ÁNGEL MILLA, PAISAJES VIVENCIALES, PAISAJES METAFORICOS, 50 AÑOS EN LA PLÁSTICA VENEZOLANA.11/9/2009 50 AÑOS EN LA PLÁSTICA VENEZOLANA El inmenso árbol que puebla el espacio muy cerca, casi frente a su casa; la luz que entra como torbellino descubriendo los fantasmas del taller y una montaña eternamente verde, pueblan el diario camino de Ángel Milla. Siempre ha sido así, después de explorar los espacios clásicos pero a veces gélidos de las grandes capitales europeas; en un camino de búsqueda y reconocimiento de las lecciones de arte aprendidas en las clases prácticas y también retóricas de los viejos maestros de la ahora cincuentenaria Escuela de Artes Plásticas “Carmelo Fernández”. Luego, un tiempo en el reino de los mexica y teotihuacanos, poblando sus imágenes con el rojo y el azul de los pueblos prehispánicos junto a las mariposas o papantl y las serpientes con las plumas del quetzal elevadas a la condición de dioses. La vuelta al país de sus orígenes lo reencuentra con su calor, sus colores, sus contrastes, sus mitos y un paisaje de permanentes misterios y secretos pero siempre el mismo paisaje; el que ahora en esta muestra fragmenta y satura el espacio con los colores de siempre: rojos, verdes, azules, amarrillos, ocres que a la vez se interconectan para producir diversas formas: manchadas, rasgadas, esgrafiadas. La experiencia genera nuevas formas y 50 años en la plástica nacional le permiten arriesgarse. Salud y éxitos. R.P.T 09/09 En esta tarde de pájaros, elucubrando someramente mis inicios en el largo trajinar de una aventura que ya llega a los 50 años y más, en la práctica telúrica de la enigmática y subjetiva creación de las artes plásticas; llegan a mi memoria pasajes vivenciales llenos de formas, colores y líneas que, entrelazados, han conformado a través del tiempo ciertas lecturas visuales; lecturas que son el producto del incansable y tesonero trabajo artístico. Los mismos quizás se transparentan debido a un accidente isquémico –cerebral sufrido en los pasados años. Con una recuperación muy rápida que no afectó para nada mi labor creativa. La misma ha seguido su curso normal dentro de los parámetros habituales y complejos que caracterizan esta delicada labor artística. De manera que los recuerdos, a través de estos largos años, permanecen intactos permitiendo así el poder exteriorizar mis vivencias creativas para los amantes de esta noble actividad. El trabajo que hoy muestro a consideración del público, refleja las diferentes ópticas o formas de interpretar una obra paisajística. La misma que demuestra ese largo paseo por la mágica e inefable naturaleza, preñada de imágenes fascinantes; las cuales han logrado dar a mi espíritu el alimento necesario para poder soportar con creces y estoicismo este largo e inenarrable recorrido estético. Indudablemente que el amor desmedido, la querencia entrañable y la mesura y la buena disposición en el quehacer plástico; así como el conocimiento de las diferentes técnicas aplicadas y la perseverancia en la búsqueda de soluciones posibles que originen como tal mi propia impronta, han hecho posible el logro de una nueva factura en cuanto a calidad se refiere; y la posibilidad, a través de la experimentación, de abordar ciertas propuestas valiéndome para ello del uso de materiales diversos y disímiles aplicaciones abriendo así la posibilidad de nuevo “ismos” plásticos y lecturas diversas en la creación contemporánea. El arte, a mí entender, abrió muchas puertas en mi camino: puertas de crecimiento espiritual, entre ellas el campo de la literatura a través de la poesía. El mismo arte me abrió la posibilidad de poder entender un poco más a mis semejantes, sus virtudes y también sus defectos. En suma, deberíamos entender que el arte no solo hermana al hombre dentro de una sociedad, si no que también lo aferra a la tierra a la cual pertenece, enraizándolo a su propio mundo, con sus miserias y grandezas. Para terminar esta modesta nota, quiero decirles que el arte, es un factor de convivencia social y si alguna vez se llegara a lograr la paz del mundo, sin lugar a dudas que el arte seria una de las fuerzas fundamentales en el logro de ese ideal. Ángel Milla San Felipe, Septiembre, 2009
0 Comentarios
…Mercedes Virginia Ochoa le ha dado vida en sus obras a innumerables escenas de contenido religioso, propio de los creadores populares, quienes a través de su arte, son portadores de nuestra historia, costumbres, manifestaciones y creencias. Al mismo tiempo recrea personajes con cierta nostalgia, sin olvidar los paisajes rurales en donde resalta las humildes actividades laborales de los habitantes de la zona. En sus pinturas vemos un ingenioso juego de profundidades que evidencia lo distante y lo cercano, demostrando gran dominio de las perspectivas y equilibrio compositivo… Ramón Caracas M. Catálogo Galería Red de Arte / Yaracuy / Junio 2008. El texto anterior define muy acertadamente el trabajo pictórico de Mercedes Virginia Ochoa. Son expresiones de una vida que ha estado signada por el trabajo, el temple, la voluntad y la fortaleza para enfrentar las dificultades que involucran al hecho de vivir. Nacida en la población de Boraure en 1936, reside en Marín desde los 10 años, cuando se trasladó allí con su madre Agustina y sus hermanos. Trabajadora incansable, madre y padre a la vez, ha incursionado en las labores del campo, además de haber tenido en años anteriores una activa participación política y de dirigencia gremial y comunitaria. … Y aun así, a pesar de las múltiples actividades, siempre tuvo tiempo para ver el paisaje del campo, las faenas agrícolas el paisaje rural, el río con su cascada, ahora trasladadas al lienzo en una visión integradora, aérea, que jerarquiza los espacios en planos horizontales desde arriba hacia abajo, al estilo de los pintores chinos y japoneses de la antigüedad. Esta jerarquización, también la aplica en algunos de sus cuadros de inspiración bíblica, donde los profetas y santones aparecen siempre de mayores dimensiones y ubicados en la parte superior y al lado izquierdo de la obra. Debe reconocerse entonces en la obra de Virginia Ochoa, nombre con el que siempre la he conocido, una composición, pincelada y policromía muy ingenuas, como corresponde a su condición de pintora autodidacta; que llega a este medio expresivo como una opción terapéutica luego de un proceso de enfermedad que le afecto en su desempeño físico. Pero del cual, progresiva y lentamente se recupera de manera exitosa, gracias a esa alianza de la voluntad férrea que siempre la ha caracterizado con el ejercicio de la pintura, la lectura y el conocimiento de ciertas tradiciones, leyendas y relatos bíblicos. La honestidad que vemos en su obra, se traduce entonces en una producción artística autentica, con una carga emocional y de expresionismo “lírico”, si cabe esta expresión, libre de gritos estentóreos y dramas alucinantes. Basta con ver el retrato de su madre Agustina, y las obras “Las Tres Hermanas” y “Cristo” para adivinar un inconformismo y sentimientos dolorosos soterrados, presentes en su vida y transmitidos al lienzo. Es valedero, con esta exposición, hacer un tributo y un recuerdo a Cirilo Mendoza, de cuya muerte se cumplen ahora 5 años, quien la estimulo a ella, a su hija y a otros jóvenes artistas de Marín, a explorar este camino del arte. R.P.T. 07-09-2009
|
Museo Carmelo FernándezEl Museo “Carmelo Fernández”, es una institución museística de carácter multidisciplinario, orientada a la investigación, recolección, fomento y difusión de las artes plásticas regionales, dentro del contexto de ARTE VENEZOLANO. Exposiciones MCF
Diciembre 2009
Categorías
Todo
|