“Imaginarios de la Casa Grande”, Obras de la Colección del Museo de Barquisimeto. En homenaje a Edgar Sánchez (1940-2022)
04/03/2023 Sala 3
“…Tú recurres a plasmar tu interioridad o a buscar ese diálogo profundo
en una relación muy íntima y conmovedora, y sobre todo esencialmente solitaria,
que se da con tu propio ser. Creo que eso es la obra de arte.”
Edgar Sánchez. 1980
Edgar Sánchez artista nativo del Estado Lara, Premio Nacional de Artes Plásticas cuya obra se ha integrado al patrimonio de Museo de Barquisimeto, sostuvo un proceso de creación conformado por diversas etapas y tránsitos, en las cuales se evidencian las transformaciones de su sensibilidad y de sus planteamientos como parte además de diversos momentos estéticos que se han vivido en el país. En esta muestra se parte del lenguaje del homenajeado, desde sus inicios y experimentaciones hasta su obra más madura para emparentarlo con autores(as) contemporáneos a él, tanto por cronología de vida como por emergencia de los lenguajes de consolidación, casi todos sucedidos a finales de los años 70 del siglo XX, con especial protagonismo en los años 80, década cuando además se funda el Museo de Barquisimeto por lo cual se cruzan los dos ejes históricos. De allí devienen dos intereses, que Edgar Sánchez, de una u otra manera recorre, y que hace de su trayectoria un legado.
Variaciones sobre el entorno
En esta El primer conjunto es de la indagación sobre el horizonte y la naturaleza como una cantera para investigar los elementos de expresión: planos, luces, texturas, líneas, recursos de amplificación, esquematización, etc. hasta casi transformar cada elemento del entorno en una síntesis de marca muy personal e inconfundible. En este primer camino se agrupa un número importante de autores (as), que presentan referencias de la realidad más allá de la noción tradicional del paisaje ,en la cual todos son coincidentes, con obras que reflexionan sobre detalles amplificados, (Roseliano García y Antonio Scorches) o en capas cromáticas donde se medita el horizonte, (Aguedo Parra, Armando Pérez) o contienen atmósferas desde lo corpóreo o lo aéreo, (Jesús Armando Villalón, Ramón Chirinos, Ana María Mazzei) desde lo estructural de la naturaleza y de lo urbano, (Pedro Barreto, Esteban Castillo, Luís Barreto y Francisco Hung) unos artistas con la riqueza de lo texturado otros con la serenidad de lo plano, especie de diálogo entre un susurro ó un estruendo pues en todos hay una eclosión o una serenidad sea del color, el valor o de la línea.
Imaginarios de la figuración
El otro recorrido de la muestra reune del homenajeado su profundo interés por la figuración y por particularizar o aislar detalles de la figura pero con base a propuestas muy personales, como una marca que lo particulariza, dentro de esta lectura conseguimos a Alexis Mujica, (con un realismo que al mismo tiempo es distopía), la suspendida silueta de Francisco Bellorín dentro de una atmósfera surreal, el expresionismo del color y del gesto en Tomás Musset y también se incorporan por reflexión de los elementos orgánicos con propuestas que hacen inconfundibles los lenguajes de Colette Delozanne y Nohemí Márquez, aunque con otros medios y de manera tridimensional, en esas obras se siente la pasión por lo matérico y lo texturado que Sánchez logra con otros recursos en sus piezas bidimensionales. Todos con gran maestría profundizan como sugerencia, los rictus y los gestos profundos, las huellas del misterio. Invitaciones todas a trascender lo inmediato, porque partiendo de la realidad trabajan con la otra realidad donde sintetizan la vida, reconocen el sueño, las pasiones, los dramas y tragedias, desde la organicidad, desde la vida, desde la figuración.
En cuanto al título de la muestra “Imaginarios de la Casa Grande” se jugó con el epíteto que se ganó la institución, como la Casa Grande de los Barquisimetanos y todos los eventos con montajes híbridos, multidisciplinarios que se quedaron en la memoria de varias generaciones y que por las particularidades que ofrece nuestra antiguo y digno edificio se impregnan de una especial subjetividad que se vive en sus texturas, techos, y todos los componentes que el sitio resguarda; allí se desarrollaron sucesos de índole cultural diversos, no solo ligados a las artes visuales entendidas como agrupaciones de objetos sino como experiencias de percepción, de emocionalidades, de degustares, de afectos y encuentros. Las obras tienen la envoltura de ese contexto donde han sido vividas de alguna manera.
Edgar Sánchez. Aguada Grande – Edo. Lara, 28-09-1.940 – Caracas, 11-05-2022. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas de Barquisimeto (1954-1959) y en la Facultad de Arquitectura de la UCV (1960-1966). Se paseó por varias etapas hasta consolidarse dentro de la nueva figuración, aunque siempre indagó en las diversas posibilidades plásticas del entorno, como superficie y como atmósfera. Dictó cátedra en la Escuela de Arte de la Facultad de Humanidades y Educación, de la UCV entre 1973 y 1986, así como en la Escuela Cristóbal Rojas y el Instituto Neumann. A lo largo de su trayectoria demostró una especial maestría y rigurosidad tanto en el dibujo, el grabado, la pintura y las técnicas mixtas. Recibió importantes premios en los salones de mayor prestigio en Venezuela, y el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1998, además del Doctorado Honoris Causa de la UCLA en 2012.
Prof. María Elena Díaz Carmona. Escritora e investigadora.
Julio-noviembre 2022
en una relación muy íntima y conmovedora, y sobre todo esencialmente solitaria,
que se da con tu propio ser. Creo que eso es la obra de arte.”
Edgar Sánchez. 1980
Edgar Sánchez artista nativo del Estado Lara, Premio Nacional de Artes Plásticas cuya obra se ha integrado al patrimonio de Museo de Barquisimeto, sostuvo un proceso de creación conformado por diversas etapas y tránsitos, en las cuales se evidencian las transformaciones de su sensibilidad y de sus planteamientos como parte además de diversos momentos estéticos que se han vivido en el país. En esta muestra se parte del lenguaje del homenajeado, desde sus inicios y experimentaciones hasta su obra más madura para emparentarlo con autores(as) contemporáneos a él, tanto por cronología de vida como por emergencia de los lenguajes de consolidación, casi todos sucedidos a finales de los años 70 del siglo XX, con especial protagonismo en los años 80, década cuando además se funda el Museo de Barquisimeto por lo cual se cruzan los dos ejes históricos. De allí devienen dos intereses, que Edgar Sánchez, de una u otra manera recorre, y que hace de su trayectoria un legado.
Variaciones sobre el entorno
En esta El primer conjunto es de la indagación sobre el horizonte y la naturaleza como una cantera para investigar los elementos de expresión: planos, luces, texturas, líneas, recursos de amplificación, esquematización, etc. hasta casi transformar cada elemento del entorno en una síntesis de marca muy personal e inconfundible. En este primer camino se agrupa un número importante de autores (as), que presentan referencias de la realidad más allá de la noción tradicional del paisaje ,en la cual todos son coincidentes, con obras que reflexionan sobre detalles amplificados, (Roseliano García y Antonio Scorches) o en capas cromáticas donde se medita el horizonte, (Aguedo Parra, Armando Pérez) o contienen atmósferas desde lo corpóreo o lo aéreo, (Jesús Armando Villalón, Ramón Chirinos, Ana María Mazzei) desde lo estructural de la naturaleza y de lo urbano, (Pedro Barreto, Esteban Castillo, Luís Barreto y Francisco Hung) unos artistas con la riqueza de lo texturado otros con la serenidad de lo plano, especie de diálogo entre un susurro ó un estruendo pues en todos hay una eclosión o una serenidad sea del color, el valor o de la línea.
Imaginarios de la figuración
El otro recorrido de la muestra reune del homenajeado su profundo interés por la figuración y por particularizar o aislar detalles de la figura pero con base a propuestas muy personales, como una marca que lo particulariza, dentro de esta lectura conseguimos a Alexis Mujica, (con un realismo que al mismo tiempo es distopía), la suspendida silueta de Francisco Bellorín dentro de una atmósfera surreal, el expresionismo del color y del gesto en Tomás Musset y también se incorporan por reflexión de los elementos orgánicos con propuestas que hacen inconfundibles los lenguajes de Colette Delozanne y Nohemí Márquez, aunque con otros medios y de manera tridimensional, en esas obras se siente la pasión por lo matérico y lo texturado que Sánchez logra con otros recursos en sus piezas bidimensionales. Todos con gran maestría profundizan como sugerencia, los rictus y los gestos profundos, las huellas del misterio. Invitaciones todas a trascender lo inmediato, porque partiendo de la realidad trabajan con la otra realidad donde sintetizan la vida, reconocen el sueño, las pasiones, los dramas y tragedias, desde la organicidad, desde la vida, desde la figuración.
En cuanto al título de la muestra “Imaginarios de la Casa Grande” se jugó con el epíteto que se ganó la institución, como la Casa Grande de los Barquisimetanos y todos los eventos con montajes híbridos, multidisciplinarios que se quedaron en la memoria de varias generaciones y que por las particularidades que ofrece nuestra antiguo y digno edificio se impregnan de una especial subjetividad que se vive en sus texturas, techos, y todos los componentes que el sitio resguarda; allí se desarrollaron sucesos de índole cultural diversos, no solo ligados a las artes visuales entendidas como agrupaciones de objetos sino como experiencias de percepción, de emocionalidades, de degustares, de afectos y encuentros. Las obras tienen la envoltura de ese contexto donde han sido vividas de alguna manera.
Edgar Sánchez. Aguada Grande – Edo. Lara, 28-09-1.940 – Caracas, 11-05-2022. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas de Barquisimeto (1954-1959) y en la Facultad de Arquitectura de la UCV (1960-1966). Se paseó por varias etapas hasta consolidarse dentro de la nueva figuración, aunque siempre indagó en las diversas posibilidades plásticas del entorno, como superficie y como atmósfera. Dictó cátedra en la Escuela de Arte de la Facultad de Humanidades y Educación, de la UCV entre 1973 y 1986, así como en la Escuela Cristóbal Rojas y el Instituto Neumann. A lo largo de su trayectoria demostró una especial maestría y rigurosidad tanto en el dibujo, el grabado, la pintura y las técnicas mixtas. Recibió importantes premios en los salones de mayor prestigio en Venezuela, y el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1998, además del Doctorado Honoris Causa de la UCLA en 2012.
Prof. María Elena Díaz Carmona. Escritora e investigadora.
Julio-noviembre 2022
Entre Diabladas te Veas, Proyecto Ciudad Compartida
17/02/2023 Sala Alterna "José Antonio Abreu". Centro Académico Regional de San Felipe.
La festividad de Corpus Christi, ubicada ocho días después del Domingo de la Santísima Trinidad, fecha variable entre mayo y junio, es una conmemoración católica donde se busca resaltar la presencia de Cristo en el Sacramento de la Eucaristía. Desde el siglo XIII, los europeos la celebraron con majestuosidad, destacándose la presencia de gigantes, cabezudos, y otras figuras como águilas, dragones y diablos o diabladas. Figura, esta última, que pasó a América, por lo que se pueden encontrar enmascarados en las fiestas de Corpus Christi de Bolivia, Perú, Panamá y Venezuela.
Esta festividad permanece vigente en Venezuela desde hace más de cuatrocientos años, es una de las fiestas rituales más significativas, fiel expresión del mestizaje y la diversidad cultural característica de la sociedad venezolana.
Los Diablos Danzantes del Corpus Christi en Venezuela son las cofradías religiosas más antiguas de América. Las sociedades o hermandades del Santísimo tienen un carácter jerárquico y en algunas comunidades los rangos mayores son hereditarios.
Once comunidades ubicadas en la región centro norte del país celebran el Corpus Christi con la danza de sus diablos. Naiguatá en el estado Vargas, Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo en el estado Aragua; San Millán y Patanemo en el estado Carabobo, San Rafael de Orituco en el estado Guárico, Tinaquillo en el estado Cojedes y San Francisco de Yare en el estado Miranda.
De cada una de estas once cofradías de diablos danzantes se presentan en esta exposición un pequeña selección de imágenes fotográficas de un conjunto más amplio que, pertenecientes a la Fundación Proyecto Ciudad Compartida, movimiento fotográfico venezolano, que este año 2023 celebrará 20 años de actividades dentro y fuera de nuestro país, el Museo Carmelo Fernández presenta en esta exposición inaugural denominada Entre Diabladas te veas en la Galería José Antonio Abreu en el Centro Académico Regional San Felipe, sede del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, expuestas en el año 2013 en Beijing, China, pocos meses después de ser declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad con la finalidad de celebrar esta tan prestigiosa e importante denominación.
Participan en esta exposición los trabajos fotográficos de Henry Cedeño, Frank Araujo, Héctor Valera Casamayor, Julio Reyes, Inger Montoya, Carolina Ferreira, Jorge Maraima, Morela Cuba, Jorge Luís Santos, Magda González, quienes nos ofrecen su visión particular de esta importante celebración anual, mirada sensible y aguda donde captan gestos, movimientos, formas, colores y lugares donde se llevan a cabo los recorridos en que la población acompaña esta expresión religiosa ancestral.
Lcdo. Alexander O. Brandt A.
San Felipe, febrero de 2023.
Esta festividad permanece vigente en Venezuela desde hace más de cuatrocientos años, es una de las fiestas rituales más significativas, fiel expresión del mestizaje y la diversidad cultural característica de la sociedad venezolana.
Los Diablos Danzantes del Corpus Christi en Venezuela son las cofradías religiosas más antiguas de América. Las sociedades o hermandades del Santísimo tienen un carácter jerárquico y en algunas comunidades los rangos mayores son hereditarios.
Once comunidades ubicadas en la región centro norte del país celebran el Corpus Christi con la danza de sus diablos. Naiguatá en el estado Vargas, Cata, Cuyagua, Chuao, Ocumare de la Costa y Turiamo en el estado Aragua; San Millán y Patanemo en el estado Carabobo, San Rafael de Orituco en el estado Guárico, Tinaquillo en el estado Cojedes y San Francisco de Yare en el estado Miranda.
De cada una de estas once cofradías de diablos danzantes se presentan en esta exposición un pequeña selección de imágenes fotográficas de un conjunto más amplio que, pertenecientes a la Fundación Proyecto Ciudad Compartida, movimiento fotográfico venezolano, que este año 2023 celebrará 20 años de actividades dentro y fuera de nuestro país, el Museo Carmelo Fernández presenta en esta exposición inaugural denominada Entre Diabladas te veas en la Galería José Antonio Abreu en el Centro Académico Regional San Felipe, sede del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, expuestas en el año 2013 en Beijing, China, pocos meses después de ser declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad con la finalidad de celebrar esta tan prestigiosa e importante denominación.
Participan en esta exposición los trabajos fotográficos de Henry Cedeño, Frank Araujo, Héctor Valera Casamayor, Julio Reyes, Inger Montoya, Carolina Ferreira, Jorge Maraima, Morela Cuba, Jorge Luís Santos, Magda González, quienes nos ofrecen su visión particular de esta importante celebración anual, mirada sensible y aguda donde captan gestos, movimientos, formas, colores y lugares donde se llevan a cabo los recorridos en que la población acompaña esta expresión religiosa ancestral.
Lcdo. Alexander O. Brandt A.
San Felipe, febrero de 2023.
Perspectiva de la Plástica Yaracuyana
27/01/2023 Sala Alterna "Luís Ramírez Valero". Casa de la Cultura José Peñalver de Yaritagua.
Desde el territorio del bravo cacique Yaracuy, situado en tres de las nueve regiones del país, posee un relieve bastante variado y por lo tanto también clima y vegetación diferente; se caracteriza además de sus montañas, sierras, llanuras, planicies y valles, por una arquitectura al estilo colonial donde evidentemente se conjuga lo español e indígena; así mismo la sincronización de múltiples culturas, que fueron tomando cuerpo y presencia dentro de nuestras costumbres, fusionándose en un mismo espacio; iniciando así, una gran transculturización, que nos acompaña a todos nosotros los yaracuyanos hasta el día de hoy.
Entre ese pasado remoto, la historia reciente y la actualidad, han surgidos notables figuras dentro del ámbito artístico-cultural, como es el caso de nuestro insigne Maestro “Carmelo Fernández “nacido en la comunidad de San José de Guama, Municipio Sucre, estado Yaracuy, quien en vida cumplió múltiples roles, como: ingeniero, militar, litógrafo, acuarelista y cronista grafico; contribuyendo en gran manera, al desarrollo del arte regional, nacional e internacional, a tal punto de que la Escuela de Artes Plásticas de nuestro estado lleva su nombre.
La Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas “Carmelo Fernández”, como inicialmente se llamó esta distinguida institución; que desde su fundación en 1959, ha contribuido a la regularización de los estudios artísticos en nuestra región, facilitando la presencia de artistas venidos de otras latitudes como: José Ramón González, Jorge Arteaga, Hugo Daza, Carlos Prada, Henry Marcano entre otros, que con su experiencia, vocación, y una visión definida en el contexto de las artes plásticas, contribuyeron a generar la sistematización de la formación, un intercambio de experiencia, un crecimiento de la actividad creativa, y una notable presencia en los eventos expositivos regionales y nacionales; también impulso a numerables artistas egresados a emprender en talleres libres de arte, escuelas de pintura y dibujo. Décadas más tarde, el rol preponderante de la Escuela de Artes Plásticas, se afecta notablemente, como consecuencia de la disgregación de estos creadores talentosos que habían fortalecido el sector, y sin dejar de mencionar la influencia negativa y determinante del factor político-partidista en la definición gerencial de la institución, pasado esto, la Escuela continúa con su rol educativo pero imbuida en conflictos gremiales.
Sin embargo en 1980, se funda el Centro Experimental de Talleres Artísticos, C.E.T.A., como una institución independiente, que atendería el área de la literatura y las artes plásticas, rol preponderante que ayudó a equilibrar la producción artística en la región, a través de su laboratorio de experimentación cultural, así como la presencia del Museo “Carmelo Fernández”, desde el año 1982, con una propuesta de valoración y profundización del trabajo de documentación, investigación, promoción y difusión de la obra de los creadores yaracuyanos. Otra fortaleza, es la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Experimental de Yaracuy, U.N.E.Y. Creada en 1999, y que mediante sus programas de formación, ha facilitado la presencia en la entidad de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores y teóricos del arte, quienes han propiciado desarrollo de líneas de investigación en distintos ámbitos culturales.
Todo lo anterior, permite reconocer, entonces, que con altibajos la propuesta plástica en la entidad confluye en un espectro exitoso, alentado por el interés de estas generaciones de artistas, enfocados en comprender la vida, como algo que merece ser representado, desde la conciencia estética de cada creador. Esta perspectiva de la plástica yaracuyana, nos sirve hoy de pretexto para agrupar a 20 artistas de la región, arte autodidacta, una forma de crear que aún hoy genera susceptibilidades, pero debemos tener en cuenta que son artistas en continuo aprendizaje, recordemos que el mismísimo Leonardo Da Vinci, fue uno de los grandes maestros autodidactas de la historia. Modernos académicos, basados netamente en la experimentación; son comentaristas legítimos de su propio arte, imbuidos en las ideas y actitudes del cosmo, desde su perspectiva, cimientan sus composiciones, caracterizadas por estilos inconfundibles en el que se aprecia una excelente factura, gracias a la experiencia en el manejo conceptual de la técnica y los materiales empleados, con los que operan y dan forma a su visión de mundo. Lo contemporáneo, creadores con gran capacidad descriptiva, que hacen referencia a lo que ocurre en nuestra época, lo que coexiste, lo actual, lo nuevo, lo de hoy, artistas preocupados generalmente por sus mensajes intelectuales más que estéticos, artistas que a través de la narrativa plástica, se resisten a las articulaciones discursivas hegemónicas. Sin dejar de mencionar, la víspera de los despliegues tecnológicos; la inteligencia artificial (IA) capaz de convertir descripciones de texto en imágenes, nuevos desafíos tecnológicos, que podrían dejar de lado las representaciones propias del genio humano.
Lcdo. Ramón Caracas
Entre ese pasado remoto, la historia reciente y la actualidad, han surgidos notables figuras dentro del ámbito artístico-cultural, como es el caso de nuestro insigne Maestro “Carmelo Fernández “nacido en la comunidad de San José de Guama, Municipio Sucre, estado Yaracuy, quien en vida cumplió múltiples roles, como: ingeniero, militar, litógrafo, acuarelista y cronista grafico; contribuyendo en gran manera, al desarrollo del arte regional, nacional e internacional, a tal punto de que la Escuela de Artes Plásticas de nuestro estado lleva su nombre.
La Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas “Carmelo Fernández”, como inicialmente se llamó esta distinguida institución; que desde su fundación en 1959, ha contribuido a la regularización de los estudios artísticos en nuestra región, facilitando la presencia de artistas venidos de otras latitudes como: José Ramón González, Jorge Arteaga, Hugo Daza, Carlos Prada, Henry Marcano entre otros, que con su experiencia, vocación, y una visión definida en el contexto de las artes plásticas, contribuyeron a generar la sistematización de la formación, un intercambio de experiencia, un crecimiento de la actividad creativa, y una notable presencia en los eventos expositivos regionales y nacionales; también impulso a numerables artistas egresados a emprender en talleres libres de arte, escuelas de pintura y dibujo. Décadas más tarde, el rol preponderante de la Escuela de Artes Plásticas, se afecta notablemente, como consecuencia de la disgregación de estos creadores talentosos que habían fortalecido el sector, y sin dejar de mencionar la influencia negativa y determinante del factor político-partidista en la definición gerencial de la institución, pasado esto, la Escuela continúa con su rol educativo pero imbuida en conflictos gremiales.
Sin embargo en 1980, se funda el Centro Experimental de Talleres Artísticos, C.E.T.A., como una institución independiente, que atendería el área de la literatura y las artes plásticas, rol preponderante que ayudó a equilibrar la producción artística en la región, a través de su laboratorio de experimentación cultural, así como la presencia del Museo “Carmelo Fernández”, desde el año 1982, con una propuesta de valoración y profundización del trabajo de documentación, investigación, promoción y difusión de la obra de los creadores yaracuyanos. Otra fortaleza, es la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Experimental de Yaracuy, U.N.E.Y. Creada en 1999, y que mediante sus programas de formación, ha facilitado la presencia en la entidad de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores y teóricos del arte, quienes han propiciado desarrollo de líneas de investigación en distintos ámbitos culturales.
Todo lo anterior, permite reconocer, entonces, que con altibajos la propuesta plástica en la entidad confluye en un espectro exitoso, alentado por el interés de estas generaciones de artistas, enfocados en comprender la vida, como algo que merece ser representado, desde la conciencia estética de cada creador. Esta perspectiva de la plástica yaracuyana, nos sirve hoy de pretexto para agrupar a 20 artistas de la región, arte autodidacta, una forma de crear que aún hoy genera susceptibilidades, pero debemos tener en cuenta que son artistas en continuo aprendizaje, recordemos que el mismísimo Leonardo Da Vinci, fue uno de los grandes maestros autodidactas de la historia. Modernos académicos, basados netamente en la experimentación; son comentaristas legítimos de su propio arte, imbuidos en las ideas y actitudes del cosmo, desde su perspectiva, cimientan sus composiciones, caracterizadas por estilos inconfundibles en el que se aprecia una excelente factura, gracias a la experiencia en el manejo conceptual de la técnica y los materiales empleados, con los que operan y dan forma a su visión de mundo. Lo contemporáneo, creadores con gran capacidad descriptiva, que hacen referencia a lo que ocurre en nuestra época, lo que coexiste, lo actual, lo nuevo, lo de hoy, artistas preocupados generalmente por sus mensajes intelectuales más que estéticos, artistas que a través de la narrativa plástica, se resisten a las articulaciones discursivas hegemónicas. Sin dejar de mencionar, la víspera de los despliegues tecnológicos; la inteligencia artificial (IA) capaz de convertir descripciones de texto en imágenes, nuevos desafíos tecnológicos, que podrían dejar de lado las representaciones propias del genio humano.
Lcdo. Ramón Caracas
9no Salón Regional de Artes Visuales Día del Yaracuy
24/03/23 sala 2
El Gobierno Bolivariano del Estado Yaracuy junto al Instituto de Cultura y la Alcaldía del Municipio Bolivariano de Independencia, con el apoyo del Museo “Carmelo Fernández” abren nuevamente las puertas de la 9na Edición del Salón Regional de Artes Visuales Día del Yaracuy. Evento de confrontación de artes plástica que constituye un momento para reflexionar y revisar nuestro devenir como pueblo creador en el mundo de las artes plásticas.
En esta edición del Salón de Arte Visuales, los artistas plásticos vuelven a confiar nuevamente en este evento para dialogar sobre las distintas visiones o tendencias de las artes plásticas en nuestro estado, considerando que es uno de los pocos salones a nivel nacional que en los actuales momentos se mantienen en pie de lucha ante la situación económica.
En este sentido, el concepto del Salón de Arte se caracteriza por las tendencias plásticas que van desde el dibujo, la pintura, la cerámica y la fotografía como vehículo para desarrollar los distintos enfoques sobre lo místico religioso, la naturaleza, la abstracción y el cuerpo, como forma expresión del hombre.
Por lo tanto, en el lenguaje de lo místico religioso, vamos a conseguir a las artistas plásticas Victoria Patricia Proaño y Mariangel Rodríguez con sus estilos reflexionan sobre lo sagrado desde visiones simbólicas sobre la imagen de María Lionza y la mujer, donde la iconografía ritual hace su presencia sobre los distintos soportes. Por otro lado, los artistas Leonardo Tezara, Freddy Pérez, Rafael Rijo, Helen Stojilkowic, Néstor Carrera, Adolfredo Brizuela, Carlos Jiménez y Robert Gutiérrez, abordan el tema de la naturaleza y su fauna recreando desde la memoria una alucinación por el medio ambiente y su interacción con el hombre.
Así mismo los creadores Hugo Álvarez, Francisco Villoria, Arnaldo Yarza, Andreina Zavarce, Josué Briceño, Roger Boguier, Solangel Torrealba, Adonis González, Roberto James, Alejandro Fernández, Jesús Linarez, Nick Ramírez, Felipa Medina, Héctor Contreras, Andy Mendoza, Scarlet Capdevielle e Itamar Padilla, se centran en la representación del rostro y el cuerpo con estilos y técnicas distintas, para expresar con destreza y dominio las formas anatómicas como mecanismo sociológico que imprimen el derroche de color y contraste, a través de los diferentes planos. Por último, los artistas Alexander Torres, Geraldo Tovar, Yajaira Hernández, Oswaldo Arias y Musiu Parra, expresan desde la abstracción, como lenguaje para experimentar desde la imagen, la materia industrial y orgánica, diferentes formas de sentir o vivir el universo sígnicos por medio de líneas, texturas y color.
Obras Ganadoras
El Gran Premio Gobernación del Estado Yaracuy, recayóen la obra titulada Serie Asfixia de la artista Michelina Farrauto, propuesta que revela investigación, trasmite sensibilidad de la temática e invita a la reflexión desde el contexto urbano, además, se observa el dominio de técnica y materiales, donde se aprecia la búsqueda de incorporación de nuevos elementos que enriquecen el discurso; como su nombre lo indica, Asfixia, trasmite el transitar de la artista en una sociedad convulsa, compleja, llena de estereotipos impuestos, estilos de vida que invita a la reflexión.
El Segundo Premio Gobernación del Estado Yaracuy, le fue otorgado a la obra Diablos de Yare del artista Vicente Ramírez, pieza que muestra el dominio de la técnica como es la talla en madera y la pintura, dando como resultado una policromía que resalta la manifestación cultural patrimonial como son los Diablos dancístico. A nivel plástico los elementos geométricos de fondo marcan un ritmo que al fusionarse con la representación de los diablos danzantes expresan la sincronía propia del rito.
El Tercer Premio Gobernación del Estado Yaracuy, fue para el artista Héctor Contreras con la obra Dayane III, pieza que muestra una expresividad del gesto y el dominio de color, resaltando la composición del retrato a través de líneas y manchas sobre el plano.
El Premio Alcaldía del Municipio Bolivariano de Independencia fue para la pieza Lira del artista Orlando Magallanes, en este díptico se aprecia el dominio de la técnica y materiales, además, de la monocromía como argumento para narrar desde la abstracción una reflexión sobre el paisaje, utilizando para ello líneas y manchas que al fusionarse evidencian un mundo distópico como consecuencia de la desesperada búsqueda de la utopía.
Las Menciones Honorificas le fueron otorgadas a Victoria Patricia Proaño con su obra Símbolos Maternos, Carlos Jiménez por su obra Me Voy, Yajaira Hernández y su creación Sin Título y al artista joven Adonis González por la obra La Culpa la tiene la Vaca.
Las 35 obras seleccionadas en el marco del 9no Salón Regional de Artes Visuales Día del Yaracuy nos revelan las distintas maneras de imaginar e interpretar la realidad que rodea a los artistas plásticos del estado Yaracuy.
Lcdo. Juan Carlos Martínez
La Época Artistas Franceses
14/04/23 Sala 4
Aunque el concepto de época sea de uso común ¿sabemos claramente a qué nos referimos usando este término? ¿Es que su definición es clara e idéntica para todos? ¿No existen en realidad diversas maneras de entender y definir la noción de época? Y cuándo nos referimos a “nuestra época” ¿cuántos valores y sentidos incluimos en su definición?
Detenerse un momento para evaluar cómo definir nuestra época evidencia la dificultad de la tarea y la importancia de tomar en cuenta una multitud de criterios. El arte, desde su territorio y a través de sus capacidades, es una herramienta que puede permitir que nos acerquemos, observemos e imaginemos, y así de cierta manera alcancemos un mejor entendimiento de tan importante definición.
¿Cualquier época, y así la nuestra, no se caracteriza como una sucesión de eventos? ¿La reunión de miles de hechos en un determinado tiempo y espacio de nuestro maltratado mundo?
Hoy, pensar en nuestro tiempo, nuestro mundo, se revela un ejercicio azaroso. ¿Nuestra época no es el resultado de otras épocas? A la imagen de las muñecas rusas, las matrioshkas, una encapsulando otra, la época actual sería alguna consecuencia última, resultado de los eventos y los hechos anteriores. Pero esos millones de eventos también son resultados del vivir de seres, individuos construyendo desde sus experiencias, construyendo historias que se vuelven historia de nuestra sociedad.
Se va dibujando una época por la unión de todos estos momentos vividos. Así una sociedad va juzgando que es importante para ser el enunciado de su época. A menudo esa historia la construye un grupo hegemónico. Es por ello que el arte se puede presentar como un documento importante para observar un momento dado de nuestro tiempo, disfrutando de su libertad de contarnos esa época desde el vivir de sus autores.
Aquí se trata de leer un momento a través de los ojos del acto creativo, desde la experiencia del creador, desde su sensibilidad, en una sociedad que olvida cada vez más su condición humana. Una sociedad que se cree omnipotente y ve el planeta tierra como un potencial de recursos a explotar olvidando que es el hogar de todos. Es así cómo la obra de los artistas Maud Bigini, Timothée Chalazonitis, Anna Giner y Constance de Raucourt deviene un regalo para nuestra conciencia, para enriquecer la visión sobre nuestra época. Son artistas que ponen luz ahí donde no nos asomamos a menudo. Sus obras nos llevan a parajes que solemos ignorar a pesar de su cercanía, a causa de nuestra propensión para no ver, no dedicarle tiempo a la observación, privilegiando el consumir sólo eso que grupos de poder de cualquier peso e índole definen y designan como lo que es importante para ver y así para vivir.
El acto creativo se nos presenta como una alternativa al pensamiento hegemónico. A través de sus obras, miramos nuestro cotidiano, pero no desde las ansias de lo espectacular, no desde las ganas de existir a través del otro, de las masas.
Así quizás nos encaminamos a observar nuestra época sin estar abonados a las expectativas de los grupos que escriben hegemónicamente nuestra época sin importar su ideología.
Franklin Arellano
Curador
INTERACCIONES, METÁFORAS Y REPRESENTACIONES. RELATO PARA UNA COLECCIÓN.
29/07/2023 - Sala 01 y 02 del Museo Alejandro Otero de Caracas
La noción de museo como institución remite de manera inmediata a obras de arte, colección, exposición como parte de las actividades sustantivas que definen su naturaleza y es la que ha permitido a lo largo de los siglos resguardar un significativo patrimonio garantizando con ello un legado a futuras generaciones; de allí que en esta oportunidad se ha querido exponer en el Museo Alejandro Otero (MAO) de la ciudad de Caracas un importante conjunto de obras que forman parte de la colección permanente del Museo Carmelo Fernández (MUCAF) de Yaracuy con motivo de sus 40 años de fundado.
La selección obedece a la intención de mostrar la gestión de una colección suscrita a la visión de formar, conservar y divulgar dicho patrimonio, sometidas a un proceso de conceptualización atendiendo a criterios como: contexto donde emerge la obra, representatividad del artista y la posibilidades que brindan para futuras investigaciones, entre otros; como lo diría el historiador de arte Simón Noriega “Visto con la objetividad que facilita la distancia interpuesta” (2001, p. 78), basamento generador en esta propuesta resaltando la existencia de conexiones entre creadores de diferentes momentos como vía de aproximación. Se trata de un modelo orgánico donde cada núcleo se entrecruza generando diversas líneas de investigación enriquecido por nuevas lecturas y análisis, aún conscientes de los vacíos existentes. El concepto expositivo gira en torno a epicentros dialogantes que representan tendencias del arte venezolano contemporáneo, de allí que interacciones, metáforas y representaciones dibujan un entramado relacionante de artistas y obras que comparten una visión: la de su propio tiempo.
Interacciones, Metáforas y Representaciones
Las interacciones entre obras y su contexto inmediato es un rasgo que emerge; reflejan por un lado el trabajo sostenido de artistas consagrados que irrumpen en la Venezuela de mediados del siglo XX, en producciones se percibe clara influencia de los grandes movimientos foráneos, que luego, producto de sus reflexiones comienzan a independizarse creando lenguajes propios respondiendo al ímpetu local, algunos representantes del movimiento la nueva figuración caracterizado en palabras de Juan Calzadilla (2020) por ser de “estilo beligerante, vitalista y contrapuesto a las formulaciones meramente decorativas y hegemónicas de la abstracción geométrica y del cinetismo” (p. 1).
Por el otro, se denota la importante presencia de artistas emergentes, sus procesos creativos les ubican en el arte actual, este que cohabita entre lo moderno y postmoderno, su pluralidad de prácticas metafóricas van relacionadas con lo social, político, económico o cultural, cargadas de retóricas conceptuales hilvanan una trama que invita al encuentro de lo inusitado; el hilo conductor entre todos está en trascender cánones establecidos que impregnaron con sus postulados el arte local hasta bien entrado el siglo XX. Es así que este relato, con su posibilidad polisémica de carácter imaginario, presenta posturas fuera de una segmentación espacio-temporal, otorgando significados asumiendo los riesgos de confrontación que implican sus discursos para generar conexiones.
Artistas Participantes:
Tomás Golding, Juan Carlos Urrutia, Wilkar Ríos, Polocarpo Contreras, Régulo Pérez, Domingo Laya, Armando Villalón, Luis Noguera, Jacobo Borges, Starkys Brines, Alberto Riera, Nelson Garrido, Dixon Calvetti, Michelina Farrauto, Patricia Proaño, Doménica Aglialoro, Gustavo Zajac, Harry Schuste, Francisco Bugallo, Andreína Zavarce, Paúl Parella, Aureliano Parra, Richard López, José Vívenez, Mario Abreu, Ramón Chirinos, Juan Carlos Martínez, David Cedeño, Enio Giménez, Jonidel Mendoza, Hugo Álvarez, Roger Sanguino, Paolo Leone, Alirio Infante, Víctor Laviana, Antonio Scorches, Miguel Ángel Granados, Ernesto González, Wladimir Puche, Néstor Carrera, José Luis Díaz, Felipe Guevara, Mateo Manaure, Wladimir Zabaleta, Braulio Salazar, Alirio Palacios, Mauro Mejías, Rafael Sánchez, Efraín Guevara, Ángel Milla, Amilcar Alejo, Antonio Monte de Oca, José Márquez, Clemencia Labin, David Ramírez, Néstor Betancourt .
Laure Martínez Fernández
Referencias Bibliográficas:
Calzadilla, Juan (2020). El movimiento de la nueva figuración. Publicado el 26 de febrero de 2020. Recuperado en 05 de junio de 2023, de: https://juancalzadilla.com/2020/02/26/el-movimiento-de-la-nueva-figuracion/?doing_wp_cron=1685023589.2765159606933593750000. Noriega, Simón. (2001). Venezuela en sus artes visuales. Primera edición. Venezuela.
La selección obedece a la intención de mostrar la gestión de una colección suscrita a la visión de formar, conservar y divulgar dicho patrimonio, sometidas a un proceso de conceptualización atendiendo a criterios como: contexto donde emerge la obra, representatividad del artista y la posibilidades que brindan para futuras investigaciones, entre otros; como lo diría el historiador de arte Simón Noriega “Visto con la objetividad que facilita la distancia interpuesta” (2001, p. 78), basamento generador en esta propuesta resaltando la existencia de conexiones entre creadores de diferentes momentos como vía de aproximación. Se trata de un modelo orgánico donde cada núcleo se entrecruza generando diversas líneas de investigación enriquecido por nuevas lecturas y análisis, aún conscientes de los vacíos existentes. El concepto expositivo gira en torno a epicentros dialogantes que representan tendencias del arte venezolano contemporáneo, de allí que interacciones, metáforas y representaciones dibujan un entramado relacionante de artistas y obras que comparten una visión: la de su propio tiempo.
Interacciones, Metáforas y Representaciones
Las interacciones entre obras y su contexto inmediato es un rasgo que emerge; reflejan por un lado el trabajo sostenido de artistas consagrados que irrumpen en la Venezuela de mediados del siglo XX, en producciones se percibe clara influencia de los grandes movimientos foráneos, que luego, producto de sus reflexiones comienzan a independizarse creando lenguajes propios respondiendo al ímpetu local, algunos representantes del movimiento la nueva figuración caracterizado en palabras de Juan Calzadilla (2020) por ser de “estilo beligerante, vitalista y contrapuesto a las formulaciones meramente decorativas y hegemónicas de la abstracción geométrica y del cinetismo” (p. 1).
Por el otro, se denota la importante presencia de artistas emergentes, sus procesos creativos les ubican en el arte actual, este que cohabita entre lo moderno y postmoderno, su pluralidad de prácticas metafóricas van relacionadas con lo social, político, económico o cultural, cargadas de retóricas conceptuales hilvanan una trama que invita al encuentro de lo inusitado; el hilo conductor entre todos está en trascender cánones establecidos que impregnaron con sus postulados el arte local hasta bien entrado el siglo XX. Es así que este relato, con su posibilidad polisémica de carácter imaginario, presenta posturas fuera de una segmentación espacio-temporal, otorgando significados asumiendo los riesgos de confrontación que implican sus discursos para generar conexiones.
Artistas Participantes:
Tomás Golding, Juan Carlos Urrutia, Wilkar Ríos, Polocarpo Contreras, Régulo Pérez, Domingo Laya, Armando Villalón, Luis Noguera, Jacobo Borges, Starkys Brines, Alberto Riera, Nelson Garrido, Dixon Calvetti, Michelina Farrauto, Patricia Proaño, Doménica Aglialoro, Gustavo Zajac, Harry Schuste, Francisco Bugallo, Andreína Zavarce, Paúl Parella, Aureliano Parra, Richard López, José Vívenez, Mario Abreu, Ramón Chirinos, Juan Carlos Martínez, David Cedeño, Enio Giménez, Jonidel Mendoza, Hugo Álvarez, Roger Sanguino, Paolo Leone, Alirio Infante, Víctor Laviana, Antonio Scorches, Miguel Ángel Granados, Ernesto González, Wladimir Puche, Néstor Carrera, José Luis Díaz, Felipe Guevara, Mateo Manaure, Wladimir Zabaleta, Braulio Salazar, Alirio Palacios, Mauro Mejías, Rafael Sánchez, Efraín Guevara, Ángel Milla, Amilcar Alejo, Antonio Monte de Oca, José Márquez, Clemencia Labin, David Ramírez, Néstor Betancourt .
Laure Martínez Fernández
Referencias Bibliográficas:
Calzadilla, Juan (2020). El movimiento de la nueva figuración. Publicado el 26 de febrero de 2020. Recuperado en 05 de junio de 2023, de: https://juancalzadilla.com/2020/02/26/el-movimiento-de-la-nueva-figuracion/?doing_wp_cron=1685023589.2765159606933593750000. Noriega, Simón. (2001). Venezuela en sus artes visuales. Primera edición. Venezuela.
GESTOS Y FORMAS DE FRANCISCO VILLORIA. 50 AÑOS EN LA CERÁMICA
02/12/2023 Sala 1
"En todo nuestro continente, y desde sus culturas iniciales, el barro ha sido la primera y esencial proyección del hombre".
Roberto Guevara
El Museo Carmelo Fernández tiene el placer de celebrar los 50 años de trayectoria artística del yaracuyano Francisco Villoria Orellana. En esta exhibición retrospectiva del universo creativo de este artista que se expresa a través de la cerámica escultórica, miradas profundas, poéticas y de rasgos indígenas, pero a su vez, son autorretratos que se erigen por medio del barro, del agua y del fuego, desnudando formas volumétricas, texturas, vacíos, profundidad y cromatismo.
Villoria nació en San Felipe, estado Yaracuy. Cursó estudios de Arte Puro a partir de 1970 en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas “Carmelo Fernández”, egresando 7 años después. Luego se traslada a la ciudad de Valencia, estado Carabobo para continuar sus estudios de tecnología de la cerámica con las docentes Mérida Ochoa y Alicia Benamut en el Taller de Arte “Dos Puntos”. Y es a partir de los 16 años cuando comienza a mostrar sus trabajos plásticos. En 1978 por primera vez exhibe su obra y obtiene el Segundo Premio en el Salón Nacional de Artes del Fuego de Valencia, estado Carabobo. En el año 1980, con la orientación del maestro Cándido Millán cursa estudios de técnica de Rakú en la Escuela de Arte “Rafael Monasterios” en la ciudad de Maracay, Estado Aragua. Posteriormente participó en la creación del Centro de Cultura Popular “Don Teófilo Domínguez” y crea el taller de Cerámica Popular hasta 1985.
En nuestro país la cerámica ha tenido una evolución muy destacada especialmente en la década de los ochenta, que fue de gran significación en la formación de ceramistas, y fueron muchas las influencias de grandes artistas del planeta tierra, otorgándole a la cerámica alta calidad técnica y estética. En el desarrollo de esta especialidad fue creada la Bienal de Barro de América por el investigador y crítico de arte Roberto Guevara en 1992, desde entonces la cerámica toma una perspectiva importante donde el barro es considerado, según lo definió Guevara, como: “Esta materia, este espíritu primordial que vertebra el recorrido de los tiempos y los espacios de América”, con el objetivo de hacer una alternativa más profunda con los lenguajes del arte contemporáneo.
En este sentido, tenemos la oportunidad de detallar la trayectoria y la creación de una obra que se entrelaza con la experimentación y la tradición de los materiales utilizados para llegar a nuevas combinaciones y así obtener nuevos resultados. También es preciso decir que después de tanto tiempo Villoria usando el barro, el torno, los engobes, los esmaltes y los acrílicos metalizados provoca un estallido de sensaciones en la plasticidad de las formas y los gestos en sus distintas piezas.
El vínculo de Francisco con la tierra y su expresión tangible desde su materialidad sutil, metafórica y viva, para hablarnos de la continuidad del universo personal que lo rodea, bajo composiciones surrealistas o expresiones abstractas que nacen del rostro a través de líneas ligeras que se transforman en pliegues que caen hacia abajo como una cabellera con ciertos detalles afro por medio de texturas, formas y manchas que se juntan en medianos y grandes planos para revindicar el soporte cerámico como un medio de expresión dentro del arte contemporáneo.
En este tiempo del siglo XXI la cerámica contemporánea es pensar, es conocimiento, es buscar desarrollar un lenguaje actual donde la investigación y la transformación de la materia se vuelve importante para obtener signos, diálogos e impresiones subjetivas con el uso de la tecnología. Asimismo el lenguaje del arte responde al instinto de la expresión y al riesgo de la tensión propia del material, para concebir piezas únicas e irrepetibles. Las piezas de Villoria están sumergidas en actitudes, sentimientos, fragilidad, movimiento y repeticiones.
Es sumamente sustancioso profundizar esta muestra con una visión objetiva del panorama actual de la creación plástica de Francisco Villoria, ya que filtra sus gustos, sus gestos y criterios estéticos o conceptuales de concebir la vida desde sus primeras creaciones a finales de los años setenta hasta la actualidad, en esta exposición tenemos el placer de contrastar formas, movimientos, volúmenes, texturas, ritmos y materiales, pero también, es sumamente preocupante que en nuestro estado Yaracuy pueda desaparecer esta disciplina debido a que el único creador que mantiene un proceso de investigación sobre la cerámica contemporánea es el artista que hoy nos invita a dialogar con su obra.
Lcdo. Juan Carlos Martínez
Referencias bibliográficas
Millán, Cándido, (1991) Barro de Hoy y de Siempre. Catálogo, publicado 1991.
Roberto Guevara
El Museo Carmelo Fernández tiene el placer de celebrar los 50 años de trayectoria artística del yaracuyano Francisco Villoria Orellana. En esta exhibición retrospectiva del universo creativo de este artista que se expresa a través de la cerámica escultórica, miradas profundas, poéticas y de rasgos indígenas, pero a su vez, son autorretratos que se erigen por medio del barro, del agua y del fuego, desnudando formas volumétricas, texturas, vacíos, profundidad y cromatismo.
Villoria nació en San Felipe, estado Yaracuy. Cursó estudios de Arte Puro a partir de 1970 en la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas “Carmelo Fernández”, egresando 7 años después. Luego se traslada a la ciudad de Valencia, estado Carabobo para continuar sus estudios de tecnología de la cerámica con las docentes Mérida Ochoa y Alicia Benamut en el Taller de Arte “Dos Puntos”. Y es a partir de los 16 años cuando comienza a mostrar sus trabajos plásticos. En 1978 por primera vez exhibe su obra y obtiene el Segundo Premio en el Salón Nacional de Artes del Fuego de Valencia, estado Carabobo. En el año 1980, con la orientación del maestro Cándido Millán cursa estudios de técnica de Rakú en la Escuela de Arte “Rafael Monasterios” en la ciudad de Maracay, Estado Aragua. Posteriormente participó en la creación del Centro de Cultura Popular “Don Teófilo Domínguez” y crea el taller de Cerámica Popular hasta 1985.
En nuestro país la cerámica ha tenido una evolución muy destacada especialmente en la década de los ochenta, que fue de gran significación en la formación de ceramistas, y fueron muchas las influencias de grandes artistas del planeta tierra, otorgándole a la cerámica alta calidad técnica y estética. En el desarrollo de esta especialidad fue creada la Bienal de Barro de América por el investigador y crítico de arte Roberto Guevara en 1992, desde entonces la cerámica toma una perspectiva importante donde el barro es considerado, según lo definió Guevara, como: “Esta materia, este espíritu primordial que vertebra el recorrido de los tiempos y los espacios de América”, con el objetivo de hacer una alternativa más profunda con los lenguajes del arte contemporáneo.
En este sentido, tenemos la oportunidad de detallar la trayectoria y la creación de una obra que se entrelaza con la experimentación y la tradición de los materiales utilizados para llegar a nuevas combinaciones y así obtener nuevos resultados. También es preciso decir que después de tanto tiempo Villoria usando el barro, el torno, los engobes, los esmaltes y los acrílicos metalizados provoca un estallido de sensaciones en la plasticidad de las formas y los gestos en sus distintas piezas.
El vínculo de Francisco con la tierra y su expresión tangible desde su materialidad sutil, metafórica y viva, para hablarnos de la continuidad del universo personal que lo rodea, bajo composiciones surrealistas o expresiones abstractas que nacen del rostro a través de líneas ligeras que se transforman en pliegues que caen hacia abajo como una cabellera con ciertos detalles afro por medio de texturas, formas y manchas que se juntan en medianos y grandes planos para revindicar el soporte cerámico como un medio de expresión dentro del arte contemporáneo.
En este tiempo del siglo XXI la cerámica contemporánea es pensar, es conocimiento, es buscar desarrollar un lenguaje actual donde la investigación y la transformación de la materia se vuelve importante para obtener signos, diálogos e impresiones subjetivas con el uso de la tecnología. Asimismo el lenguaje del arte responde al instinto de la expresión y al riesgo de la tensión propia del material, para concebir piezas únicas e irrepetibles. Las piezas de Villoria están sumergidas en actitudes, sentimientos, fragilidad, movimiento y repeticiones.
Es sumamente sustancioso profundizar esta muestra con una visión objetiva del panorama actual de la creación plástica de Francisco Villoria, ya que filtra sus gustos, sus gestos y criterios estéticos o conceptuales de concebir la vida desde sus primeras creaciones a finales de los años setenta hasta la actualidad, en esta exposición tenemos el placer de contrastar formas, movimientos, volúmenes, texturas, ritmos y materiales, pero también, es sumamente preocupante que en nuestro estado Yaracuy pueda desaparecer esta disciplina debido a que el único creador que mantiene un proceso de investigación sobre la cerámica contemporánea es el artista que hoy nos invita a dialogar con su obra.
Lcdo. Juan Carlos Martínez
Referencias bibliográficas
Millán, Cándido, (1991) Barro de Hoy y de Siempre. Catálogo, publicado 1991.
Perspectiva de la Plástica Yaracuyana. Homenaje a Dixón Calvetti
02/12/2023 Sala 2
Desde el territorio del bravo cacique Yaracuy, situado en tres de las nueve regiones del país, posee un relieve bastante variado y por lo tanto también clima y vegetación diferente; se caracteriza además de sus montañas, sierras, llanuras, planicies y valles, por una arquitectura al estilo colonial donde evidentemente se conjuga lo español e indígena; así mismo la sincronización de múltiples culturas, que fueron tomando cuerpo y presencia dentro de nuestras costumbres, fusionándose en un mismo espacio; iniciando así, una gran transculturización, que nos acompaña a todos nosotros los yaracuyanos hasta el día de hoy.
Entre ese pasado remoto, la historia reciente y la actualidad, han surgidos notables figuras dentro del ámbito artístico-cultural, como es el caso de nuestro insigne Maestro “Carmelo Fernández “nacido en la comunidad de San José de Guama, Municipio Sucre, estado Yaracuy, quien en vida cumplió múltiples roles, como: ingeniero, militar, litógrafo, acuarelista y cronista grafico; contribuyendo en gran manera, al desarrollo del arte regional, nacional e internacional, a tal punto de que la Escuela de Artes Plásticas de nuestro estado lleva su nombre.
La Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas “Carmelo Fernández”, como inicialmente se llamó esta distinguida institución; que desde su fundación en 1959, ha contribuido a la regularización de los estudios artísticos en nuestra región, facilitando la presencia de artistas venidos de otras latitudes como: José Ramón González, Jorge Arteaga, Hugo Daza, Carlos Prada, Henry Marcano entre otros, que con su experiencia, vocación, y una visión definida en el contexto de las artes plásticas, contribuyeron a generar la sistematización de la formación, un intercambio de experiencia, un crecimiento de la actividad creativa, y una notable presencia en los eventos expositivos regionales y nacionales; también impulso a numerables artistas egresados a emprender en talleres libres de arte, escuelas de pintura y dibujo. Décadas más tarde, el rol preponderante de la Escuela de Artes Plásticas, se afecta notablemente, como consecuencia de la disgregación de estos creadores talentosos que habían fortalecido el sector, y sin dejar de mencionar la influencia negativa y determinante del factor político-partidista en la definición gerencial de la institución, pasado esto, la Escuela continúa con su rol educativo pero imbuida en conflictos gremiales.
Sin embargo en 1980, se funda el Centro Experimental de Talleres Artísticos, C.E.T.A., como una institución independiente, que atendería el área de la literatura y las artes plásticas, rol preponderante que ayudó a equilibrar la producción artística en la región, a través de su laboratorio de experimentación cultural, así como la presencia del Museo “Carmelo Fernández”, desde el año 1982, con una propuesta de valoración y profundización del trabajo de documentación, investigación, promoción y difusión de la obra de los creadores yaracuyanos. Otra fortaleza, es la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Experimental de Yaracuy, U.N.E.Y. Creada en 1999, y que mediante sus programas de formación, ha facilitado la presencia en la entidad de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores y teóricos del arte, quienes han propiciado desarrollo de líneas de investigación en distintos ámbitos culturales.
Todo lo anterior, permite reconocer, entonces, que con altibajos la propuesta plástica en la entidad confluye en un espectro exitoso, alentado por el interés de estas generaciones de artistas, enfocados en comprender la vida, como algo que merece ser representado, desde la conciencia estética de cada creador. Esta perspectiva de la plástica yaracuyana, nos sirve hoy de pretexto para agrupar a 20 artistas de la región, arte autodidacta, una forma de crear que aún hoy genera susceptibilidades, pero debemos tener en cuenta que son artistas en continuo aprendizaje, recordemos que el mismísimo Leonardo Da Vinci, fue uno de los grandes maestros autodidactas de la historia. Modernos académicos, basados netamente en la experimentación; son comentaristas legítimos de su propio arte, imbuidos en las ideas y actitudes del cosmo, desde su perspectiva, cimientan sus composiciones, caracterizadas por estilos inconfundibles en el que se aprecia una excelente factura, gracias a la experiencia en el manejo conceptual de la técnica y los materiales empleados, con los que operan y dan forma a su visión de mundo. Lo contemporáneo, creadores con gran capacidad descriptiva, que hacen referencia a lo que ocurre en nuestra época, lo que coexiste, lo actual, lo nuevo, lo de hoy, artistas preocupados generalmente por sus mensajes intelectuales más que estéticos, artistas que a través de la narrativa plástica, se resisten a las articulaciones discursivas hegemónicas. Sin dejar de mencionar, la víspera de los despliegues tecnológicos; la inteligencia artificial (IA) capaz de convertir descripciones de texto en imágenes, nuevos desafíos tecnológicos, que podrían dejar de lado las representaciones propias del genio humano.
Lcdo. Ramón Caracas
Entre ese pasado remoto, la historia reciente y la actualidad, han surgidos notables figuras dentro del ámbito artístico-cultural, como es el caso de nuestro insigne Maestro “Carmelo Fernández “nacido en la comunidad de San José de Guama, Municipio Sucre, estado Yaracuy, quien en vida cumplió múltiples roles, como: ingeniero, militar, litógrafo, acuarelista y cronista grafico; contribuyendo en gran manera, al desarrollo del arte regional, nacional e internacional, a tal punto de que la Escuela de Artes Plásticas de nuestro estado lleva su nombre.
La Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas “Carmelo Fernández”, como inicialmente se llamó esta distinguida institución; que desde su fundación en 1959, ha contribuido a la regularización de los estudios artísticos en nuestra región, facilitando la presencia de artistas venidos de otras latitudes como: José Ramón González, Jorge Arteaga, Hugo Daza, Carlos Prada, Henry Marcano entre otros, que con su experiencia, vocación, y una visión definida en el contexto de las artes plásticas, contribuyeron a generar la sistematización de la formación, un intercambio de experiencia, un crecimiento de la actividad creativa, y una notable presencia en los eventos expositivos regionales y nacionales; también impulso a numerables artistas egresados a emprender en talleres libres de arte, escuelas de pintura y dibujo. Décadas más tarde, el rol preponderante de la Escuela de Artes Plásticas, se afecta notablemente, como consecuencia de la disgregación de estos creadores talentosos que habían fortalecido el sector, y sin dejar de mencionar la influencia negativa y determinante del factor político-partidista en la definición gerencial de la institución, pasado esto, la Escuela continúa con su rol educativo pero imbuida en conflictos gremiales.
Sin embargo en 1980, se funda el Centro Experimental de Talleres Artísticos, C.E.T.A., como una institución independiente, que atendería el área de la literatura y las artes plásticas, rol preponderante que ayudó a equilibrar la producción artística en la región, a través de su laboratorio de experimentación cultural, así como la presencia del Museo “Carmelo Fernández”, desde el año 1982, con una propuesta de valoración y profundización del trabajo de documentación, investigación, promoción y difusión de la obra de los creadores yaracuyanos. Otra fortaleza, es la Escuela de Diseño Integral de la Universidad Experimental de Yaracuy, U.N.E.Y. Creada en 1999, y que mediante sus programas de formación, ha facilitado la presencia en la entidad de destacados artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores y teóricos del arte, quienes han propiciado desarrollo de líneas de investigación en distintos ámbitos culturales.
Todo lo anterior, permite reconocer, entonces, que con altibajos la propuesta plástica en la entidad confluye en un espectro exitoso, alentado por el interés de estas generaciones de artistas, enfocados en comprender la vida, como algo que merece ser representado, desde la conciencia estética de cada creador. Esta perspectiva de la plástica yaracuyana, nos sirve hoy de pretexto para agrupar a 20 artistas de la región, arte autodidacta, una forma de crear que aún hoy genera susceptibilidades, pero debemos tener en cuenta que son artistas en continuo aprendizaje, recordemos que el mismísimo Leonardo Da Vinci, fue uno de los grandes maestros autodidactas de la historia. Modernos académicos, basados netamente en la experimentación; son comentaristas legítimos de su propio arte, imbuidos en las ideas y actitudes del cosmo, desde su perspectiva, cimientan sus composiciones, caracterizadas por estilos inconfundibles en el que se aprecia una excelente factura, gracias a la experiencia en el manejo conceptual de la técnica y los materiales empleados, con los que operan y dan forma a su visión de mundo. Lo contemporáneo, creadores con gran capacidad descriptiva, que hacen referencia a lo que ocurre en nuestra época, lo que coexiste, lo actual, lo nuevo, lo de hoy, artistas preocupados generalmente por sus mensajes intelectuales más que estéticos, artistas que a través de la narrativa plástica, se resisten a las articulaciones discursivas hegemónicas. Sin dejar de mencionar, la víspera de los despliegues tecnológicos; la inteligencia artificial (IA) capaz de convertir descripciones de texto en imágenes, nuevos desafíos tecnológicos, que podrían dejar de lado las representaciones propias del genio humano.
Lcdo. Ramón Caracas
Realidad o Magia de Mariano Díaz
02/12/2023 Lobby
Mariano Díaz nos contó y nos cuenta. Desde el lejano Chile donde nació (1929) se adaptó a Venezuela a través de las imágenes, lo conmovieron las tallas, los colores vivos, la sencillez, los telares, los ritos; la cultura popular venezolana. Desde su llegada en 1960 se dedicó a recorrer este país en busca de personajes, historias, cargado de su Pentax para descubrirnos esa Venezuela hasta entonces silenciosa y tímida. Mariano se convirtió en mirada y voz de los que tramaban el mundo ignorado del arte popular entre tapias y bahareque.
Merecedor de decenas de premios y reconocimientos, destacan el Premio Nacional de Arte Popular en 1992 y el Premio CONAC de Fotografía en 1984. Residía en Venezuela desde 1960. Periodista y Diseñador Gráfico
Uno entra en la Montaña de Sorte una mañana fría y nublada, y se siente el peso silencioso del ambiente que lo tensa de respeto ante ese mestizaje crudo del ritual pagano religioso, ahí a plena naturaleza. La profusión de velas, siempre asociadas al ruego y a la desesperanza, cobra un misticismo profundo y brutal al rodear a los cuerpos tendidos en el suelo. Signos blancos, flores y frutas custodiando a los velantes: es como asistir a un oficio sagrado a los muertos, a los muertos puestos a flor de la tierra. De pronto, un gritar desgarrado, un golpe de tambores y el coro de fuerza!... fuerza!... fueeeerzaaaa!... revienta en la catatumba vegetal, y uno se siente estremecido por un poder que lo atrae y lo conmueve. Ese fue el comienzo del ir semana tras semana fotografiando acciones y grabando decires; fue el participar en la ritualidad y el recibir bendiciones y protectivos; fue el aprender a distinguir al honesto del falso y el sentir en lo propio adivinaciones y alivios sorprendentes; fue el compartir vasos, platos, chinchorros, la noche, la lluvia y el día; el apadrinar ante la Sagrada Montaña los veintiún días rituales de la naciente Bárbara Nairobi. Fue el ser recibido como un hermano más.
Ahora uno deja aquí el testimonio de otro poder popular venezolano, donde se mezclan impulsos ancestrales con religiosidades de tradición, donde un espíritu baja frente a ti y te habla, donde tú no sabes en que momento comienzan o terminan la realidad o la magia. Uno entiende en sí mismo y en un poder superior, que no es otra cosa que elegir su propia esperanza.
Merecedor de decenas de premios y reconocimientos, destacan el Premio Nacional de Arte Popular en 1992 y el Premio CONAC de Fotografía en 1984. Residía en Venezuela desde 1960. Periodista y Diseñador Gráfico
Uno entra en la Montaña de Sorte una mañana fría y nublada, y se siente el peso silencioso del ambiente que lo tensa de respeto ante ese mestizaje crudo del ritual pagano religioso, ahí a plena naturaleza. La profusión de velas, siempre asociadas al ruego y a la desesperanza, cobra un misticismo profundo y brutal al rodear a los cuerpos tendidos en el suelo. Signos blancos, flores y frutas custodiando a los velantes: es como asistir a un oficio sagrado a los muertos, a los muertos puestos a flor de la tierra. De pronto, un gritar desgarrado, un golpe de tambores y el coro de fuerza!... fuerza!... fueeeerzaaaa!... revienta en la catatumba vegetal, y uno se siente estremecido por un poder que lo atrae y lo conmueve. Ese fue el comienzo del ir semana tras semana fotografiando acciones y grabando decires; fue el participar en la ritualidad y el recibir bendiciones y protectivos; fue el aprender a distinguir al honesto del falso y el sentir en lo propio adivinaciones y alivios sorprendentes; fue el compartir vasos, platos, chinchorros, la noche, la lluvia y el día; el apadrinar ante la Sagrada Montaña los veintiún días rituales de la naciente Bárbara Nairobi. Fue el ser recibido como un hermano más.
Ahora uno deja aquí el testimonio de otro poder popular venezolano, donde se mezclan impulsos ancestrales con religiosidades de tradición, donde un espíritu baja frente a ti y te habla, donde tú no sabes en que momento comienzan o terminan la realidad o la magia. Uno entiende en sí mismo y en un poder superior, que no es otra cosa que elegir su propia esperanza.
Contemporáneos. Obras de la Colección
02/12/2023 Sala 4
Esta exposición reúne un grupo de obras importantes dentro de la colección del museo, son piezas de grandes dimensiones, la exhibición está estructurada como un conjunto de tiempos y narraciones distantes que presentan una historia del arte contemporáneo venezolano, tejida de múltiples voces, circunstancias y momentos.
Las obras de los artistas Carmen Elena Pérez de Herrera, Wilkar Ríos, Ángel Milla, Edgar Giménez Peraza, Luís Noguera, Hugo Álvarez, Wladimir Puche, Néstor Carrera y Orlando Magallanes, muestran la destreza y la fuerza impresa sobre estos planos, donde el color, las líneas y las texturas revelan el alma que rodea a los artistas.
La mirada no es estática cuando observamos estas creaciones, debemos recorrer todo el espacio para poder disfrutar de la composición y las formas aplicadas en cada una de las obras. El campo pictórico se vuelve inmenso ante nosotros. Allí podemos ver la destreza del dibujo, como las líneas se entrelaza entre la textura y la mancha como un gran mural que se vuelve avasallante ante nuestros ojos.
Luis Noguera expresa su vivencia sobre el solar de su casa desde la materia como símbolo, en el caso de las piezas de Ángel Milla podemos observar la importancia de las texturas y los volumenes que aplica sobre el soporte, expandiéndose en el espacio como un gran paisaje telúrico.
Por otro lado los artistas Wilkar Ríos, Wladimir Puche, Hugo Álvarez, Carmen Elena Pérez de Herrera, Néstor Carrera y Orlando Magallanes resaltan el imaginario desde la figuración con un cromatismo interesante por el uso de las tonalidades, la fuerza de las líneas y las pinceladas.
Finalmente dejamos en el criterio del espectador su visión de esta muestra que se tradujo para el equipo del museo, como un desafío expositivo y dando respuesta a la actualidad contemporánea del arte venezolano.
Lcdo. Juan Carlos Martínez
Las obras de los artistas Carmen Elena Pérez de Herrera, Wilkar Ríos, Ángel Milla, Edgar Giménez Peraza, Luís Noguera, Hugo Álvarez, Wladimir Puche, Néstor Carrera y Orlando Magallanes, muestran la destreza y la fuerza impresa sobre estos planos, donde el color, las líneas y las texturas revelan el alma que rodea a los artistas.
La mirada no es estática cuando observamos estas creaciones, debemos recorrer todo el espacio para poder disfrutar de la composición y las formas aplicadas en cada una de las obras. El campo pictórico se vuelve inmenso ante nosotros. Allí podemos ver la destreza del dibujo, como las líneas se entrelaza entre la textura y la mancha como un gran mural que se vuelve avasallante ante nuestros ojos.
Luis Noguera expresa su vivencia sobre el solar de su casa desde la materia como símbolo, en el caso de las piezas de Ángel Milla podemos observar la importancia de las texturas y los volumenes que aplica sobre el soporte, expandiéndose en el espacio como un gran paisaje telúrico.
Por otro lado los artistas Wilkar Ríos, Wladimir Puche, Hugo Álvarez, Carmen Elena Pérez de Herrera, Néstor Carrera y Orlando Magallanes resaltan el imaginario desde la figuración con un cromatismo interesante por el uso de las tonalidades, la fuerza de las líneas y las pinceladas.
Finalmente dejamos en el criterio del espectador su visión de esta muestra que se tradujo para el equipo del museo, como un desafío expositivo y dando respuesta a la actualidad contemporánea del arte venezolano.
Lcdo. Juan Carlos Martínez