Mucha música ha sonado desde que, en 1966, el Combo de Federico Betancourt publicara, aquí en Venezuela, el LP titulado Llegó la salsa. Nadie imaginó que aquello, más que el título de su disco, se convertiría en el presagio del inicio de una nueva época sonora y cultural para todo el Caribe. En medio de aquella convulsa década del 60, revuelta por cambios socioculturales y políticos, emergió clara y rotunda la voz de la juventud del barrio latino. Desde ese momento, y en poco tiempo, la salsa se convirtió en el discurso común y uno de los elementos aglutinantes de la comunidad caribeña, siendo ésta la columna vertebral de buena parte del devenir musical de la región. Así, la salsa llegó y se quedó con nosotros para siempre. Junto a la música, se desarrolló también una industria discográfica, y en función de ella, el arte de diseñar discos; en especial, la creación de sus carátulas se convirtió en un oficio necesario. La industria del disco signó buena parte de la cultura popular de masas del siglo XX, legando en muchos casos alguna de las imágenes más importantes que componen hoy por hoy el imaginario visual colectivo. Por ello, muchas cubiertas de discos son tenidas hoy como objeto de culto y fetiche de gran valor por coleccionistas y melómanos. Lamentablemente, no siempre la labor del artista gráfico, llámese diseñador, ilustrador o fotógrafo, fue reconocida y debidamente recompensada por una industria que privilegió, casi siempre, la venta y el negocio por sobre cualquier otra cosa. En la esfera local, saltan a la vista notables excepciones como el caso del sello YVKCT, fundado en Caracas en 1977, que fue responsable, entre otros, de los primeros discos del Sonero Clásico del Caribe y el Trabuco Venezolano, verdaderas joyas tanto por música y diseño, como por el respeto y reconocimiento en los créditos a todos los involucrados en su creación. Sin embargo, esa no fue la suerte que corrieron la mayoría de los LPs editados en nuestro país entre los 60's y 80's. Durante estos años, la autoría de muchos de sus creadores gráficos quedó rigurosa y sospechosamente oculta: ignorancia de los mercaderes del disco, omisión involuntaria, menosprecio por el trabajo del diseñador o simplemente “precaución comercial” por motivo de derechos de autor. Algún día lo sabremos Por eso, esta singular muestra gráfica, El diseño está en salsa, que presenta hoy PDVSA La Estancia con el trabajo de 66 nóveles diseñadores venezolanos, sirve también como reconocimiento y llamado de atención sobre aquellos diseñadores y artistas gráficos que, aún desde el anonimato y ocultos bajo las capas negras de los acetatos, lograron perpetuar su obra en las carátulas de los discos, no sólo de salsa, sino de toda nuestra música en general. Alejandro Calzadilla
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Es propio de los seres humanos sentir una profunda admiración ante la naturaleza, desde el inicio de los tiempos intentan descifrar los misterios escondidos en su interior, o simplemente se maravillan ante su belleza evidente, lograda por la armonía de colores y formas que varían según el espacio, el momento del día, la época del año y que permiten componer no uno, sino múltiples paisajes a lo largo y ancho de este mundo. No existe un solo paisaje, y para Ángel Milla también son muchas las posibilidades de representarlo, han sido distintas técnicas, materiales y soportes empleados, para poder capturar los escenarios de los caminos recorridos, ha sido la experiencia, los años de constancia en el proceso creador donde parecen revelarse ante el artista los secretos de la naturaleza, que hoy se muestran en las paredes de esta sala para el deleite del espectador. Es el paisaje visto e interpretado desde la versatilidad lo que ha determinado la impronta del artista, quien parece tomar de la propia naturaleza su paleta de color, tal como él mismo lo expresa a través de su poesía. “la tarde enciende en luz de oro, verdiazul en brisa dominguera, el prusia esconde su mejor sonrisa y el negro arropa la desnudez, sobre el blanco de Reveron” Angel Milla se ha reinventado constantemente en su trabajo artístico, dando lugar a una obra que se transforma sin dejar de ser fiel a su sello personal, una obra cargada de simbolismos, donde se evocan elementos de tiempos ancestrales, raíces de sociedades primitivas, presencias espirituales, mundos ajenos, masas flotantes, paisajes humanos desde lo erótico y lo biológico, reflejados a través de texturas audaces y una fuerte expresividad en el uso del color. El paisaje no es estático, es por ello que en la obra de Angel Milla, los pigmentos parecen cobrar vida a través del contraste y el movimiento, logrando acercar al espectador a los torrentes fluviales por donde nadan los peces, a las partículas de aire que emergen de las plantas, a las capas terrestres que se encuentran en el interior de los suelos y los cuerpos que flotan en el espacio exterior, a veces parece observar el mundo desde perspectivas aéreas y otras veces parece adentrarse con un lente microscópico a sus zonas más profundas, esto es posible gracias a la destreza, la sensibilidad y el espíritu investigador de quien ha dedicado la mayor parte de su vida al Arte y quien observa con especial acierto el vuelo de los pájaros durante el atardecer. Marysabel Milla
Prof. Historia del Arte y Diseño UNEY De acuerdo con una inquietante y discutible visión, donde se vislumbran todavía aspectos de la arrogancia estética y política de los pueblos “cultos”, los creyentes y los artistas devotos no ven mas allá de sus símbolos cuando estos no se corresponden con los que siempre han venerado y respetado; y se olvidan de que si comprendieran su real significado, éstos perderían el enorme poder y atracción que ejercen sobre sus vidas. Así, cuando los osados y desarraigados de los cultos tradicionales, buscan experiencias alternativas que satisfagan oportunamente y en este mundo terrenal sus necesidades físicas, materiales y espirituales, suelen construir sus ambientes y atmósferas propias, su universo ritual cargado de referencias míticas, acciones en las que adquieren relevancia propia y significados mágicos, las vidas y las historias aleccionadoras de personajes populares y/o conocidos, de carne y hueso que pasan a ser los llamados “muertos milagrosos”. Esta voluntad santificadora les impone a éstos un desarraigo y un confinamiento, una vida y un sentido que les resulta ajeno. Los incorpora en un tiempo y una historia que no les es propia, que no es común con sus propias acciones y con sus raíces, se les rodea de un halo mágico y sobrenatural que los convierte en hacedores de milagros, en entidades sobrenaturales que vienen a redimir sus culpas para poder ascender a los panteones eternos; vienen para hacer favores y prestar servicios de intermediación a quienes los invocan con fe y entusiasmo, ya sea de manera autónoma o personalizada o como integrante de las distintas “cortes”. Se produce entonces la llamada “firma del contrato” para el intercambio de favores, a partir de las ofrendas del creyente y devoto para el muerto milagroso. En este contexto, el tabaco, el chimó y los licores al gusto de los espíritus benefactores, junto con las flores y frutas y otras ofrendas, se convierten en vehículos propiciatorios para lograr la conexión espiritual que posibilitara la consulta y permitirá recibir el mensaje simbólico que dice y predice cosas, que impone mandatos y cambios de conductas y comportamientos para acceder al beneficio solicitado. Es a partir de estas conceptualizaciones y creencias particulares y apoyado en una profunda investigación, que Dixon Calvetti ( Puerto Cabello, Edo-Carabobo, 1.980) elabora sus propuestas plásticas en diversos medios y materiales; estableciendo muchas veces paralelismos y contradicciones con la labor del critico de arte, del curador y aun del mismo museo. El artista confiesa que su obra no responde solo a un proceso de experimentación con el chimó como materia pictórica, sino también a la vinculación con el mundo esotérico, con el culto a la Reina Maria Lionza en el cual participa como devoto y practicante. “ Comencé a experimentar el uso del chimó durante el tiempo que permanecí viviendo en la población de Ospino en el Edo. Portuguesa; fue parte importante de mi vinculación con la cultura del habitante de los llanos, con el entorno y el contexto geográfico. Inicialmente opte por su uso como una extensión y vinculación con el mundo espiritual, para sacralizar a los “muertos poderosos” y a los espíritus benefactores y lograr así el cumplimiento de las peticiones hechas en la búsqueda del bienestar en la salud, el amor y el trabajo. ...Como consecuencia de ese proceso ritual, surge la imperiosa necesidad de usar el chimó en mi proceso de experimentación y creación artística, dándole así un carácter sagrado a mí obra, consustanciado con mis creencias y las que invaden y pueblan el espacio físico y geográfico donde vivo.” Para lograr su propósito, el artista recubre las imágenes de yeso de los “santos” del panteón marialioncero, con una pasta de chimó mezclado con tierra y cola blanca, a la cual agrega posteriormente una combinación de poliuretano. Así se genera un proceso de vitrificación y protección de las imágenes, de Faustino Parra en esta ocasión, junto a un conjunto de bustos de otros espíritus benefactores. “...De esta manera satisfago mi preocupación por lo relativo a la conexión espiritual con el orden materico de la obra, para constituir una ofrenda ritual, una confirmación del concepto arte-vida, del dialogo espiritual que debe imperar en toda creación... de la persistencia -a través de todos los tiempos- de la relación estrecha que siempre ha existido entre el arte y la religión sea esta del tipo o tendencia que sea y sobre todo en el ámbito de lo popular; diluyéndose así la concepción entre el objeto artístico y el objeto místico o “santo” en nuestro caso, cuando opero como artista y oficiante....” Para Calvetti cada obra porta un lenguaje, es un sistema de escrituras a partir de imágenes y símbolos con significados cargados de la energía que aporta el chimó, usado además como materia pictórica; junto con la acción exorcizante y sanadora del tabaco a partir de su humo y sus cenizas y la acción purificadora lograda con las aspersiones directas de licor. Convierte así cada obra en materia densamente simbólica, religiosa, cosmogónica, transformándose de esta manera las obras destinadas a la contemplación estética en piezas objeto de religiosidad, de representación mística, de iniciación, de ceremoniales. La obra de Dixon Calvetti plantea entonces una acertada y dura reflexión sobre la religiosidad popular en Venezuela, a partir de la visión generada por la propia convicción del artista sobre el culto a Maria Lionza. Con un factor altamente significativo como lo es el hecho de contar con la comprensión y aprobación de la obra por parte de la colectividad popular, al ser esta testigo legitimador y muchas veces actor y cómplice de las acciones de los “muertos milagrosos”, canonizados y santificados por los propios creyentes sin ninguna influencia o determinación por parte de los poderes eclesiásticos tradicionales y socialmente aceptados. Rafael Principal Torres
San Felipe, Yaracuy /Noviembre de 2016 El Museo Carmelo Fernández en el marco de la 12ª Feria del Libro de Venezuela Capítulo Yaracuy tiene el agrado de presentar la exposición “Aproximación a la Gráfica Contemporánea”; muestra que reúne 28 obras de la colección del MUCAF. Esta exhibición se encuentra conformada por los creadores y creadoras: Ahearn Carmen, Berrigan Gail, Bratt bill , Dietrich Bob, David D´Jesus , Gabri Robert , Sueyoshi Ton twamoto, M.B. Kelland, A.E. Nikitiades, Redmond Catherine, Reeve Fran, Reynolds Jane, Risica Jeanne, Rotemberg lilian, Rota Nina, Schiller Sue, Shurman Helen, Solbert Deborah, Spedale Marie, Spielberger Lawrence, Tamayo Natalia, Lo Testa Weinberg Belle, Winergar Débora y los artistas venezolanos Noguera Luís, Víctor Silva, Juan Carlos Urrutia, Dixon Calvetti y Martínez Juan Carlos. La aparición de las nuevas tecnologías digitales como medios técnicos para el arte ha disparado las expectativas de los artistas más despiertos, de aquellos más jóvenes que ven en las actuales herramientas electrónicas útiles medios para conformar lenguajes modernos que den forma de una manera adecuada y satisfactoria a sus visión de la realidad. En este sentido, especificamos como digital a una situación gráfica por el sólo hecho de que se hayan utilizado medios electrónicos para su impresión. La particularidad de estas piezas estriban en el aprovechamiento de técnicas de impresión tipo láser o xerox combinada en creativos experimentos que dejan como resultado una expresividad de texturas cromáticas contagiadas del halo poético que ofrece la mancha, las formas sugeridas y el efecto impredecible. También es importante en este planteamiento contemporáneo la pureza del proceso técnico que resaltan la polivalencia de las líneas, la contundencia del trazo, la densidad de las atmósferas y el dominio del dibujo; pero además el oficio constituyen toda una energía llena de expresividad por parte de los artistas. Por lo tanto, deberíamos otorgar a su resultado artístico la condición de un sistema pregnante que se genera como consecuencia de la construcción de un proceso creativo completo, sistematizado y metodológicamente maduro, ubicado necesariamente dentro del contexto histórico artístico que nos proporcionan las aportaciones técnico expresivas de los procesos contemporáneos de la reproducción y la estampa, entendidos éstos, no como sistemas mecánicos al servicio de la copia, sino como auténticos procesos creativos generadores de imaginarios iconográficos autónomos, capaces de aportar matices inéditos en los lenguajes y estilos del arte y de las vanguardias artísticas contemporáneas. Lcdo. Juan Carlos Martínez
Coordinador General del MUCAF El museo abrió sus puertas en el año 1982 gracias a las gestiones del Director de Cultura del Estado Yaracuy, Prof. Miguel Ángel Castillo, en convenio con la Galería de Arte Nacional, y la especialista Michelle Arias B., quien fue designada para asumir el Proyecto. Luego por problemas presupuestarios el Museo cerró durante el año 1983 y fue reabierto en el año 1985. La colección inicial del Museo Carmelo Fernández estaba constituida por artistas como Manuel Espinoza, Mercedes Pardo, Alejandro Otero, Jacobo Borges, entre otros; quienes vendieron obras muy importantes a precios muy bajos para conformar la colección del MUCAF. En este sentido, la colección de obras de arte recibida originariamente en el año 1985 estaba formada por 92 obras pictóricas, esculturas, cerámicas, gráficas, dibujos, fotografías y video arte, más 30 reproducciones a color y 60 a blanco y negro de la obra en dibujo y acuarela de Carmelo Fernández. El MUCAF cuenta actualmente con un incremento importante en su colección (un total de 983 obras diversas), logrado a través de donaciones, custodias, adquisiciones y concursos, además de las 90 fotografías señaladas anteriormente. La colección del museo tiene el sello de quien la conformó el curador Rafael Principal Torres exdirector y fundador del MUCAF desde el año 1985 hasta el 2014. En esta oportunidad nosotros el equipo del museo estamos convencido de continuar mostrando las obras de arte que forman parte de esta institución por su valor histórico y estético en los actuales momentos. Por lo ante expuesto la presente publicación tiene el objetivo de reseñar en este primer tomo las adquisiciones e ingresos de las obras de artistas locales, nacionales e internacionales en sus diversas expresiones artísticas, para que nuestro pueblo pueda comprender la importancia del patrimonio artístico del museo; además su colección lo distingue entre las otras instituciones museísticas por el carácter local de nuestros creadores y creadoras que forman parte del patrimonio. En la colección figuran nombres de la talla de Mario Abreu, Ina Bainova, Jacobo Borges, Corina Briceño, Daniel Briceño, Antonio Caro, Omar Carreño, Carlos Contramaestre, Gego, Gerd Leufert, Wilfredo Lam, Gladis Meneses, Carmelo Niño, Alirio Palacios, Manuel Quintana Castillo, Claudia Hakim, Pedro León Zapata, Alejandro Otero, Rufino Tamayo, Braulio Salazar, Oswaldo Vigas, Carlos Cruz-Diez entre otros. Además de los artistas yaracuyanos Wilkar Ríos, Edgar Jiménez Peraza, Hugo Álvarez, Néstor Carrera, Francisco Villoría, Mérida Ochoa, Juan Carlos Urrutia, Dixon Calvetti, Juan Carlos Martínez, Wladimir Puche, Cirilo Mendoza, Gustavo Espinoza, Felipe Guevara, José Luís Díaz, Luís Noguera, Ángel Milla, entre otros. La colección estuvo orientada por patrones y lineamientos claros como calidad y representatividad por su alcance como modelo histórico, formal, estético y pedagógico. Pero además cuando interesa una obra es porque mantiene el más alto nivel en si misma, entonces podemos decir que esta colección fue hecha pieza por pieza. De esta manera al seleccionar a los artistas se tuvo como premisa aporte plástico, trayectoria y capacidad de experimentación. La investigadora española María del Corral dice “Un museo no es jamás una enciclopedia”, en este sentido, lo importante es que sea un espacio que permita diversas formas de mirar el arte en su significado, lugar y contexto. Por lo tanto, lo que pueda faltar en la colección es menos importante que lo que se encuentra ya incluido. El MUCAF decidió adquirir obras de artistas nacionales y extranjeros pero realmente su estructura fundamental son los artistas yaracuyanos, la cual forman parte de la colección en un 70 por cierto. La búsqueda y adquisición de obras de arte y otros objetivos fundamentales para la comprensión de la cultura regional; así como desarrollar programas que estimulen la donación o legado de los mismos, estableciendo un sistema de inventario y registro de los bienes culturales a nivel estadal también a sido parte del trabajo del museo. En el lapso de 34 años (hasta la fecha), el Museo ha realizado una amplia y variada actividad cultural, tipificada fundamentalmente por la programación de 255 exposiciones en la sede y 60 muestras itinerantes en salas del Estado y en Museos y Galerías de varios estados del país. Ello ha permitido difundir -básicamente- las realizaciones plásticas de los artistas yaracuyanos y las obras de la colección; así como trabajos importantes de artistas de otras regiones y aún de Latinoamérica, de significativo aporte al público nuestro. Otros de los aspectos fundamentales en el Museo “Carmelo Fernández”, es la actividad educativa realizada a través de los programas de visitas guiadas para escolares y adultos y la apertura de una biblioteca especializada al servicio de la comunidad estudiantil para una mayor comprensión del arte y de la colección que posee el museo. El Museo también ha organizado el archivo de los Artistas Plásticos Yaracuyanos y ha conformado un taller de conservación y restauración para atender las obras de la colección y de otras instituciones y Museos del Estado y fuera de él, mediante el establecimiento de convenios de cooperación. El Museo “Carmelo Fernández” continuará proyectándose como una institución de carácter multidisciplinario en la investigación, promoción y difusión, no sólo de la artes visuales, sino también de diversos aspectos de la cultura yaracuyana, para consolidar así su presencia en la región Centro-occidental, y su carácter de centro piloto en lo concerniente al registro, inventario, catalogación, conservación y restauración del patrimonio cultural.
El trabajo del Creador esta propuesto en pinturas y telares cosidos hechos con pintura al óleo y recortes de telas a modo de collage; en sus características plásticas como el color compone los tonos en una variada combinación complementaria entre azul, naranja, rojo, verde, violeta y amarillo; distribuidos en espacios geométricos simulando texturas.
Nos presenta la relación del formato de la obra en sentidos verticales y cuadrados, sin bastidores, permitiendo una forma de libertad en el montaje de las obras. Alexander Brandt muestra en su expresión un cuerpo pictórico compositivo, una referencia de la manera en que observamos el entorno respecto a las formas y la sensación de colores de nuestra cotidianidad. En la muestra Imbricaciones Cromáticas el artista propone una relación de cuerpos libres entre el espacio, lo geometrizado y lo compositivo del formato, integrando colores, formas y texturas; al apreciar las obras se siente un carácter sensible y concreto, generando así un diálogo con el espectador.
Mario Jose Pilieri Vera
Pasante ULA 2016 Catálogo de la Exposición
La política no escapa al terreno de lo simbólico, y es la creación artística su recipiente, su lienzo ideal. Por eso, toda acción en el campo de la expresión estética es política, incluso cuando de manera explícita plantea un arte aséptico y sin compromiso. En la I Bienal del Sur. Pueblos en resistencia, celebrada en el Museo de Bellas Artes de Caracas, entre noviembre 2015 a febrero 2016, quisimos inscribir nuestro esfuerzo en mostrar el trabajo de 89 artistas de 35 pueblos del mundo, convocando especialmente a aquellas y aquellos creadores que expresan a los olvidados, desposeídos, silenciados y marginados del planeta, desde una mirada plural y radicalmente opuesta a los preceptos y prácticas de la producción artística mercantil que responde a la lógica alienante de la dominación imperial. El arte nos convoca hoy no sólo para el consumo imaginativo y el disfrute del tiempo libre, sino también para redoblar nuestra incansable lucha contra todas las injusticias existentes y fortalecer la esperanza de consumar la utopía de la libertad. La I Bienal del Sur. Pueblos en resistencia se constituye en una nueva referencia mundial de la estética del compromiso, como evidencia de que la lucha por una nueva sociedad, por y para un ser humano en relación solidaria y armónica con sus semejantes y su entorno ambiental, sigue siendo una motivación cardinal de la creación cultural. Esta visita a la I Bienal del Sur. Pueblos en resistencia: Capítulo Venezuela, nos convoca a mirar y sentir como un acto comprometido. La mirada, diferencia, escoge y discrimina, según sean las cárceles o espacios abiertos de nuestra conciencia. La mirada se regocija, huye o se indigna, de acuerdo o no con el llamado de la memoria. Es el arte entendido como testimonio de estos terribles tiempos y, a la vez, sueño y escape hacia otro mundo posible. Morella Jurado | directora general del IARTES
Caracas, abril de 2016 El Museo Carmelo Fernández tiene el agrado de mostrar un grupo de obras de su colección producto del extinto Salón Carmelo Fernández, exhibición en el marco de la celebración del Día del artista plástico, por lo tanto, hay muy buenas razones para mostrar estas obras que obtuvieron premios en el Salón nacido en la década de los años 80 del siglo pasado, y cuyas obras forman parte de la colección del museo. El Salón Carmelo Fernández que perduro hasta la edición 12 renovó criterios y definiciones del arte yaracuyano consolidando artistas dentro y fuera de su territorio, y fortaleciendo la plástica centro-occidental del país. Fue un evento que inicio desde lo regional hasta su ultima edición abierta a nivel nacional convergiendo distintos planteamientos plásticos contemporáneos del acontecer nacional. De tal manera que esta ocasión tan importante para las artes plásticas yaracuyana al celebrar el natalicio del pintor venezolano Armando Reverón y día del artista plástico, exhibir esta obras tan significativas dentro del patrimonio del Museo Carmelo Fernández gracias a lo consecuente de los creadores y creadoras al creer en su momento en este evento artístico. El MUCAF tiene el gusto y el placer de mostrar las obras premiadas de Francisco Villoria (1988), Wilkar Ríos (1998), Ángel Milla (1986), Felipe Guevara ( 1985) ; José Luís Díaz “Después de la pela” (1990); Wladimir Puche (1991); Edgar Jiménez Peraza, (1992) Luís Noguera “Destellos en el muro” (1987), Dixon Calvetti ”Clase desterrada” en el (2002). También están las obras premiadas de Richard López (2005), Jornidel Mendoza “Carnalidad del tiempo (2003), Daniel García “Sueños de Libertad” (1997) y Ernesto González (1994); Nicasio Duno “Salto al infinito” (1997); Alberto Riera, (2008); Miguel Ángel Granados Troconis "La maraca de Umáwali" (1994), Aureliano Parra (2003), Luís González Márquez “Serie iconografía inventada” (2008). De esta forma, queremos expresar que una colección explica un esfuerzo y un propósito marcado por el trabajo sin mirar las dificultades que se presenten en el camino para alcanzar el éxito de tener un patrimonio artístico local, regional y nacional valorado por nuestra gente. Lcdo. Juan Carlos Martínez
Coordinador del MUCAF Interconectados por letras… La Sociedad de Creadores Tipográficos de Venezuela – SCTV, es una comunidad de diseñadores interesados en diseño tipográfico, lettering y caligrafía. Y tiene como propósito contribuir al fortalecimiento del ámbito tipográfico venezolano a través de la generación de espacios para la reflexión, vinculación y educación. Como parte de los objetivos de la SCTV surge la iniciativa de Letras Venezolanas, cuya intención es propiciar un espacio donde se celebre el trabajo de y con letras hechas por venezolanos, buscando de esta forma darle relevancia a la creación tipográfica y su aplicación en nuestro territorio. Esta muestra está conformada por las categorías de Tipografías para Títulos, de Texto, Experimentales y Misceláneas; Lettering / Logotipos; y Caligrafía. La misma es el resultado de una acuciosa selección realizada por un jurado de destacados profesionales del diseño relacionados con las letras, tanto de Venezuela como de otros países Latinoamericanos, como es el caso de Luis Siquot (Argentina), Candelaria Moreno (Perú) y John Moore (Venezuela). Un total de 32 carteles que permiten tomarle el pulso al acontecer tipográfico venezolano. Letras Venezolanas fue inaugurada en Julio de 2015 en la ciudad de Maracay, en el marco del Encuentro Una Mano por el Diseño, en los espacios del Museode Arte Contemporáneo Mario Abreu y ahora inicia su itinerancia por el país tomando como punto de partida de este importante periplo al Museo de la Estampa y el Diseño Carlos Cruz-Diez – MEDI. Sociedad de Creadores Tipográficos de Venezuela – SCTV Diseñadores participantes
Aldemaro Salazar (Distrito Capital) Categoría: Lettering Alejandro Duarte “Cruzlettering” (Estado Miranda) Categoría: Lettering Alejandro Freitez (Estado Aragua) Categoría: Tipografía Experimental Alexander Wright (Distrito Capital) Categoría: Letterig Carlos Fabián Camargo G (Estado Táchira) Categoría: Tipografía para títulos John Moore (Distrito Capital) Categoría: Tipografía para títulos José Luis Vivas “Joluvian” y Ale Paul (Estado Mérida y Argentina) Categoría: Tipografía para títulos José José Villamizar (Distrito Capital) Categoría: Tipografía Experimental y Lettering Luis “Legz” García (Distrito Capital) Categoría: Lettering, Caligrafía Miguel Ángel González R (Estado Aragua) Categoría: Tipografía para títulos y Lettering Nicolás Silva y Pable Cosgaya, (Estado Mérida y Rosario, Santa Fe, Argentina) Categoría: Tipografía para texto Yorlman Campos (Distrito Capital) Categoría: Lettering y Miscelaneas Esta Exposición Yaracuy en Versos presenta “…hermosas imágenes gráficas que ilustra el autor de cada texto poético seleccionado, para una mejor comprensión del lector. Dichas imágenes son producto de la valiosísima colaboración de los artistas plásticos yaracuyanos José Luis Díaz y Wilkar Ríos; quienes con empeño de alabanza lograron darle una interpretación artística al poema para la realización del retrato de cada poeta. En tal sentido, se quiso iniciar con el poema YARACUY de José Parra. Este poema, es del canto a la dulzura, fraternidad y amabilidad que prodiga nuestro pueblo a quienes lo visitan. Se continúa con los textos poéticos: SAN FELIPE EL FUERTE de Abigail Lozano (1823-1865); AL RÍO COCOROTICO de Leonor Bernabó (1836-1906); MIS PÁJAROS BELLOS de Ana Elisa López (1882-1962); MARÍA LEONZA de José Parra (1907-1993); YARACUY ¡OH, TIERRA MÍA! de Antonio Sánchez (1908-1991); CREPÚSCULO de Gilberto Antolínez (1808-1998); VOCES DE BRONCE de Fernando Ramírez (1910-1976); TARDE DE TOROS COLEADOS de Manuel Rodríguez Cárdenas (1912-1991); CANTO A URACHICHE de José Asunción Guerra (1928-2011); LLANTO DE TIERRA Y AGUA de Rafael Zárraga (1929-2006). Culminando esta antología poética dedicada al Estado Yaracuy con el poema FÉNIX de Manuel Rodríguez Cárdenas. Un texto poético que le canta al pasado como tiempo, al dolor y la tragedia de un pueblo que físicamente es destruido; pero que sus hombres y mujeres creciéndose ante las adversidades le hacen resurgir como el mítico ave fénix, para florecer y llenar de vida y espíritu fortalecido a todo un conglomerado social llamado SAN FELIPE EL FUERTE”. “y los ojos descubren asombrados cómo del mar del tiempo y de la muerte retorna vivo San Felipe el Fuerte” Prof. Msc. José Gregorio Cárdenas.
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Museo Carmelo FernándezEl Museo “Carmelo Fernández”, es una institución museística de carácter multidisciplinario, orientada a la investigación, recolección, fomento y difusión de las artes plásticas regionales, dentro del contexto de ARTE VENEZOLANO. Archivos
Diciembre 2016
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