Domingo Antonio Escalona, nació en Yaritagua en 1946. Desde niño trabajó como obrero y desde siempre labora el barro en forma artística, pero es en el año de 1969 cuando comienza a disciplinar su arte. Realiza exposiciones en San Felipe El Fuerte y en varias Galerías de Caracas, figura en colecciones privadas de Caracas, Valencia, Barquisimeto, San Felipe, Europa y Estados Unidos. Su obra es fundamentalmente de barro con algunas mezclas, en especial la tierra de bachaco, la arcilla pura y la policromía la hace en base a pintura industrial. Usa también alambre, pedazos de madera, hilo, cuero, cintas, etc. Su temática es básicamente lo religioso. “Siendo yo un muchacho enfermo de las sopladeras y sin remedio, asegún los médicos, fue que lo conocí el día que lo fueron a veloriar. Mi mamá le guindó una cintica roja en la mano y al día siguiente me hizo arrodillarme a los pies de él, rescató la cintica y me la puso, rogando que yo me curara de esa fatiga que me postraba. Se llamaba San Juan y nunca lo he olvidado, desde entonces en que yo tenia unos cinco años. No saco cuentas del tiempo que llevé esa cintica, pero más nunca y hasta el sol de ahorita, me dio esa sopladera asmática que me hacia sonar las costillas por aquí y por acá. Desde ese día he sido creyente de San Juan y soy apostólico y hermano carismático y cumplo mi trabajo seglar haciendo el arte del barro cristiano. Empecé primero por decorar tablitas, potecitos y cosas así con estrellas, flores, soles y lunas, todos con pintura de ferretería, hasta un día que no se como cogí un puño de tierra y empecé a amasarlo y me gustó. Lo primero que hice formalmente fue al San Juan que me había curado, osea mi patrono, y de ahí han seguido mis otros santos y vírgenes que muchos están en las iglesias al lado de los santos oficiales, en capillas de haciendas y en altares particulares, todos bendecidos por sacerdotes. Yo antes de hacer alguno nuevo, vengo y leo su vida y me pienso con él hablándole allá en su tiempo. Yo me transporto mentalmente al pasado, como he aprendido a hacerlo con la oración, y ahí veo al santo viviendo en lo humano, como uno. Mientras tanto voy haciéndole la armazón con maderas y clavos de alambres. Cuando la figura esta sequita le doy barniz y luego pintura para decorarla. Nunca me ha provocado quemarlos porque me parece que sufrirían con el fuego”. Mariano Díaz. “El Barro Figureado”. Fundación Bigott. Caracas, 1990
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Museo Carmelo FernándezEl Museo “Carmelo Fernández”, es una institución museística de carácter multidisciplinario, orientada a la investigación, recolección, fomento y difusión de las artes plásticas regionales, dentro del contexto de ARTE VENEZOLANO. Exposiciones MCF
Diciembre 2006
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