Hoy en medio de un ambiente casi colapsado por medios digitales, e incluso, ideas vacías que se ven, en galerías, salones, y museos; en medio de todo esto, hacen presencia algunos jóvenes pintores donde muestran el oficio, sensibilidad e inclusive espiritualidad, como parte de su proceso humano. En este caso permito referirme a la exposición que hoy nos presenta Domingo Laya, donde reúne un conjunto de obras, que aunque creadas en fechas distintas, en ellas se mantiene la fuerza emotiva, con la contundencia de sus inicios cuando estudiaba en la Armando Reverón, de hecho es importante mirar este conjunto de obras, para gozar, del trazo matérico, de un pintor nato, y aunque se observen presencia de figuras de santos y vírgenes, incluyendo el objeto tridimensional intervenido, no es el que, si no el cómo, Domingo va resolviendo, una buena obra, entre manchas, colores, texturas y formas, va anunciando su credo pictórico. Cada mancha es una confesión gestada en la cara de José Gregorio, los colores sobrepuestos, construyen pieles que hacen presencia a manera de atmosfera en la tela. Esos rostros, que gota a gota van apareciendo, comulgan con la capa gruesa, que a manera de veladuras aparecen para develar la presencia iconográfica, que se construye a través de imágenes de santos y vírgenes que utiliza como pretexto, para sublimar su obra, es decir Domingo Laya, no quiere hablar de santos, si no de pintura, pero utiliza esas imágenes, para mostrar que esta sociedad que liquida, puede ser transcendente a través del arte. Juan González Bolívar Catálogo de la Exposición
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El Museo Carmelo Fernández presenta la muestra expositiva de la Asociación de Artistas Plástico de Yaritagua en el marco de celebrarse los 126 años del natalicio Armando Reverón denominada: “Vínculos”. Dicha muestra reúne 18 obras pictóricas bidimensionales de grandes y mediano formato, de los creadores y creadoras del municipio Peña. Actividad enmarcada en el mes del artista plástico, como un reconocimiento a la presencia y perseverancia de cada uno de estos creadores y creadoras, que día a día recorren caminos cargados de aciertos y desaciertos imbuidos en una realidad permanente y sin despojarse de ella, con un solo propósito, lograr imponer su visión del arte popular yaracuyano. En esta oportunidad los artistas Iván Castillo, Luis Miguel Arveláez, Gerardo Pérez, Milagro Bartolomé y José Uranga de sensibles personalidades y gran perseverancias reflexionan sobre la naturaleza y el urbanismo; estas propuestas transitan entre el paisaje y las representaciones de núcleos urbanos, representan la naturaleza con un dominio excelente de la técnica basada en una buena estructuración formal, además de una acertada representación del espacio lumínico y cromático de las formas. Sus atrevimientos con la materia pictórica dejan ver en sus propuestas la expresividad de la luz, la riqueza de la textura, y la diversidad de las formas, permitiendo recordar un tiempo pasado importante en vivencias, tradiciones y recuerdos que rodean y conforman los espacios de Yaritagua. Los creadores Nelly Merota de Carvallo, Carlos Rivas y Edgar Cipullo reflexionan desde los bodegones usando como excusas los elementos del paisaje como son los frutos que se encuentran en los rincones de sus casas, permitiéndoles construir una imagen pictórica nueva, desde la inclusión de los objetos cotidiano de la cocina para resaltar la pincelada y la textura como medio de expresión plástica en las formas planteadas sobre el soporte. Los artistas plásticos Francisco Suárez, Domingo Escalona y Freddy Pérez representan con un dominio excelente de la técnica las imágenes vinculadas a la fe y el sincretismo: en estas obras se presentan la tradición religiosa del pueblo yaritagueño y las representaciones sincréticas vinculadas al mito y la leyenda popular. De alguna forma, nos atrevemos a afirmar, que esto formará parte de la memoria visual de nuestro pueblo yaracuyano reflejado en esta muestra de arte popular. Será una referencia ineludible para lo que vendrá, pues aquí se forja una mirada, que aunque múltiple, está amalgamada por la misma intencionalidad, la de comprender la tradición popular a través del pincel como un espacio para la integralidad. Lcdo. Juan Carlos Martínez Coordinador del MUCAF Catálogo de la Exposición
La indignación artística no es un trabajo aislado ni arbitrario, pues el artista debe responder a enigmas y vacíos en un contexto complejo que va desde factores culturales y sociales hasta aquellos elementos propios de los medios y técnicas con los cuales ejecuta su labor creadora; tampoco ningún arte prospera dentro de la intuición y la casualidad de la improvisación y el azar inspirador; pues, quiéralo o no el creador, la creación implica método y rigor, estudio y esfuerzo intelectual. Esto que es sabido, que se cree saber, es lo primero que tiende a olvidar una mayoría de artistas.
Hugo Álvarez, en esta muestra se aparta de la tendencia rutinaria del azar y la improvisación e inclina su búsqueda hacia el producto resultante de la indagación creadora. Podemos distinguir dos niveles, uno referido a los medios y técnicas y el otro, el que corresponde a una mitología regional que halla su mejor fuente en la obra de Gilberto Antolínez, que ha venido desde hace varios años siendo objeto de estudios en el C.E.T.A. Es notable la importancia fundamental que, le confiere Hugo Álvarez a la naturaleza, la cual concibe como un proceso vivo de transformación constante e íntimamente interrelacionados en su diversidad de manifestaciones y aspectos. De esta forma podemos observar en sus cuadros una unidad temática entre el vegetal, el mineral y lo antropológico, lo que evidencia la preeminencia que le confiere en sus trabajos a la materia tomada principalmente de la naturaleza. La extracción vegetal o mineral no sólo tiene carácter útil sino que conforman un lenguaje vivo y directo, pues hace de fondo y forma a la vez del cuadro. Muchas veces la materia hace presencia en el cuadro casi sin ser alterada por el artista, pero puesta allí con sensibilidad y con la abierta intención de transmitir una imagen, un símbolo o un sentimiento. No estamos frente a cuadros que exhiben como objeto muerto a la materia quedándose en la estridencia y mecanicidad de su constitución. Álvarez, por el contrario, vivencia la materia como proceso en movimiento que tiene espíritu y conducta; más bien, con la interioridad de ella y por eso es cauteloso y delicado, y por eso sobre todas las cosas, es observador silencioso de todas las transformaciones naturales y el comportamiento matérico. Esta vez sus cuadros se llenan de magia y poesía. Antes sus composiciones estaban centradas en la figura humana como referencia primera y última de sus búsquedas y los medios para reflejarlas sobre el soporte el cual era el lápiz y la tinta; ahora, aunque todavía presente, la figura humana se disuelve entre otras imágenes y entra a formar parte de una sintaxis visual más compleja y más personal cuyo tema va más allá de una psicología figurativa, basta asumir los riesgos de un imaginario de connotación mítica. La figura deja de ser emblema frío y esta vez es interrogada por el artista en profundidad. Por ello, es borrada a menudo para que el espacio y la materia hablen, se hagan ellos mismos el centro del discurso y ese centro es enigmático y múltiple. Se derrama en la superficie, se complejiza, escapándose de las definiciones fáciles y asume el problema de las interrogaciones simbólicas. Aquí, en estos cuadros de Hugo Álvarez, la naturaleza y la materia cantan y cuentan y no son presencias pasivas (cantadas, contadas), sino vivacidades siempre escudriñadas a través de un largo e intenso trabajo artesanal y espiritual, pero no con el objetivo de ser diseccionadas o mecánicamente explotadas para complacencias esteticistas, sino precisamente para ser descubiertas, develadas en su misterio y belleza mediante un trabajo afanoso, afectivo y desvelado. Orlando Barreto. Catálogo de la Exposición
Se dice, en arte, que la pintura de interior hace referencia a aquella donde se pintan objetos de la vida cotidiana, aquellas pertenecientes a los objetos de la casa, el dormitorio, la biblioteca, la cocina, la sala y hasta, por qué no, el baño; así también se pueden tratar las más sencillas tareas cotidianas tales como algún personaje tocando un instrumento, a una mujer cosiendo o cocinando, pero también caben los retratos y autorretratos realizados en el espacio íntimo o favorito del sujeto en el que la naturalidad del personaje y la atmósfera del lugar sean lo más importante en la escena. No se sabe con seguridad si se trata de simple representación de la realidad con un propósito de mera distracción, a veces cómico, o bien se buscaba una finalidad moralizante a través de los ejemplos cercanos al espectador. En definitiva, se puede elegir cualquier habitación de la casa u otro local pero es importante considerar algunos factores como la buena distribución de los objetos y los muebles, la composición debe presentar un equilibrio entre unidad y diversidad, o sea, que todos los objetos que llenan la habitación deben distribuirse formando un conjunto variado y visualmente interesante. Otro factor a tomar en cuenta es el de la luz. El interior debe estar convenientemente iluminado con luz natural si es posible, de tal forma que no todos los objetos presenten el mismo tipo de iluminación, ya que si se consigue que algunos queden iluminados lateralmente mientras otros aparecen en contraluz y en iluminación cenital, el conjunto ganará en riqueza e interés pictórico. Todo esto lo podemos traducir también en las artes gráficas porque poseen el mismo valor plástico. En este género tenemos a los grabadores Humberto Guillén, José Iván Quintero, Marius Snaderman, Pedro León Zapata, Felipe Herrera y Marco Miliani, Malina Gallac, Julio Pacheco Rivas y Gerardo García, cada uno con su respectiva estampa. Cuando nos referimos a la pintura en exteriores o fuera de casa es lo mismo a decir paisaje, sea este de campo, urbano o marinas y así, los del alma o imaginarios. En el primer caso se trata de representar árboles, caminos, montañas, fauna y todo lo que tenga que ver con la naturaleza, expresada en múltiples colores y sus infinitos matices. En el segundo caso, se puede apreciar la integración de lo artificial-construido-por-el-hombre. Casas, edificios, torres, vehículos y más son los motivos generadores de este género que sirve para mostrar el ambiente de esos lugares y su atmósfera, así como la arquitectura de la época en la que el artista viva. En el paisaje de campo pueden incluirse también elementos construidos por el hombre, pero este queda subordinado a la idea primera que es el paisaje. Entre los aspectos que caracterizan al paisaje urbano tenemos la superposición de planos, los efectos atmosféricos, el contraste de los contornos y los colores en los primeros términos, enfatizando la distancia que separa a un plano de otro y a la perspectiva que está relacionada con la profundidad y que es de mucha utilidad al aplicarla a motivos como avenidas, casas, parques y jardines. En cuanto a las marinas hay que decir que es un motivo muy frecuentado por los paisajistas, ya sean vistas de alta mar, paisajes costeros o de los puertos de pesca, siempre es una atracción para los artistas de las más diversas tendencias. El mar parece un motivo sencillo de resolver, pero no es así, entre sus dificultades tenemos el poder captar su constante movimiento, de los reflejos y del color que ocasionalmente es azul y, así también de la precisa captación de los efectos cromáticos. Con respecto al paisaje imaginario, nos referimos a aquellos realizados, producto de la idea que se tiene de este género y que el artista por intuición manifiesta basado en las características explicadas antes, de lo que la creatividad en la resolución del problema planteado es responsabilidad total del artista. Dentro de esta categoría incluimos las obras gráficas de Lihie Talmor, Patricia Van Dalen, Adrián Pujol, Agustín Villasana, Nadia Benatar, Pedro León Castro, Elena Gil, Enrico Armas, Régulo Pérez y Carlos Rivero. Todas estas características, temas o motivos pictóricos pueden ser trasladados a las artes gráficas porque lo único que las separa es el procedimiento técnico que se emplea, tal y como se muestran en esta serie de estampas de las que entre la variedad de técnicas que se emplean solo cuatro de ellas podemos reconocer en esta exposición, estas son, el aguafuerte, la litografía, la serigrafía y la colografía. El aguafuerte pertenece a las técnicas de impresión conocidas como en hueco o intaglio; estas se reconocen porque la plancha de metal deja la marca de los bordes sobre el papel cuando se realiza la impresión y también porque de la tinta depositada en el soporte se obtiene cierto relieve que se percibe fácilmente al tocarlo. El aguafuerte es el procedimiento de grabado en el que sobre una plancha metálica cubierta por una fina capa de barniz protector se dibuja con una punta metálica el tema a representar. Al dibujar sobre el barniz protector éste se elimina. Al introducir la lámina en un baño de ácido (nítrico, clorhídrico o cloruro férrico), se produce la corrosión del metal en las zonas dibujadas, es decir, en las que se ha eliminado el barniz protector. Esta técnica permite lograr una amplia gama de valores tonales que se obtienen controlando la profundidad de las líneas. La litografía es una técnica diferente y más evolucionada en relación con el grabado en hueco. Se trata de dibujar con un lápiz graso, o lápiz litográfico, sobre una piedra calcárea denominada piedra litográfica. Para fijar este dibujo y que la grasa no pase a las zonas no dibujadas, se cubre toda la piedra con una leve película de goma arábiga acidulada. A continuación, se remoja la piedra con agua. Las superficies no dibujadas absorben el agua, y las dibujadas con el componente graso la rechazan. Seguidamente se pasa el rodillo impregnado en tinta grasa. De nuevo, la tinta se deposita únicamente sobre la zona dibujada, pues la humedad de la parte sin dibujar repele la tinta. Finalmente, el grabado se estampa con la ayuda de la prensa litográfica que hace que la tinta depositada sobre el dibujo de la piedra pase al papel. La serigrafía, técnica que al igual que la litografía, pertenece a las técnicas de impresión planográficas o de superficie, emplea una malla de seda tensada a un bastidor de madera para dejar pasar la tinta a través del clisé o matriz donde la imagen se imprime por reporte de esta sobre el papel. Esta permite la impresión de colores planos, de formas con contornos bien definidos, así como también innumerables efectos pictóricos de salpicado y goteado, también posibilita incorporar imágenes fotográficas. El proceso serigráfico, si bien ha sido utilizado en la publicidad y el arte comercial, no por ello ha dejado de ser una técnica vinculada a la experimentación plástica. La colografía es una técnica de impresión en relieve que consiste en la incorporación de elementos texturados que se adhieren a la matriz, superficie sobre la que se realiza un grabado y que permite su impresión para la obtención de la imagen. Esta puede ser una plancha de metal, un trozo de madera o una lámina de plástico. Una vez entintada la matriz, la impresión se realiza del modo habitual de la impresión en relieve, generalmente ejerciendo presión mecánicamente con prensa o en forma manual. Muchos artistas contemporáneos han creado importantes obras mediante estas técnicas y he aquí este conjunto de piezas que muestran la creatividad de estos consumados artistas del grabado. Estos conceptos que aquí hemos pretendido exponer son la chispa para encender el pensamiento creativo en el espectador con respecto a los temas, géneros y técnicas empleadas o maneras de resolver las propuestas estéticas que aquí se presentan. El contenido expuesto está organizado para poner a dialogar conceptos contrarios que se relacionan y conviven, ya que uno no existe sin el otro, no hay un adentro sin un afuera y viceversa, ambos se contrastan pero también se complementan, el afuera se atesora en un caja imaginaria y que puede salir a la luz en cualquier momento y volver a ser exterior; lo interior se concentra en un espacio limitado y lo exterior se expresa en un espacio abierto. Esta propuesta expositiva es un discurrir entre la posibilidad de ampliar el discurso teórico aquí descrito por medio del análisis y opiniones por quienes la disfruten. No solo la imaginación del artista tiene la potestad de definir qué es lo interior y qué es lo exterior, ni siquiera de quien suscribe este texto, estos son conceptos que pueden generar una apertura a las ideas creativas, plásticas y estéticas. Lo interior como concepto pareciera tener un límite definido y lo exterior podría no tenerlo, pero el artista en su capacidad exploratoria podría revertir ambos significados, ampliar lo interior y cercar lo exterior. Advertimos que solo el formato del soporte gráfico es el límite a la posibilidad de salir de él; que esa frontera, en este caso, queda definido por las aristas de la lámina de papel donde las formas, colores, manchas, volúmenes, sugestiones, texturas y demás elementos plásticos quedan manifestados. La necesidad de expresarse surge debido a una idea básica (interior) que se define según lo práctico que sea el concepto de la propuesta expresada en obra (exterior). Lo espiritual convertido en materia rica de probabilidades de ser. El fulgor de una idea detenida para siempre en imagen o en objeto material. El hombre tiene, el artista acrecienta, la capacidad de crear algo artificial a partir de los elementos de la naturaleza para representar, (re)crear, (re)construir, (re)hacer, resaltar algo inverosímil en objeto maravilloso, sorprendente, abrumador, delicado y sutil donde la futilidad no tiene cabida en el hecho creativo. También, en una sola imagen, lo interior y lo exterior se convierten en la probabilidad de tener valores ambiguos porque lo que para una persona puede ser interno para otra puede ser lo externo; aquí el artista en su intencionalidad está en la capacidad de sacar provecho de esta posibilidad creativa en lo que al final el espectador tendrá la última palabra. En resumen, estas obras gráficas de artistas venezolanos saldrán del interior de la bóveda del Museo Carmelo Fernández para ser exhibidas fuera de este recinto, trasladándolas hasta el interior del Ateneo de Aroa, en Aroa, la Casa de la Diversidad Cultural, en Nirgua y en la Galería Mérida Ochoa de la Escuela de Artes Plásticas y Artes Aplicadas “Carmelo Fernández” en San Felipe. Licdo. Alexander O. Brandt A.
Un salón de arte no es tarea fácil, más aquí cuando los participantes tienen un nivel, además todos ellos enviaron sus obras con la idea de ser seleccionados para que su trabajo plástico fuera exhibido al publico yaracuyano. Pero la estructura de una convocatoria como esta debe exige pasar por mano de un jurado calificador para ser examinada, desde los elementos plásticos hasta el grado de subjetividad y bagaje cultural de cada integrante del jurado de selección y calificación.
Este año el Salón de Artes Visuales Día del Yaracuy en su segunda edición se presenta con una renovación importante, al abrir su convocatoria al resto de los artistas yaracuyanos con experiencias y no solamente para los jóvenes artistas. En este sentido, el salón recibió un total de 50 obras, de la cuales el jurado conformado por Betty González, Ramón Caracas y Cesar Araujo seleccionaron 28 trabajos, pensando hacer un salón con todas las disciplinas y técnicas artísticas posibles como son: la pintura, el dibujo, la cerámica, la escultura, la instalación, el video arte y el ensamblaje. Ahora bien, esperamos que este salón de arte se mantenga en el tiempo y no pase como el resto de los salones en el estado Yaracuy que han desaparecido por dediciones particulares e institucionales, al manejar el evento como una parcela sin consultar a los creadores quienes al final hacen que una actividad como esta tenga vida. El esfuerzo que institucionalmente venimos realizando el Gobierno Bolivariano del Estado Yaracuy a través del Instituto de Cultura del Estado Yaracuy y el Museo Carmelo Fernández con el apoyo de la Alcaldía Bolivariana del Municipio San Felipe, aseguran a éste un futuro importante como espacio idóneo para la confrontación seria, responsable y democrática entre las distintas generaciones de artistas yaracuyanos. El salón nos ofrece un acercamiento a diversas características conceptuales como abstraccionismo: figuraciones: este primer grupo de obras se orientan hacia la representación corporal o fragmentos de ellas, los artistas Roberto James, Héctor Contreras, Domingo Laya, Brigido Rafael Díaz, Absiel Sequera (Premio Joven artista), Francisco Villoría y Darwin Díaz lo hacen con un gran manejo compositivo y materico. En naturaleza y urbanismo: Estas propuestas transitan entre el paisaje y las representaciones de núcleos urbanos, los creadores son Ángel Milla (Primer premio), Elia María Sánchez, Edgar Lucena, Jose Luís Montoya, Juan Manuel Pérez, Leonardo Tezara, Felipa Medina, Rafael Montilla (Mención de Honorífica), Gilberto Pérez (Mención de Honorífica), Iván Castillo y Omar Quintero quienes representan la naturaleza con un dominio excelente de la técnica y el color. Fe y sincretismo: en estas obras se presentan la cruz y las representaciones religiosas sincréticas vinculadas al mito y la leyenda popular, por lo tanto los creadores Francisco Suárez (Segundo premio), Hugo Álvarez, José Rodríguez y Dixon Calvetti representan estas imágenes con un dominio conceptual y una madures plástica en el evento. Por ultimo objetos y experimentaciones: este grupo de obras constituye una frescura bien importante en el salón de arte cuando lo objetual y lo audio visual dinamizan el hecho artístico, por lo tanto, los artistas Núñez Pérez y Victoria Proaño muestran un profesionalismo en el manejo de la técnica. En conclusión, este salón regional de arte es una muestra de lo que muchos artistas están haciendo en, y por el país, para promover sus creaciones plásticas demostrando la grandeza por medio de las diferentes técnicas, donde la imaginación constituye el elemento principal de un pueblo creador.
Juan Carlos Martínez
Coordinador del MUCAF Catálogo de la ExposiciónEl Ministerio del Poder Popular para la Cultura y el Museo Carmelo Fernández tiene el placer de presentar en el marco del Centenario de Cesar Rengifo la exhibición Manos Artesanales de los creadores yaracuyanos. La artesanía definitivamente es una manera distinta de habitar el mundo, suele ser la experiencia ajena y propia de construir la patria, es la manera más sencilla, extraordinaria y sofisticada de transformar la naturaleza. En ella solemos conseguir la disciplina para la formación y la transformación genuina de cada creador y creadora; Al entrar al encuentro de la artesanía Yaracuyana, entramos en la forma selecta de la diversidad de la creación y producción: científica, tecnológica, química, física, investigativa, histórica, antropológica y social. En ella hallamos expresada y transformada, la arcilla como pieza decorativa o utilitaria, el fruto del taparo hecho maraca o pieza utilitaria, el tronco convertido en talla, la cepa de plátano formando piezas decorativas, las gramíneas vueltas tejidos tanto de cestas como de sombreros, encontramos piezas que conjugan el hecho propio del hombre con el ambiente, con las aves o con la música a través del tambor no solo como instrumento de la lutheria si no como artesanía que va vinculando al hombre con lo cosmogónico y lo ancestral expresado en el barro y en la maraca como símbolo de lo telúrico y lo filosófico del pueblo nuestro Yaracuyano. En esta exhibición en marco del dia del artesanos nos encontramos la artesanía desarrollada, como oficio, ocupación y profesión que bien se merece estar reconocida en esta excelente muestra de la creación artesanal de Yaracuy. Lcdo. Luis Gallardo. Investigador y docente de la UNEY Catálogo de la Exposición
Esta exposición de Cerámica titulada Tendencias del Fuego propone un acercamiento entre dos estilo distintos de expresar la técnica y los conceptos; el primero vinculado a la tradición de las Velas de Coro y el segundo a los problema formales de las formas, composición, espacio, volumen y color. El barro ha suscitado siempre en el hombre una fascinación; desde el niño que juega con el para reproducir formas, espacios, objetos; hasta el adulto que casi como un dios, le insufla vida y después de muchas vueltas y caricias, le ve crecer como vasija o como multitud de formas que reproducen la vida o hacen real su fantasía. Cuando la tradición sale de las manos de un artista, esta se transforma en una expresión más formal en la propuesta del mismo. Quien conozca la festividad de los locos de La Vela, sabe que en sus alegorías de los trajes, está la representación de un elemento insustituible en esta ceremonia de fin de año: el Cucurucho. Leonel Vera, sabe que el principio de toda esta fiesta fue el Cucurucho. Por ello como homenaje a lo que muy probablemente sean sus recuerdos de infanda, ha decidido dar protagonismo al invitado permanente en la fiesta de los locos, con el mismo peso que la fastuosa fantasía. Y lo mejor es que el color y las formas es un aliado para la vistosidad de las piezas de cerámicas que expone, pues en sus figuras prevalece lo que es esa tormenta multicolor del día 28 de diciembre. Por otro lado, basta ver el conjunto de esculturas para imaginamos el desfile y la muestra de ingenio y creatividad que se impone en cada pieza de cerámica. Estoy seguro que esto dará otra visión de la idea. No es lo mismo vivir y contarlo que plasmarlo y expresarlo por medio de la técnica del barro. Del otro lado esta la mirada profunda en Villoría nos lleva hasta sus obras, un mirar profundo de milenarias preguntas sin respuestas, en una búsqueda de ese algo doloroso, según Mario Praz “ese algo que atormenta y no desea ser descartado a la ligera”, esa visión perdida, reflejada en sus piezas, rostros de rasgo indígenas, de un silencio atormentado de recuerdos, pequeñas figuras aferradas al torso, al cuello, al cabello, algunas inmersas en la materia, revelando la expresión más pura del acto creativo. Estas multitudes también le permiten a Francisco resolver problemas de luces y sombras con colores de la tierra; recientemente sus formas han crecido para ser casi esculturas, sus multitudes se fragmentan para ser individualizadas, aisladas, analizadas. Algunas formas duales le permiten jugar con el espacio todo, absoluto; o también, quizás reflejar la dualidad que rige toda la vida: el bien y el mal, el alma y el cuerpo. Simón Pelit / Ángel Milla Catálogo de la Exposición
Esta exposición de dibujo que presentamos en la nueva etapa del Museo Carmelo Fernández titulada Líneas y Trazos en el Espacios propone, ante todo, un análisis de las múltiples modalidades con que los artistas abordan el dibujo en cuanto medio de expresión individual de su sensibilidad, sus emociones y sus conceptos; pues el dibujo siempre ha sido testimonio de la vida interior del artista en su deseo de materializar su emociones y valores estéticos sobre el plano. Esta muestra es muy significativa para el museo debido que en esta oportunidad se presentan una serie de obras importante que forman parte de la colección.
Este heterogéneo conjunto de dibujos facilita de modo notable la comprensión de los recursos materiales y los procesos técnicos empleados por los artistas al momento de dar cuerpo tangible a sus ideas. Además la muestra acierta a poner en luz la validez y significado del dibujo en cuanta expresión plenamente autónoma de la percepción, la emotividad y el sentir estético de los artistas. El dibujo no es solo representación, el dibujo se define así mismo, en oposición a la escritura, que es una simple representación del habla, el dibujo como la pintura es más que una simple representación de ideas, es experiencia conceptual y formal; para el espectador del arte es importante conocer cómo y con qué medios se producen o se manifiestan estas experiencias. Las líneas suelen ser las bases de dibujo, es la encargada de escribir la forma; realmente una línea es bastante más que eso: en ella puede haber toda la energía, la carga expresiva y síquica de la mano y la mente del artista; o el orden, el rigor, el sentido de construcción; o la posibilidad de poner luz o sombra, de crear apariencia de volumen y tercera dimensión; o el intento de separar dos áreas en un mismo espacio; o la necesidad de bordear, cerrar un espacio creando una forma. La línea es muy versátil el artista valoriza la línea, la hace mas gruesa o mas fina, acentúa o debilita la presión sobre el lápiz, pluma, pincel, entre otros. El dibujo es un arte en si mismo, y a la vez base necesaria para otras artes, especialmente el grabado, la pintura, el relieve y la escultura. Los principales medios de la historia del dibujo han sido la tinta y los lápices, pero no son los únicos. Yves Klein pintó con cuerpos, Lucio Fontana con cuchillos y Richard Long con piedras. En este sentido, queremos destacar la riqueza y calidad excepcional de estas obras dentro de la colección del museo que revelan las claras sensibilidades de los artistas incluidos en esta selección.
Textos tomados de Rita Salvetrini y Kosme de Barañano del Catalogo
Marcas y Trazos del Dibujo, Centro Cultural Consolidado. 1996 Catálogo de la Exposición
El Museo “Carmelo Fernández”, se complace en ofrecer al público yaracuyano una muestra con reproducciones de la obra grafica de Carmelo Fernández, importante artista venezolano, nacido en Guama, Estado Yaracuy el 30 de Junio de 1809 y muerto en Caracas el 09 de Febrero de 1887.
Muchos han oído hablar de Carmelo Fernández, como profesor (fue uno de los fundadores de la enseñanza de la pintura venezolana), como cronista grafico del traslado de los restos del Libertador desde Santa Marta, Colombia hasta el Panteón Nacional en Caracas, como caricaturista e ilustrador de la prensa de la época, como dibujante y diseñador arquitectónico (el Palacio de las Águilas, sede de la Gobernación del Edo. Zulia y la Plaza Bolívar de Maracaibo son producto de su ingenio), como ilustrador de libros claves para nuestra historia (Resumen de la Historia de Venezuela de Rafael María Baralt y Díaz y el Atlas Físico y Político de la República de Venezuela, de Agustín Codazzi), como integrante de la famosa Comisión Corográfica de Colombia, que tenía por meta realizar un estudio geográfico, político y humano del hermano país, y para la cual Fernández pintó numerosas acuarelas. Varios hechos resaltan en la existencia de Carmelo Fernández, referidos a su trabajo y a su vida. Por un lado, la madurez de su obra en momentos cuando los estudios de las artes plásticas se estaban iniciando en nuestro país, y el interés del pintor por testimoniar la vida y costumbres de la época. Del otro, su condición de militante activo por la Independencia, situación que lo llevó a participar en algunas batallas y que seguramente influyó en su condición de pintor eminentemente laico, lo que dio origen a esa amplia gama de trabajos que ponen énfasis en la vida civil, en el paisaje y que incluyen un testimonio valiosísimo del rostro del Libertador Simón Bolívar (Albert Desiré Barré diseñó para las monedas venezolanas el perfil del Libertador hecho por Carmelo Fernández y publicado en la Historia de Venezuela de Baralt y Díaz). Se considera Carmelo Fernández como pintor realista, de los primeros en nuestro medio que exploran esta modalidad. Más, por ahora, dejemos que sean las reproducciones, hoy exhibidas, el mejor testimonio de un gran artista que supo interpretar con veracidad su momento histórico. Catálogo de la Exposición
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Museo Carmelo FernándezEl Museo “Carmelo Fernández”, es una institución museística de carácter multidisciplinario, orientada a la investigación, recolección, fomento y difusión de las artes plásticas regionales, dentro del contexto de ARTE VENEZOLANO. Categorías
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Noviembre 2015
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