La presente muestra propicia un reencuentro más integral con la producción creativa de esta artista a partir de una selección de trabajos diversos y poco conocidos por el público, realizados en la última etapa de su trayectoria. Se han reunido algunas pinturas, objetos y un número significativo de obras sobre papel y así como algunas piezas en materiales poco convencionales, que convocan el diálogo entre la expresividad lineal y el colorido pictórico, desde una perspectiva simbólicamente híbrida y menos apegada a la narratividad figurativa. Durante su trayectoria artística, Elsa Morales creó una amplia poética sobre la fraternidad que comenzó en los años sesenta con el registro de las contradicciones sociales de la vida urbana, para luego incorporar un imaginario más íntimo relativo al amor y a la sensualidad, representado por alusiones eróticas de la relación de pareja, a través de una interpretación muy particular de la pareja bíblica, o del imaginario femenino que incluía el desnudo o un universo íntimo asociado a la naturaleza. Así mismo para esta exposición se han seleccionado especialmente piezas de su última etapa, que representan una síntesis expresiva donde el paisaje, las flores, las aves y la figura humana experimenta una hibridación orgánica que responde al impulso de la artista por enunciar el sentido erótico de la pulsión femenina ligada a la naturaleza. Esta feminización de la cultura se relaciona con el deseo de transformación social experimentado colectivamente en nuestro país durante la ultima década. Algunos rostros entrelazados con pájaros y flores en un torbellino lineal expresan la pasión por representar el sentido amoroso de la vida, donde convienen los sujetos con la organicidad natural. De manera desenvuelta , Elsa Morales fue incorporando textos que se relacionan con su practica poética y, tal vez proponérselo, estaba enunciando un distanciamiento con las características de la estética llamada “popular”, mas orientada a crear iconografías tradicionales relativas al paisaje local y a mitologías históricas o religiosas. Es posible que el papel, de formato más manejable, le haya ofrecido a la artista más libertad de acción para explorar esa síntesis de las formas que en muchas ocasiones incluye textos amorosos, estimulando un diálogo entre la imagen visual y el texto. Además, en estos trabajos, lo figurativo y lo abstracto se muestran imbricados en una discursividad orgánica que redimensiona su propia narratividad, por lo cual, se apunta a una metáfora de la sensualidad discursiva, en la cual predomina la gestualidad. Este acercamiento a una faceta poco conocida de la obra de Elsa Morales responde a la necesidad de mostrar esa pasión por la vida y esa pasión por el arte que la impulsaba constantemente a experimentar en el campo de la representación, sin desligarse de sus sentimientos y reflexiones, desplazándose por la visualidad pictórica, la trama dibujística, la palabra poética, la realización e intervención de objetos de uso cotidiano, o de ensamblajes con evidente tono político. Para Elsa Morales, la experiencia artística era vivida de manera integral y, por ello, no hacia distinciones entre géneros artísticos y tampoco diferenciaba la vivencia poética de la cotidianidad.
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Museo Carmelo FernándezEl Museo “Carmelo Fernández”, es una institución museística de carácter multidisciplinario, orientada a la investigación, recolección, fomento y difusión de las artes plásticas regionales, dentro del contexto de ARTE VENEZOLANO. Exposiciones MCF
Noviembre 2011
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