Victoria Proaño Desde el año 2000 he venido realizando una serie de trabajos sobre investigaciones e interpretaciones personales sobre María de la Onza, donde descubro la necesidad de comunicar mi expresión ante las visiones, la creencia local y urbana con respecto a los mitos y leyendas de Yaracuy. De esta manera poco a poco el ambiente de mi oficio, se ha entrelazado con elementos llenos del azar místico y empiezo el camino en búsqueda de una imagen. Es aquí donde un busto de yeso se convierte en mil piezas por día creadas a la distribución como icono mundial lleno de creencias, un producto que vende y promete “fe”, esta es la rutina de una de las mayores fábricas de imágenes religiosas del estado Yaracuy entre muchas del interior y el exterior del país. Este busto es la principal imagen de referencia de la Reina María de la Onza, parto de este elemento producido en serie a nivel industrial y lo traslado a otros lenguajes, donde inmediatamente se inicia un camino lleno de colores, visiones, relatos, miedos, cultos, texturas, ofrendas, fotografías, telas, plásticos y el pulso de mi mano. A partir de allí empieza una exploración donde el rostro de la Reina María de la Onza se convierte en un collage con una variedad de materiales que reflejan la inquietud de encontrar una identidad que se transmuta con la comunicación, con la manifestación heterotopica de pinturas, que conforma una muestra que determina una apuesta por una pintura de aciertos, misticismo y textura a la influencia de otros enlaces. En el origen de esta serie se encuentra mi curiosidad por el nacimiento de un todo, mi inclinación por un pensamiento, mi fascinación por las imágenes y la utilización del medio pictórico como canal, como un recopilado de estímulos e intereses diversos, óptimo para la manifestación de las sutilezas que se acumulan en las hendiduras entre lo obvio de un cuerpo y otro, en un plano mas concreto en el principal pensamiento de mis obras hay una radical asunción de la imagen como referente y como límite, donde mi ojo actúa como un elemento que me separa entre los acontecimientos y el yo; los retazos de un todo se convierten en un instante en una modulación inquieta, estas imágenes registran huellas de un cambio que mi ojo no veía, me presenta la afloración de una rareza de la imagen congelada que se hace en el otro yo de la obra pintada. Mis obras caminan desde un mundo celular a otro mundo celular, en una evidencia de energía-imagen, en un arsenal lleno de materia, luz, color, movimiento, tiempo, y la representación donde la transmutación de una imagen-visión, en una visión-luz y en una luz-tiempo, me responde que es este camino que me introduce en la transformación de la naturaleza de la imagen que es la misma y nos transforma.
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Museo Carmelo FernándezEl Museo “Carmelo Fernández”, es una institución museística de carácter multidisciplinario, orientada a la investigación, recolección, fomento y difusión de las artes plásticas regionales, dentro del contexto de ARTE VENEZOLANO. Exposiciones MCF
Diciembre 2009
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