuy ha sido exitosa y promete elevados niveles de calidad, con el esfuerzo de jóvenes creadores, el estímulo de los maestros y la presencia en el estado de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores, y teóricos del arte, quienes participan en el desarrollo y crecimiento de la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy. Además del apoyo sistemático y definido del Museo Carmelo Fernández en un proceso constante de estímulo al creador y apoyo a la formación y sistematización del trabajo de documentación, investigación y difusión de los procesos artístico-plásticos locales.
Rafael Principal Torres / mayo 2014
REINVENCIÓN DEL ESPACIO de Gloria Rojas
16/07/22
En esta etapa de mi vida quise, como lo estoy haciendo, desarrollar una propuesta plástica novedosa, desde la experiencia diaria, a partir de la recreación de espacios transitados. Y asumiendo, la vida cotidiana como espacio de interés indagatorio.
El arte, siempre ha tenido el compromiso de ser testimonio de la realidad y, es el artista el visionario que profundiza en los niveles más recónditos de esa realidad cargada de acontecimientos, que aceleran, hasta límites insospechados los cambios que aparecen y suceden con gran velocidad. De allí, la importancia de lo cotidiano, de allí, la importancia que le doy a esta propuesta novedosa, por no decir, desconocida en el arte figurativo de nuestro país.
Las vivencias extraordinarias u ordinarias, son el termómetro de la historia, (Salgueiro, 1998), pues los cambios sociales antes de que se instalen en el mundo macrosocial, se expresan en la vida cotidiana. Sabemos, que aun cuando el individuo no se ve como autor de la historia, su vida cotidiana se hace historia cuando transciende del ámbito personal, y se des-individualiza. En consecuencia, es importante re-valorar las subjetividades que se expresan en la vida cotidiana. (Schwartz Lucas, 2000).
Nos movemos en la vida, a la par en la dialéctica de lo común y lo extraordinario, lo que me ha motivado a coleccionar imágenes fotográficas, para atrapar sucesos de nuestro acontecer, cuya sumatoria viene de la vida diaria, digna de conjuga en un fragmento del todo como un acervo necesario de ser preservado. Al incursionar en el rescate de lo cotidiano, lo transitado, lo desapercibido, lo poco enumerado, lo superficial, capturo la imagen de la artista misma como intérprete fiel, como protagonista del proyecto.
Es a partir del cuerpo con lo que se pretende estetizar o sublimar, la realidad, el entorno, y el contexto del sujeto como artista, en este caso yo: su cuerpo y su sombra, para hacer florecer nuevas subjetividades, nuevas realidades, que arrojan y definen constantemente el hecho de reconstruir y recrear nuevas realidades.
Por lo anteriormente expuesto, considero la importancia de experimentar la cotidianidad a plenitud y a conciencia de mis sentidos: observar nuestro tránsito, sus formas, colores, texturas, son espacios que van más allá de lo que podemos percibir y que abarcan no sólo el conocimiento de los mismos, sino para transformarse en espacios que se confunden y conviven en nuestra conciencia.
Accedemos a espacios percibidos o alguna vez observados con la emoción del sentir, la apropiación del color, la libertad de la línea, la espontaneidad del instante capturado. Podemos observar signos que sugieren más no afirman; el reconocimiento de espacios que construirá con su presencia el espectador a partir de su propia vivencia y de su relación con la obra.
Es pues, la fotografía digitalizada, punto de diálogo, encuentro y acción y detonador de mi proceso creativo. En mi propuesta expositiva, la fotografía, es reinventada desde su procesamiento, para lograr un lenguaje adecuado a la imagen gráfica, para ser traspasada a las técnicas de la pintura. La imagen fotográfica, está íntimamente ligada a mis vivencias, las emociones, a nuestra identidad, a la memoria y a la forma en la cual me encuentro con mi entorno, márgenes que me conmueven, me sorprenden, o me recuerdan hechos o circunstancias propias o ajenas, son potenciadas hasta reinventarla y dotarlas de los elementos estético-plásticos, como una forma de develar y provocar el proceso creativo en el mundo en que vivimos.
Desde las nuevas tecnologías digitales, se abren infinitas posibilidades en el descubrimiento de programas especializados, en la manipulación de la imagen que permite transitar a través de miles de opciones, todas ellas, orientadas a la realización de técnicas gráficas, en este caso la xilografía u otra técnica, cuidando sus valores plásticos, para construir un mensaje visual sólido, desde la observación y la reinterpretación de la imagen digitalizada, a partir del logro de elementos propios de la imagen gráfica.
Desde los inicios del nuevo milenio, hemos tenido cambios acelerados en nuestra cotidianidad. Ya estaban bastante encerradas y coartadas nuestras libertades, cuando llegamos al punto de mayor eclosión de la epidemia Covid 19. Salimos de un problema situacional del país, hacia uno colectivo, de proporciones inimaginables: la pandemia.
Este confinamiento continuo y acelerado, constituye un cambio de costumbres, normas o leyes trascendentales, en las bases esenciales de la existencia del ser humano, éstas se han visto alteradas de forma importante. El espacio habitado cada día se reduce más, apenas unos 300 mts2 aproximadamente, para la comunicación del uno al otro se reduce cada día más, nuestros estados se alteran con frecuencia, tenemos pensamientos menos positivos frente al incierto futuro cercano e innumerables condicionantes negativas.
A partir de la imagen fotografiada y manipulada, me involucré no solo en el conocimiento técnico del objeto, en los aspectos estéticos o el físico. Sino al aspecto subjetivo: Así me pasó con el carrito de mercado un documento a partir del cual interpreto y valoro los contenidos que me afectan en mi cotidianidad. Comencé desarrollando una propuesta plástica desde lo sociológico, lo metafórico. Proyectando y distorsionando la imagen del objeto para el logro de imágenes plásticas de interés, desde una visión cenital, caracterizadas por la expresión minimalista del color, con la presencia del personaje y las sombras del carro de mercado.
Esta investigación, fue evolucionando hacia una desarrollo de los elementos estético -plásticos, ya no me interesa dibujar el objeto en forma descriptiva, me valgo de las líneas, las sombras y el color plano, para desarrollar una obra sobre la cual, a pesar de tener un boceto previo, no podría saber hacia dónde va, es dejarme llevar por la intuición, la emoción y el disfrute del momento creador.
Gloria Rojas, Caracas, Julio 2021
El arte, siempre ha tenido el compromiso de ser testimonio de la realidad y, es el artista el visionario que profundiza en los niveles más recónditos de esa realidad cargada de acontecimientos, que aceleran, hasta límites insospechados los cambios que aparecen y suceden con gran velocidad. De allí, la importancia de lo cotidiano, de allí, la importancia que le doy a esta propuesta novedosa, por no decir, desconocida en el arte figurativo de nuestro país.
Las vivencias extraordinarias u ordinarias, son el termómetro de la historia, (Salgueiro, 1998), pues los cambios sociales antes de que se instalen en el mundo macrosocial, se expresan en la vida cotidiana. Sabemos, que aun cuando el individuo no se ve como autor de la historia, su vida cotidiana se hace historia cuando transciende del ámbito personal, y se des-individualiza. En consecuencia, es importante re-valorar las subjetividades que se expresan en la vida cotidiana. (Schwartz Lucas, 2000).
Nos movemos en la vida, a la par en la dialéctica de lo común y lo extraordinario, lo que me ha motivado a coleccionar imágenes fotográficas, para atrapar sucesos de nuestro acontecer, cuya sumatoria viene de la vida diaria, digna de conjuga en un fragmento del todo como un acervo necesario de ser preservado. Al incursionar en el rescate de lo cotidiano, lo transitado, lo desapercibido, lo poco enumerado, lo superficial, capturo la imagen de la artista misma como intérprete fiel, como protagonista del proyecto.
Es a partir del cuerpo con lo que se pretende estetizar o sublimar, la realidad, el entorno, y el contexto del sujeto como artista, en este caso yo: su cuerpo y su sombra, para hacer florecer nuevas subjetividades, nuevas realidades, que arrojan y definen constantemente el hecho de reconstruir y recrear nuevas realidades.
Por lo anteriormente expuesto, considero la importancia de experimentar la cotidianidad a plenitud y a conciencia de mis sentidos: observar nuestro tránsito, sus formas, colores, texturas, son espacios que van más allá de lo que podemos percibir y que abarcan no sólo el conocimiento de los mismos, sino para transformarse en espacios que se confunden y conviven en nuestra conciencia.
Accedemos a espacios percibidos o alguna vez observados con la emoción del sentir, la apropiación del color, la libertad de la línea, la espontaneidad del instante capturado. Podemos observar signos que sugieren más no afirman; el reconocimiento de espacios que construirá con su presencia el espectador a partir de su propia vivencia y de su relación con la obra.
Es pues, la fotografía digitalizada, punto de diálogo, encuentro y acción y detonador de mi proceso creativo. En mi propuesta expositiva, la fotografía, es reinventada desde su procesamiento, para lograr un lenguaje adecuado a la imagen gráfica, para ser traspasada a las técnicas de la pintura. La imagen fotográfica, está íntimamente ligada a mis vivencias, las emociones, a nuestra identidad, a la memoria y a la forma en la cual me encuentro con mi entorno, márgenes que me conmueven, me sorprenden, o me recuerdan hechos o circunstancias propias o ajenas, son potenciadas hasta reinventarla y dotarlas de los elementos estético-plásticos, como una forma de develar y provocar el proceso creativo en el mundo en que vivimos.
Desde las nuevas tecnologías digitales, se abren infinitas posibilidades en el descubrimiento de programas especializados, en la manipulación de la imagen que permite transitar a través de miles de opciones, todas ellas, orientadas a la realización de técnicas gráficas, en este caso la xilografía u otra técnica, cuidando sus valores plásticos, para construir un mensaje visual sólido, desde la observación y la reinterpretación de la imagen digitalizada, a partir del logro de elementos propios de la imagen gráfica.
Desde los inicios del nuevo milenio, hemos tenido cambios acelerados en nuestra cotidianidad. Ya estaban bastante encerradas y coartadas nuestras libertades, cuando llegamos al punto de mayor eclosión de la epidemia Covid 19. Salimos de un problema situacional del país, hacia uno colectivo, de proporciones inimaginables: la pandemia.
Este confinamiento continuo y acelerado, constituye un cambio de costumbres, normas o leyes trascendentales, en las bases esenciales de la existencia del ser humano, éstas se han visto alteradas de forma importante. El espacio habitado cada día se reduce más, apenas unos 300 mts2 aproximadamente, para la comunicación del uno al otro se reduce cada día más, nuestros estados se alteran con frecuencia, tenemos pensamientos menos positivos frente al incierto futuro cercano e innumerables condicionantes negativas.
A partir de la imagen fotografiada y manipulada, me involucré no solo en el conocimiento técnico del objeto, en los aspectos estéticos o el físico. Sino al aspecto subjetivo: Así me pasó con el carrito de mercado un documento a partir del cual interpreto y valoro los contenidos que me afectan en mi cotidianidad. Comencé desarrollando una propuesta plástica desde lo sociológico, lo metafórico. Proyectando y distorsionando la imagen del objeto para el logro de imágenes plásticas de interés, desde una visión cenital, caracterizadas por la expresión minimalista del color, con la presencia del personaje y las sombras del carro de mercado.
Esta investigación, fue evolucionando hacia una desarrollo de los elementos estético -plásticos, ya no me interesa dibujar el objeto en forma descriptiva, me valgo de las líneas, las sombras y el color plano, para desarrollar una obra sobre la cual, a pesar de tener un boceto previo, no podría saber hacia dónde va, es dejarme llevar por la intuición, la emoción y el disfrute del momento creador.
Gloria Rojas, Caracas, Julio 2021
Signos en el Tiempo, de Ennio Jiménez Emán
22/10/22
Signos en el tiempo, muestra retrospectiva de mi obra plástica que se exhibe en el Museo “Carmelo Fernández” en San Felipe desde octubre 2022 a febrero 2023, reúne una parte de mi producción realizada sobre todo durante estos últimos veinte años en mi antiguo estudio-taller situado en la céntrica calle 19 de esta ciudad, y en mi actual apartamento-estudio ubicado al noroeste en la capital del estado Yaracuy. En el año 2009 el Museo “Carmelo Fernández” organizó una primera exhibición retrospectiva con parte de mis trabajos plásticos. La actual muestra está constituida básicamente por dibujos que se inscriben en la tendencia plástica llamada informalismo abstracto, estando mi formación en dibujo y pintura muy distante del academicismo (aunque no guardo ningún prejuicio negativo u opinión adversa contra el mismo), haciendo personalmente mis propias investigaciones y siguiendo mis naturales impulsos creativos y compositivos. Digamos que en dibujo, que es lo que constituye la mayor parte de mi obra, y en pintura, estoy formado en base a mis experiencias artísticas autodidácticas que se iniciaron cuando estudié un año (en 1973) en la Escuela de Arquitectura de la ULA, en Mérida.
Mis primeras obras fueron collages figurativos, expuestos en la Galería de Arte del Instituto
Politécnico de Barquisimeto en 1982; después realicé otra exposición de grafías, grafismos, signos y huellas dactilares, exhibida en el Museo de Arte Moderno de Mérida en 1983. Luego aquí en esta misma ciudad, a partir del año 1984 y por espacio de cuatro años hasta 1987, tuve personalmente algunos profesores informales como el dibujante Edgar Giménez Peraza y el pintor Luis Noguera, ambos con formación académica, graduados en la escuela de artes plásticas regional “Carmelo Fernández” y profesores en otras instituciones del país, cuando trabajé con ellos en el antiguo Centro Experimental de Talleres Artísticos CETA, donde en la galería de arte de esta Institución se expusieron algunas de mis obras en varias muestras colectivas.
Aparte del ya mencionado informalismo abstracto, otra parte de mi obra (no muy copiosa, aunque sí consecuente) particularmente se inscribe dentro de la tendencia (igualmente abstracta) del arte del “signo y del gesto” o del también llamado Arte Sígnico y Arte Gestual, que igualmente incluye esta muestra. Ambas tendencias -el informalismo y el arte sígnico, esta última derivada de la primera surgieron casi simultáneamente a mediados del siglo pasado y entre quienes se encuentran pintores y dibujantes europeos y estadounidenses como Wols, Soulages, Michaux, Fautrier, Hartung, Mathieu, Kline, Tobey y Pollock en el arte sígnico y gestual; y en el informalismo Dubuffet, Twombly, Francis, Motherwell y Gorky, entre otros. Este primer informalismo de los fundadores fue continuado en Europa y Estados Unidos por otros artistas un poco posteriores y que incluyó a pintores españoles, franceses y de los países bajos entre los cuales sobresalen nombres como los de Tàpies, Cuixart, Saura, Canogar, Guinovart, Millares y Dotremont. En Venezuela el informalismo abstracto surgió igualmente en la pintura y el dibujo como una expresión internacional en las décadas de los años 60 -70, siendo los artistas de más relieve, entre otros, Fernando Irazábal, Alberto Brandt, J.M. Cruxent, Luisa Richter, Mercedes Pardo, Humberto Jaimes Sánchez y Francisco Hung, incluyendo a este último pintor y dibujante como representante del arte sígnico en nuestro país.
En lo concerniente a mis trabajos sígnicos y gestuales específicamente, los mismos contienen signos vacíos, garabatos, rayas, tachones, borrones, grafismos, huellas dactilares, formas incongruentes y larvarias, fragmentos de escritura y caligrafías con o sin significado, predominando en los mismos los tonos negro y gris. Estos elementos que constituyen la estructura del cuadro, tratan de dialogar entre sí, buscando conformar un todo compacto donde impere la libertad cromática y formal, intentando evitar, eso sí, lo caótico y la disolución de la forma. Es, pues, en la superficie y el soporte del cuadro donde se realiza la concreción artística, buscando crear asimismo un ritmo particular, tratando de evitar como ya dije la disolución formal y el desorden compositivo. Evadiendo igualmente a toda costa el peligro de caer en lo decorativo, a lo cual se tiende en el arte abstracto con el uso profuso del color. Mis dibujos sígnicos tratan, pues, de evitar ser meramente decorativos. El “decorativismo” al que propende la abstracción con su variada paleta de color, es entonces el peor de los males que acechan a todo arte que se exhiba en la sala de cualquier casa, institución civil, galería o museo, arte que más bien, creo yo, debería incomodar en cualquiera de esos ámbitos; aunque en verdad es en los amplios espacios del museo donde los cuadros mejor conviven, respiran y pueden ser cobijados a la perfección, dialogando entre sí y anulando cualquier carácter decorativo.
Por lo general mis dibujos, pinturas y collages tienen como soporte básicamente el papel, el cartón y la cartulina doble faz, los cuales utilizo en varios formatos y tamaños, gramajes y texturas que van desde el formato pequeño de un cuarto de pliego al medio pliego empleando en su hechura la técnica mixta (tinta china, gouache, acuarela, acrílico, pastel, pintura industrial, pintura al frío, creyones, creyones de cera); también he realizado unos pocos trabajos en tela o lienzo de mayor dimensión y algunos collages o ensamblajes en cajas de madera. Cada uno de estos soportes plantea un reto distinto al abordar la obra. En mi caso particular, para realizar mis dibujos y pinturas primero parto de una imagen mental visualizada de lo que voy a hacer, aunque después en la hechura de los mismos intervienen el gesto subconsciente, el azar y la improvisación dependiendo de los materiales que dispongo en el momento, siguiendo la obra su propio curso, terminando muchas veces en algo bastante diferente de lo que imaginé en mi mente al empezarla. A menudo frecuentemente busco inspiración para mis trabajos en los grafittis y en el arte muralístico. Señala el mencionado Gillo Dorfles que lo que básicamente distingue al informalismo es la “libertad cromática”, es decir, un uso del color liberado de los esquemas académicos como ya lo habían hecho los impresionistas y los fauvistas, pasando por el arte abstracto de Kandinsky y Klee. En el caso particular de mis composiciones abstractas de formas libres, aunque tengo clara la función de los colores primarios y los secundarios, los cálidos y los fríos, utilizo muchas veces el color de forma intuitiva, e incluso arbitraria.
Por Ennio Jiménez Emán
Encuentros y Desafios del Colectivo Entrelocos
19/11/ 22
El Museo “Carmelo Fernández”, tiene el placer de mostrar un grupo de artistas del colectivo “Entrelocos”, provenientes de los estados Barinas, Cojedes, Mérida, Falcón, Portuguesa, Lara, Yaracuy y Zulia. Esta exposición, despliega la creación artística reciente, cuyas obras son concebidas mediante una diversidad de estrategias, soportes y medios. Es así, como la pintura, la escultura, la cerámica y la fotografía, se articulan desde la pluralidad de sus lenguajes, y manifiestos contemporáneos.
El colectivo, después de dos años de pandemia, vuelve a encontrase para dialogar sus discursos estéticos, como un mecanismo de reflexión, donde dibuja una cartografía, en la que se relacionan piezas ejecutadas en distintos momentos de su trayectoria. Desde los primeros años de su actividad como colectivo, conforman un catálogo, en el que los límites entre imagen y representación, se vuelven visibles y problemáticos, ante la sociedad por sus formas de concebir el arte.
Este grupo de arte, tiene como objetivo, promover y difundir las artes visuales desde las técnicas habituales hasta la elaboración de murales, busca establecer sus huellas, en el campo del arte en el país, pero, además, es reflejo de hacer y pensar en comunidad, aprender al mismo tiempo hacer obra común, por estos principios la exposición no se concibe como un espacio y tiempo cerrado, sino más bien como un conjunto de lugares singulares vinculados, por una trama narrativa abierta, que puede ser abordada como una inversión teórica y práctica del acontecer plástico.
Además, la exhibición, muestra la diversidad de sus investigaciones y prácticas artísticas, detallando una célula del panorama actual de las artes en Venezuela. El encuentro de este repertorio híbrido de opciones, configura el enfoque diverso en el campo de la investigación visual. Esta muestra, se presenta como una transversalidad, para establecer relatos plurales, correspondencias y analogías posmodernas del arte. Este grupo de artistas, de la región occidental, desarrolla en los actuales momentos, procedimientos colectivos para visibilizar las diferentes creaciones individuales.
Así, de manera, dialógica y lejos de una visión lineal, se propone, un recorrido que comienza desde la figuración hasta la abstracción, pero con unas diferencias marcadas, entre territorios plásticos, donde el cromatismo y la experimentación de materiales, se conjugan para enunciar las ideas de estos 24 artistas, que evolucionan y dan la vuelta a sus módulos, creados como forma de resistencia.
Lcdo. Juan Carlos Martínez
El colectivo, después de dos años de pandemia, vuelve a encontrase para dialogar sus discursos estéticos, como un mecanismo de reflexión, donde dibuja una cartografía, en la que se relacionan piezas ejecutadas en distintos momentos de su trayectoria. Desde los primeros años de su actividad como colectivo, conforman un catálogo, en el que los límites entre imagen y representación, se vuelven visibles y problemáticos, ante la sociedad por sus formas de concebir el arte.
Este grupo de arte, tiene como objetivo, promover y difundir las artes visuales desde las técnicas habituales hasta la elaboración de murales, busca establecer sus huellas, en el campo del arte en el país, pero, además, es reflejo de hacer y pensar en comunidad, aprender al mismo tiempo hacer obra común, por estos principios la exposición no se concibe como un espacio y tiempo cerrado, sino más bien como un conjunto de lugares singulares vinculados, por una trama narrativa abierta, que puede ser abordada como una inversión teórica y práctica del acontecer plástico.
Además, la exhibición, muestra la diversidad de sus investigaciones y prácticas artísticas, detallando una célula del panorama actual de las artes en Venezuela. El encuentro de este repertorio híbrido de opciones, configura el enfoque diverso en el campo de la investigación visual. Esta muestra, se presenta como una transversalidad, para establecer relatos plurales, correspondencias y analogías posmodernas del arte. Este grupo de artistas, de la región occidental, desarrolla en los actuales momentos, procedimientos colectivos para visibilizar las diferentes creaciones individuales.
Así, de manera, dialógica y lejos de una visión lineal, se propone, un recorrido que comienza desde la figuración hasta la abstracción, pero con unas diferencias marcadas, entre territorios plásticos, donde el cromatismo y la experimentación de materiales, se conjugan para enunciar las ideas de estos 24 artistas, que evolucionan y dan la vuelta a sus módulos, creados como forma de resistencia.
Lcdo. Juan Carlos Martínez
Primer Encuentro de Criptoarte 2022
25/11/22
“Y como suele suceder, la invención coincidió con el hombre”
Kenneth Clarke
El Museo Carmelo Fernández tiene el placer de exhibir el Primer Encuentro de Criptoarte basado en la nueva experiencia de los NFT a través de la alianza con SpaceArte que se encuentra ubicada en los Estados Unidos.
El arte digital se ha ido convirtiendo en una de las evoluciones más notables del mundo actual, gracias al rápido desarrollo que han tenido las tecnologías de la información y comunicación. Este avance de los medios digitales como herramienta de expresión plástica, da paso a una revolución del arte, dando una opción alterna y viable a los procesos tradicionales de creación artística.
En este sentido, no podemos dejar a lado, que, para haber llegado hasta este punto, los inicios de la herramienta tecnológica como creación plástica comienza a finales de los años 1960, cuando el video entró a formar parte del contexto artístico. El nacimiento del video arte está asociado a los artistas fundamentales, Wolf Vostell y Nam June Paik y al movimiento anarquista “Fluxus” desde los años cincuenta. Esta propuesta es una acción muy propia de la estética antiestética de este movimiento que se apropió del televisor como ícono artístico y como emisor de imágenes catódicas transformadas en esculturas, collage e instalaciones.
La creación digital es una vertiente del arte que emplea las tecnologías electrónicas y digitales modernas para la creación de piezas artísticas, o bien como medio para que estas puedan ser disfrutadas por las personas que son amante de las artes visuales. Con la era digital y los avances tecnológicos del siglo XXI, llegaron los NFT, una nueva forma de presentar la obra de arte en el universo digital. Este concepto está llegando para complementar las diversas técnicas que conforman la estructura del mundo del arte.
El concepto de NFT proviene de sus siglas en inglés (tokens no fungibles) y literalmente es un elemento que no se consume, principalmente por ser de carácter digital es un activo único que no se puede modificar ni trasferir. Esta tecnología permite la creación de una firma única, un certificado digital que asegura la autenticidad del producto artístico. Según los expertos en la materia los NFT es altamente seguro y no se puede duplicar, por esta razón es posible saber cuál es la copia original de un arte digital.
Esta nueva visión del arte tiene sus raíces en las criptomonedas, es la plataforma donde se sostiene la comercialización de las obras de arte de forma electrónica y virtual, motor fundamental de este esqueleto digital, y esto la hace nueva tendencia junto a los programas de inteligencia artificial (ia) que varios artistas plásticos están aplicando en el mundo digital.
Para el Museo Carmelo Fernández y Space Art es un reto poder mostrar a la comunidad la experiencia de esta exposición que reúne a 118 artistas de diferentes latitudes con obras creadas, diseñadas o manipuladas por programas de ordenadores que a efectos de esta experiencia algunas han sido impresas; a su vez otro grupo de piezas se exhiben en un monitor (TV) de última generación y complementa la muestra un recurso que brinda la posibilidad de poder apreciar las obras en conjunto a través del metaverso, un universo en tercera dimensión (3D) en línea que combina múltiples espacios virtuales del museo.
Es importante señalar que la palabra “metaverso” es un acrónimo compuesto por 'meta', que proviene del griego y significa “después” o “más allá”, mientras que 'verso' hace referencia a “universo”, por lo que hablamos de un universo que está más allá del que conocemos. Esto quiere decir, que, en el caso de la exposición, el espectador tiene la posibilidad de sumergirse en los espacios del museo para ver las 118 obras recibidas en este primer encuentro de Criptoarte por medio del escáner de un código QR desde un teléfono móvil. De tal manera, que los usuarios disfrutarán una experiencia física y virtual de la forma más realista posible de las salas de exposiciones del museo adaptadas a las nuevas realidades.
Con esta muestra el Museo Carmelo Fernández fiel a su objetivo de promover y difundir las diversas expresiones artísticas, asume el desafío dando apertura a esta nueva modalidad del lenguaje en el arte contemporáneo y proporciona una visión abierta de la creación plástica en la actualidad. Esta manifestación digital nos obliga a revisar, investigar, analizar, conceptualizar, exhibir y difundir estas las herramientas que enriquecen el territorio creativo por medio de las distintas herramientas tecnológicas que el hombre ha creado para reflexionar sobre su entorno social y espiritual. Lcdo. Juan Carlos Martínez
Martín, Sylvia 2006, Video Arte, pagina 06, Alemania. Taschen.
Duque, Luis Ángel, 2002, Del Cubo Blanco a la Caja Negra. Venezuela, Catalogo del MACSI.
Puentes, Thais, 2022, Que es el Arte Digital. (https://www.crehana.com/blog/estilo-vida/que-es-arte-digital/)
Fernández, Yúbal, 2022, Que son los NFT. (https://www.xataka.com/basics/que-nft-como-funcionan)
Kenneth Clarke
El Museo Carmelo Fernández tiene el placer de exhibir el Primer Encuentro de Criptoarte basado en la nueva experiencia de los NFT a través de la alianza con SpaceArte que se encuentra ubicada en los Estados Unidos.
El arte digital se ha ido convirtiendo en una de las evoluciones más notables del mundo actual, gracias al rápido desarrollo que han tenido las tecnologías de la información y comunicación. Este avance de los medios digitales como herramienta de expresión plástica, da paso a una revolución del arte, dando una opción alterna y viable a los procesos tradicionales de creación artística.
En este sentido, no podemos dejar a lado, que, para haber llegado hasta este punto, los inicios de la herramienta tecnológica como creación plástica comienza a finales de los años 1960, cuando el video entró a formar parte del contexto artístico. El nacimiento del video arte está asociado a los artistas fundamentales, Wolf Vostell y Nam June Paik y al movimiento anarquista “Fluxus” desde los años cincuenta. Esta propuesta es una acción muy propia de la estética antiestética de este movimiento que se apropió del televisor como ícono artístico y como emisor de imágenes catódicas transformadas en esculturas, collage e instalaciones.
La creación digital es una vertiente del arte que emplea las tecnologías electrónicas y digitales modernas para la creación de piezas artísticas, o bien como medio para que estas puedan ser disfrutadas por las personas que son amante de las artes visuales. Con la era digital y los avances tecnológicos del siglo XXI, llegaron los NFT, una nueva forma de presentar la obra de arte en el universo digital. Este concepto está llegando para complementar las diversas técnicas que conforman la estructura del mundo del arte.
El concepto de NFT proviene de sus siglas en inglés (tokens no fungibles) y literalmente es un elemento que no se consume, principalmente por ser de carácter digital es un activo único que no se puede modificar ni trasferir. Esta tecnología permite la creación de una firma única, un certificado digital que asegura la autenticidad del producto artístico. Según los expertos en la materia los NFT es altamente seguro y no se puede duplicar, por esta razón es posible saber cuál es la copia original de un arte digital.
Esta nueva visión del arte tiene sus raíces en las criptomonedas, es la plataforma donde se sostiene la comercialización de las obras de arte de forma electrónica y virtual, motor fundamental de este esqueleto digital, y esto la hace nueva tendencia junto a los programas de inteligencia artificial (ia) que varios artistas plásticos están aplicando en el mundo digital.
Para el Museo Carmelo Fernández y Space Art es un reto poder mostrar a la comunidad la experiencia de esta exposición que reúne a 118 artistas de diferentes latitudes con obras creadas, diseñadas o manipuladas por programas de ordenadores que a efectos de esta experiencia algunas han sido impresas; a su vez otro grupo de piezas se exhiben en un monitor (TV) de última generación y complementa la muestra un recurso que brinda la posibilidad de poder apreciar las obras en conjunto a través del metaverso, un universo en tercera dimensión (3D) en línea que combina múltiples espacios virtuales del museo.
Es importante señalar que la palabra “metaverso” es un acrónimo compuesto por 'meta', que proviene del griego y significa “después” o “más allá”, mientras que 'verso' hace referencia a “universo”, por lo que hablamos de un universo que está más allá del que conocemos. Esto quiere decir, que, en el caso de la exposición, el espectador tiene la posibilidad de sumergirse en los espacios del museo para ver las 118 obras recibidas en este primer encuentro de Criptoarte por medio del escáner de un código QR desde un teléfono móvil. De tal manera, que los usuarios disfrutarán una experiencia física y virtual de la forma más realista posible de las salas de exposiciones del museo adaptadas a las nuevas realidades.
Con esta muestra el Museo Carmelo Fernández fiel a su objetivo de promover y difundir las diversas expresiones artísticas, asume el desafío dando apertura a esta nueva modalidad del lenguaje en el arte contemporáneo y proporciona una visión abierta de la creación plástica en la actualidad. Esta manifestación digital nos obliga a revisar, investigar, analizar, conceptualizar, exhibir y difundir estas las herramientas que enriquecen el territorio creativo por medio de las distintas herramientas tecnológicas que el hombre ha creado para reflexionar sobre su entorno social y espiritual. Lcdo. Juan Carlos Martínez
Martín, Sylvia 2006, Video Arte, pagina 06, Alemania. Taschen.
Duque, Luis Ángel, 2002, Del Cubo Blanco a la Caja Negra. Venezuela, Catalogo del MACSI.
Puentes, Thais, 2022, Que es el Arte Digital. (https://www.crehana.com/blog/estilo-vida/que-es-arte-digital/)
Fernández, Yúbal, 2022, Que son los NFT. (https://www.xataka.com/basics/que-nft-como-funcionan)
Perspectiva del Arte Yaracuyanos en el Golf Club de Lara
12/11/22
Galería de Arte del Golf Club de Barquisimeto
Desde el territorio del bravo cacique Yaracuy, situado en tres de las nueve regiones del país, posee un relieve bastante variado y por lo tanto también clima y vegetación diferente; se caracteriza además de sus montañas, sierras, llanuras, planicies y valles, por una arquitectura al estilo colonial donde evidentemente se conjuga lo español e indígena; así mismo la sincronización de múltiples culturas, que fueron tomando cuerpo y presencia dentro de nuestras costumbres, fusionándose en un mismo espacio; iniciando así, una gran transculturización, que nos acompaña a todos nosotros los yaracuyanos hasta el día de hoy.
Entre ese pasado remoto, la historia reciente y la actualidad, han surgidos notables figuras dentro del ámbito artístico-cultural, como es el caso de nuestro insigne Maestro “Carmelo Fernández “nacido en la comunidad de San José de Guama, Municipio Sucre, estado Yaracuy, quien en vida cumplió múltiples roles, como: ingeniero, militar, litógrafo, acuarelista y cronista grafico; contribuyendo en gran manera, al desarrollo del arte regional, nacional e internacional, a tal punto de que la Escuela de Artes Plásticas de nuestro estado lleva su nombre.
La Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas “Carmelo Fernández”, como inicialmente se llamó esta distinguida institución; que desde su fundación en 1959, ha contribuido a la regularización de los estudios artísticos en nuestra región, facilitando la presencia de artistas venidos de otras latitudes como: José Ramón González, Jorge Arteaga, Hugo Daza, Carlos Prada, Henry Marcano entre otros, que con su experiencia, vocación, y una visión definida en el contexto de las artes plásticas, contribuyeron a generar la sistematización de la formación, un intercambio de experiencia, un crecimiento de la actividad creativa, y una notable presencia en los eventos expositivos regionales y nacionales; también impulso a numerables artistas egresados a emprender en talleres libres de arte, escuelas de pintura y dibujo. Décadas más tarde, el rol preponderante de la Escuela de Artes Plásticas, se afecta notablemente, como consecuencia de la disgregación de estos creadores talentosos que habían fortalecido el sector, y sin dejar de mencionar la influencia negativa y determinante del factor político-partidista en la definición gerencial de la institución, pasado esto, la Escuela continúa con su rol educativo pero imbuida en conflictos gremiales.
Sin embargo en 1980, se funda el Centro Experimental de Talleres Artísticos, C.E.T.A., como una institución independiente, que atendería el área de la literatura y las artes plásticas, rol preponderante que ayudó a equilibrar la producción artística en la región, a través de su laboratorio de experimentación cultural, así como la presencia del Museo “Carmelo Fernández”, desde el año 1982, con una propuesta de valoración y profundización del trabajo de documentación, investigación, promoción y difusión de la obra de los creadores yaracuyanos. Otra fortaleza, es la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Experimental de Yaracuy, U.N.E.Y. Creada en 1999, y que mediante sus programas de formación, ha facilitado la presencia en la entidad de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores y teóricos del arte, quienes han propiciado desarrollo de líneas de investigación en distintos ámbitos culturales.
Todo lo anterior, permite reconocer, entonces, que con altibajos la propuesta plástica en la entidad confluye en un espectro exitoso, alentado por el interés de estas generaciones de artistas, enfocados en comprender la vida, como algo que merece ser representado, desde la conciencia estética de cada creador. Esta perspectiva de la plástica yaracuyana, nos sirve hoy de pretexto para agrupar a 20 artistas de la región, arte autodidacta, una forma de crear que aún hoy genera susceptibilidades, pero debemos tener en cuenta que son artistas en continuo aprendizaje, recordemos que el mismísimo Leonardo Da Vinci, fue uno de los grandes maestros autodidactas de la historia. Modernos académicos, basados netamente en la experimentación; son comentaristas legítimos de su propio arte, imbuidos en las ideas y actitudes del cosmo, desde su perspectiva, cimientan sus composiciones, caracterizadas por estilos inconfundibles en el que se aprecia una excelente factura, gracias a la experiencia en el manejo conceptual de la técnica y los materiales empleados, con los que operan y dan forma a su visión de mundo. Lo contemporáneo, creadores con gran capacidad descriptiva, que hacen referencia a lo que ocurre en nuestra época, lo que coexiste, lo actual, lo nuevo, lo de hoy, artistas preocupados generalmente por sus mensajes intelectuales más que estéticos, artistas que a través de la narrativa plástica, se resisten a las articulaciones discursivas hegemónicas. Sin dejar de mencionar, la víspera de los despliegues tecnológicos; la inteligencia artificial (IA) capaz de convertir descripciones de texto en imágenes, nuevos desafíos tecnológicos, que podrían dejar de lado las representaciones propias del genio humano.
Lcdo. Ramón Caracas
Entre ese pasado remoto, la historia reciente y la actualidad, han surgidos notables figuras dentro del ámbito artístico-cultural, como es el caso de nuestro insigne Maestro “Carmelo Fernández “nacido en la comunidad de San José de Guama, Municipio Sucre, estado Yaracuy, quien en vida cumplió múltiples roles, como: ingeniero, militar, litógrafo, acuarelista y cronista grafico; contribuyendo en gran manera, al desarrollo del arte regional, nacional e internacional, a tal punto de que la Escuela de Artes Plásticas de nuestro estado lleva su nombre.
La Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas “Carmelo Fernández”, como inicialmente se llamó esta distinguida institución; que desde su fundación en 1959, ha contribuido a la regularización de los estudios artísticos en nuestra región, facilitando la presencia de artistas venidos de otras latitudes como: José Ramón González, Jorge Arteaga, Hugo Daza, Carlos Prada, Henry Marcano entre otros, que con su experiencia, vocación, y una visión definida en el contexto de las artes plásticas, contribuyeron a generar la sistematización de la formación, un intercambio de experiencia, un crecimiento de la actividad creativa, y una notable presencia en los eventos expositivos regionales y nacionales; también impulso a numerables artistas egresados a emprender en talleres libres de arte, escuelas de pintura y dibujo. Décadas más tarde, el rol preponderante de la Escuela de Artes Plásticas, se afecta notablemente, como consecuencia de la disgregación de estos creadores talentosos que habían fortalecido el sector, y sin dejar de mencionar la influencia negativa y determinante del factor político-partidista en la definición gerencial de la institución, pasado esto, la Escuela continúa con su rol educativo pero imbuida en conflictos gremiales.
Sin embargo en 1980, se funda el Centro Experimental de Talleres Artísticos, C.E.T.A., como una institución independiente, que atendería el área de la literatura y las artes plásticas, rol preponderante que ayudó a equilibrar la producción artística en la región, a través de su laboratorio de experimentación cultural, así como la presencia del Museo “Carmelo Fernández”, desde el año 1982, con una propuesta de valoración y profundización del trabajo de documentación, investigación, promoción y difusión de la obra de los creadores yaracuyanos. Otra fortaleza, es la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Experimental de Yaracuy, U.N.E.Y. Creada en 1999, y que mediante sus programas de formación, ha facilitado la presencia en la entidad de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores y teóricos del arte, quienes han propiciado desarrollo de líneas de investigación en distintos ámbitos culturales.
Todo lo anterior, permite reconocer, entonces, que con altibajos la propuesta plástica en la entidad confluye en un espectro exitoso, alentado por el interés de estas generaciones de artistas, enfocados en comprender la vida, como algo que merece ser representado, desde la conciencia estética de cada creador. Esta perspectiva de la plástica yaracuyana, nos sirve hoy de pretexto para agrupar a 20 artistas de la región, arte autodidacta, una forma de crear que aún hoy genera susceptibilidades, pero debemos tener en cuenta que son artistas en continuo aprendizaje, recordemos que el mismísimo Leonardo Da Vinci, fue uno de los grandes maestros autodidactas de la historia. Modernos académicos, basados netamente en la experimentación; son comentaristas legítimos de su propio arte, imbuidos en las ideas y actitudes del cosmo, desde su perspectiva, cimientan sus composiciones, caracterizadas por estilos inconfundibles en el que se aprecia una excelente factura, gracias a la experiencia en el manejo conceptual de la técnica y los materiales empleados, con los que operan y dan forma a su visión de mundo. Lo contemporáneo, creadores con gran capacidad descriptiva, que hacen referencia a lo que ocurre en nuestra época, lo que coexiste, lo actual, lo nuevo, lo de hoy, artistas preocupados generalmente por sus mensajes intelectuales más que estéticos, artistas que a través de la narrativa plástica, se resisten a las articulaciones discursivas hegemónicas. Sin dejar de mencionar, la víspera de los despliegues tecnológicos; la inteligencia artificial (IA) capaz de convertir descripciones de texto en imágenes, nuevos desafíos tecnológicos, que podrían dejar de lado las representaciones propias del genio humano.
Lcdo. Ramón Caracas